Con una conferencia de prensa a cargo de querellantes y testigos, en los Tribunales de Comodoro Py comienza la primera jornada del juicio al “pluma” que se infiltró en 2001 en la Agencia Rodolfo Walsh. Junto a sus exjefes Alejandro Sánchez y Adolfo Ustares serán juzgados por haber realizado hasta 2013 espionaje ilegal a organizaciones sociales, sindicales y políticas.

Este martes arranca el juicio oral y público contra Américo Alejandro Balbuena, agente del Cuerpo de Informaciones de la Policía Federal que por más de una década se infiltró en la Agencia Rodolfo Walsh e hizo espionaje ilegal a organizaciones populares haciéndose pasar por periodista. Lo hizo entre 2001 y 2013, cuando fue descubierto.

Balbuena será juzgado por el juez federal Daniel Rafecas en Comodoro Py junto a dos de sus jefes -Alejandro Sánchez y Alfonso Ustares- del Cuerpo de Informaciones de la División Análisis de Seguridad Interior de la Federal, cuyos miembros fueron bautizados en la jerga interna como “los plumas”. Los tres llegan a juicio oral diez años después de realizada la denuncia y se los acusa del delito de abuso de autoridad de funcionario público por llevar adelante tareas de inteligencia tendientes a obtener información sobre integrantes de distintas organizaciones, en infracción a la ley de Inteligencia.

En una conferencia de prensa realizada en la mañana de este martes, antes de comenzar el juicio, un grupo de querellantes explicó cómo se llegó a este juicio y qué expectativas hay de que Balbuena, Sánchez y Ustares finalmente sean condenados.

En 2013 un nutrido grupo de referentes y dirigentes políticos, sindicales y sociales denunciaron penalmente a Balbuena y sus superiores. Entre los denunciantes estaban Christian Castillo, Claudio Dellecarbonara (delegado del subte), el ex detenido desaparecido Carlos “Sueco” Lordkipanidse, Diana Kordon, Graciela Rosemblum de la Liga Argentina por los Derechos Humanos, Vilma Ripoll, Juan Carlos Giordano y Néstor Pitrola. También, claro, Rodolfo Grinberg y Oscar Castelnuovo de la Agencia Walsh.

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La querella está patrocinada por Myriam Bregman, Matías Aufieri y Liliana Mazea, abogadas y abogado del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CeProDH). Como detalló Larisa Pérez en otra nota de La Izquierda Diario , durante los tres días que durará el juicio (hasta el jueves 16) las y los denunciantes demostrará que Balbuena no ejercía el periodismo como “hobby” (tal su coartada) ni actuó legalmente, sino que simuló ser periodista para reunir información de organizaciones y dirigentes a las órdenes de sus jefes.