Este sábado, mientras caía la tarde en un caluroso día, decenas de jóvenes, estudiantes universitarios y terciarios, jubilados, trabajadores estatales, docentes, de la salud, y de distintas empresas de la ciudad se dieron cita en el local del PTS en el Frente de Izquierda ubicado en la calle Alsina 975, en pleno centro porteño. Allí se iba debatir alrededor de la película “Argentina, 1985”, que tuvo un impacto internacional (llegando a ser nominada al Oscar a mejor película extranjera), y que generó todo tipo de polémicas en nuestro país. Desde la izquierda propusieron abrir el debate.
Después de la proyección, se abrió un debate importante con intervenciones de distintxs compañerxs que fueron respondiendo a los ejes propuestos por el dirigente nacional del PTS Carlos “Titín” Moreira, ex trabajador de astilleros Astarsa en los 70 y militante del PST en esa época. ¿Qué opinión tienen de la película los partidos tradicionales de la política?¿Tuvo apoyo popular de la dictadura?¿Quién bancó a los milicos? y sobre todo ¿Quién volteó a la dictadura?
Con entusiasmo, los asistentes intervinieron planteando sus opiniones, preguntas, contando anécdotas de la época o lo que les contaron sus familias. De a poco, empezó a surgir un relato de lxs trabajadores sobre lo que no está contado en la película. La primera huelgas realizadas bajo la dictadura (Losadur, Luz y fuerza, etc.), aún por conducciones sindicales burocráticas, las luchas populares, el rol clave de los organismos de DDHH que enfrentaron a los milicos, y el gran paro general de 1982 después del asesinato de Ana María Martínez, obrera metalúrgica del PST. El rol de la clase obrera enfrentando a la dictadura fue el reverso total de los empresarios que, junto con el poder eclesiástico, sectores de las conducciones sindicales y los partidos del régimen (tanto la UCR como el PJ “le dieron” funcionarios e intendentes la dictadura), orquestaron el golpe del 76 para terminar con las enormes luchas y el proceso de organización que atravesaba al movimiento obrero combativo.
De a poco, recorrimos los últimos años de la dictadura, que se sostuvo un año mas porque la “multipartidaria” (PJ, UCR, MID, PC, entre otros) exigía en 1982 elecciones… un año después. Para ese momento los empresarios y el imperialismo habían conseguido enormes conquistas que llegaron a la estatización de las deudas de los privados de la mano de Domingo Cavallo, llevando el nivel de deuda de 7.000 a 47.000 millones de dólares. Estafa que fue convalidada por los gobiernos posteriores, tanto el de Alfonsín a Menem, que tuvieron un “último gesto” con los milicos, con las leyes de obediencia debida y Punto final, y los indultos.
Producto de la lucha obrera y popular se logró derogar esas leyes y empezaron los juicios, pero aún hoy no se abren los archivos de la dictadura, e insisten con que hubo “600 represores”... en 500 centros clandestinos y campos de concentración.
A casi 47 años del golpe, el gobierno de Alberto, Cristina y Massa envían al ejército a Rosario a “urbanizar barrios populares” para buscar una relegitimación de las FFAA, totalmente desprestigiadas. El aparato represivo sigue intacto con decenas de casos de gatillo fácil y hasta desapariciones en democracia, como la de Jorge Julio Lopez. Tambien los mismo actores sociales, los empresarios, los dirigentes sindicales vendidos y el Imperialismo, en la piel del FMI, siguen intentando imponer sus planes de ajuste y miseria.
Titín invitó a los presentes a sumarse a la movilización del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia (un espacio independiente del gobierno nacional y la oposición patronal) este 24 de marzo a las 12hs en la plaza de Mayo para enfrentar la impunidad de ayer y hoy. Por los 30.000 y para continuar su lucha por un mundo sin explotación ni opresión.
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