El día de ayer, 09 de marzo, el presidente de Petróleos de Venezuela (PDVSA), Pedro Rafael Tellechea, llevó a cabo una visita a la Refinería de El Palito (Carabobo) donde, entre otras cosas, expuso ante varios trabajadores la nueva modalidad que la empresa está imponiendo en sustitución del acostumbrado mecanismo de los comedores en las instalaciones de la industria. Varios sectores vienen denunciando lo que consideran una medida de eliminación de los comedores.

Simón Rodríguez fue uno de los trabajadores que tomó la palabra para cuestionar, no solo esta medida sino toda una serie de irregularidades, entre esas, una fundamental como el incumplimiento del contrato colectivo. Un punto de principios que están planteando estos sectores de trabajadores organizados es que se respeten las cláusulas del contrato, cuestionando que la empresa haga y deshaga a su voluntad medidas que vulneran lo pactado en el contrato. 

Rodríguez hacía el turno de 11 de la noche a 7 de la mañana, lo detuvieron al momento del cambio de guardia. Lo llevaron a una sede de la DGCIM que funciona dentro de la refinería. Sí, dentro de la refinería hay ahora un comando de este cuerpo militar. No medió orden de aprehensión emitida por un tribunal, por tanto, es una privación ilegítima de su libertad, una detención arbitraria. No le han permitido comunicación con familiares o abogados, por tanto, está incomunicado, otra ilegalidad.

Los trabajadores que, preocupados por la situación del compañero hacen esta alerta, se preguntan: “¿Quién lo mandó a detener? ¿El presidente de PDVSA, el jefe del destacamento de la DGCIM? ¿Quién, de dónde vino esa orden?”. Cuestionan que no puede ser que los trabajadores no pueden expresar libremente sus puntos de vista, exigir sus derechos y denunciar las irregularidades que ven en la industria, sin que tengan que tener el temor de ser perseguidos e, incluso, encarcelados. Cosa que, de hecho, ha pasado ya antes con varios dirigentes petroleros en diversas instalaciones del país.

Alertan a los trabajadores sobre esta detención que constituye un amedrentamiento y una coacción, porque “los temas sindicales, de trabajadores, no tienen por qué ser respondidos por órganos militares, ¿qué es eso que ante un reclamo laboral interno, en lugar de responder los patronos le mandan a uno a un cuerpo de inteligencia militar?”. Esperan noticias de este trabajador y que sea liberado ya, sin ningún tipo de limitantes ni cargos en su contra, para que pueda seguir ejerciendo su actividad legítima de defensa de los derechos de los trabajadores petroleros.