Salar del Hombre Muerto, Catamarca. Fotos: Lucía Fernández Ares
Natalia Morales, diputada del PTS-FIT de Jujuy, Verónica Chávez de la comunidad indígena Santuario Tres Pozos de Salinas Grandes, y otras luchadoras y referentes de la defensa de los humedales, participaron del panel organizado por el grupo Geopolítica y Bienes comunes y la fundación Rosa Luxemburgo.
El grupo de investigación Geopolítica y Bienes Comunes, junto a la Fundación Rosa Luxemburgo, organizó un conversatorio público el viernes 10 de marzo, en el que participaron luchadoras y referentes por la defensa de los humedales, y en particular, los salares altoandinos. La temática convocante “¿Qué hacer con la explotación de litio en Argentina? Propuestas frente a las falsas soluciones del extractivismo minero -energético” fue abordada desde diferentes experiencias que enriquecieron la puesta en común.
El panel estuvo conformado por Torge Löding, Director de la Oficina Cono Sur de la Fundación Rosa Luxemburgo; Verónica Chávez, Presidenta de la Comunidad Aborigen Santuario Tres Pozos, Jujuy, Natalia Morales, Diputada de la Provincia de Jujuy (mandato cumplido) por el PTS en el Frente de Izquierda - Unidad; Evelyn Vallejos, perteneciente a Cooperativa de Recicladores Urbanos de Catamarca y al Movimiento Nuestra América; Irina Farras, representante de la Multisectorial por los Humedales de Rosario; y Melisa Argento, Investigadora del Conicet y parte del grupo Geopolítica y Bienes Comunes.
Reproducimos a continuación algunos fragmentos del conversatorio.
Torge Löding: "La modernización ecológica orientada a la descarbonización podría traducirse en una nueva fase de acumulación mediante la expropiación de materias primas y suelos en el ’Sur Global’"
¿Cómo diagnostican ustedes la situación del capitalismo verde contemporáneo, y particularmente la situación en la Unión Europea y en Alemania?
Desde finales del 2020, todos los grupos de materias primas, resumidas en los índices de precios, se han encarecido, y los precios de las materias primas críticas en particular están subiendo rápidamente. Las razones son complejas. Además de las expectativas de repunte del crecimiento, tras la pandemia de Covid, y las consecuencias de la guerra en Ucrania para el suministro mundial de materias primas, los programas gubernamentales y superestatales anunciados en todo el mundo para la transición energética climáticamente “neutra”, también están impulsando las expectativas de beneficios y los precios. Uno de estos programas es el llamado “New Green Deal” europeo, de la comisión de la Unión Europea. El objetivo de este paquete de modernización ecológica, como lo llaman, es de descarbonizar la economía europea para 2050. Dado que la neutralidad climática debe lograrse principalmente mediante la electrificación de la economía y la movilidad, el acceso a metales como el cobre o el litio es esencial. El cobre es necesario para conducir la electricidad y el litio para envasarla en baterías. La agencia Internacional de la energía prevé que la demanda de litio se multiplique por 43 al año 2040 en comparación con el año 2020, y el cobre por 28.
El gobierno actual en Alemania persigue objetivos similares con el cambio energético, para el año 2030 se matricularán 15 millones de coches eléctricos en Alemania, según los deseos de la coalición que gobierna actualmente formado por el Partido Socialdemócrata (SPD), los liberales (FDP) y los verdes, que es una alianza del centro liberal con ausencia de cualquier planteamiento desde la izquierda, con una política plenamente bélica en el caso de la Guerra de Ucrania. Entonces, con esta guerra como telón de fondo, también ha revisado sus objetivos de expansión de las energías renovables en el sector eléctrico y al mismo tiempo ha cambiado el discurso. Las energías renovables ya no son solo un medio de protección del clima, en vista de las ahora problemáticas importaciones de gas, carbón y petróleo de Rusia; sino que se han convertido en una cuestión de seguridad nacional y de energías de la “libertad”. Tanto la Unión Europea como la coalición del gobierno alemán apuestan sobre todo por la tecnología y la innovación para hacer frente a la crisis energética y climática. La Unión Europea y Alemania quieren obtener del reciclaje parte de las materias primas necesarias para esta transición energética “verde" centrada en la tecnología. Sin embargo, la mayor parte se importará de los países que disponen de grandes yacimientos e históricamente han desempeñado el papel de proveedores de materias primas en la división internacional del trabajo, de la producción capitalista de mercancías, es decir, sobre todo países de África y América Latina.
Por lo tanto, es de temer que la modernización ecológica orientada a la descarbonización mueva un nuevo superciclo mundial de mercancías, que podría traducirse en una nueva fase de acumulación mediante la expropiación de materias primas y suelos en el “Sur Global”. A diferencia del último superciclo de principios de la década de los 2000, esta vez la atención no solo se centra en los combustibles fósiles y los metales preciosos e industriales, sino también en los lubricantes que supuestamente impulsarán una economía verde, electrificada, de alta tecnología. Además de las materias primas críticas ya mencionadas, esto incluye también el Hidrógeno verde.
Entonces son iniciativas multilaterales, siempre que van acompañados de un discurso en que todos salen ganando. Lo que no se dice es que la producción ecológica de hidrógeno exige la construcción de gigantescos parques eólicos y solares, al igual que la electromovilidad requiere la explotación de enormes cantidades de litio, cobre y otros materiales. La presión sobre los ecosistemas, los medios de subsistencia y los modos de vida en esas regiones, que ya llevan años disputándose la explotación, el control, el acceso y la conservación debido a su abundancia de materias primas, aumentará muy probablemente a raíz de este nuevo extractivismo verde. [...] Aquí también entra en juego el concepto del llamado colonialismo verde, que subraya que la explotación y apropiación de materias primas para la modernización ecológica va acompañada de un creciente control e influencia de las empresas transnacionales, las organizaciones internacionales, los gobiernos occidentales y las facciones de capital nacional sobre la política, los territorios y el trabajo en aquellas regiones que tienen que ser sacrificadas para esta modernización ecológica. [...]
Existen varios puntos de partida para politizar la profundización de las estructuras de explotación neocolonial a través de la transición energética verde. La reducción de las emisiones de dióxido de carbono mediante soluciones tecnofijas procedentes de Europa provocará más distorsiones socioecológicas en los países del sur global. Así pues, la enajenación de tierras sigue siendo objeto de luchas y contramovimientos políticos. En el movimiento postcrecimiento, en los planteamientos socialistas y en las luchas feministas, indigenistas se están debatiendo y practicando diversos enfoques para una transición energética socioecológica diferente, desde abajo. La tarea de una política de transición energética emancipadora de izquierda es conectar transnacionalmente estas luchas.
Verónica Chávez: "Hemos reunido todas las comunidades que estamos en Cuenca Salinas Grandes, a donde decimos No al litio"
¿Por qué las comunidades de Salinas Grandes y Laguna Guayatayoc, organizadas hace mucho tiempo, sostienen una lucha en rechazo a la minería de litio en sus territorios?
Soy la presidenta de la comunidad Santuario de Tres Pozo, que está en el territorio de Cuenca Salinas grandes Laguna Guayatá yo. Y bueno, nosotros hemos hecho esta organización para luchar todos juntos, porque aquí se trata el tema del agua que es muy importante. Entonces nosotros hemos reunido todas las comunidades que estamos en Cuenca Salinas grande, donde decimos No al litio. Es porque este mineral, cuando se extrae este mineral, se extraen muchísimos litros de agua y entonces nosotros decimos no a litio porque el agua vale más, porque nuestro cuerpo es el 80% de agua.
El agua no tiene barrera, es una cuenca adonde no tiene salida para ninguna parte, es como un tipo de sombrero, entonces no se puede dar el consentimiento uno o dos comunidades, el consentimiento tiene que ser de todos, y bueno la lucha seguimos ahí, ya son más de 12 años que venimos con esta lucha donde nosotros no hemos tenido el consentimiento que debe hacernos el Estado, juntamente con los que van a venir aquí a hacer la actividad, pero no tenemos, no nos ha hecho el consentimiento. Ahora nosotros seguimos firmes diciendo que no al litio, y es por tema del agua.
Y bueno, venimos batallando, batallando, cuando el año pasado nos hemos enterado que hay once mil hectáreas, son ocho pedimentos que hasta ahora nosotros hicimos este y fuimos por judiciales, hemos presentado contra esas once mil hectáreas que son 8 pedimentos mineros que quedan para el lado del Moreno, para el Cerro Cháñez. Yo creo que todos lo conocen, y bueno ahí está la maravillosa Salinas Grandes, donde nuestro pueblo les cuidaron a Salinas grandes para ellos y ahora estamos nosotros. Es el momento que tenemos que seguir luchando para dejar este territorio sano como dejaron nuestros abuelos para aquellas generaciones que vienen también que lo disfruten. Es más, Salinas grandes, Laguna Guayatá yo, son muy visitados por el turismo del mundo entero, y bueno, nosotros lo que queremos es visibilizar la lucha que estamos teniendo en contra de este mineral, que viene con todo, y vamos a seguir luchando y no vamos a dar los brazos a torcer.
Natalia Morales: "Para poner freno al saqueo, hay que pensar en el control de otra clase, medidas como la estatización integral de los bienes naturales en manos de trabajadores y pueblos originarios”
Desde el espacio político que representás como diputada siempre hablás del saqueo del litio en Jujuy, ¿cuál es el arco de alianzas que imaginás posible para las luchas entre colectivos, movimientos y organizaciones?
Ante todo quiero saludar a luchadoras como Vero que está acá, y otros luchadores de Catamarca también que son quienes enfrentan al gobierno, a las corporaciones, a las transnacionales, en los territorios, hay luchadores de distintas provincias.
Y antes de responderte me parecía importante contextualizar, para pensar cómo articulamos, cómo coordinamos y también cómo ganamos. Me parece importante dar cuenta de que en el país el extractivismo es política de Estado. Y también reafirmar que hay un saqueo en curso, brutal, de nuestros bienes naturales, que el saqueo de litio se da también como parte de esa política que se promueve, donde son las transnacionales que se están llevando todo, están destruyendo los territorios como bien comentaba Vero o como comentaban hace un rato los compañeros o las compañeras de Catamarca. Y que son unos piratas, yo creo que hay que decir que no paran de garronear, de sacar todo. De hecho, yo les quiero comentar, hoy mi compañero Gastón Remy, que es concejal en Jujuy, sacó un documento donde denuncia la subfacturación de trasnacionales como Livent y transnacionales como Sales de Jujuy. Incluso en el caso de Sales de Jujuy el Estado provincial es socio menor, o sea que hay un acuerdo en que puedan llevar adelante ese saqueo y que se lleven a más no poder, incluso con complicidad de la AFIP, con complicidad de la Aduana, o sea del mismo Estado que conoce esta situación y sin embargo la deja pasar.
Por otro lado, también dar cuenta de que este saqueo se está llevando de la forma más destructiva. Este panel, de hecho, se ha convocado como “los salares son humedales”. A mí me pareció buenísimo porque hace un par de años, cuando decíamos eso, había que bancar esa afirmación, y que fue a la par de las primeras presentaciones de la ley de humedales, en el 2013 o en el 2016, cuando no era muy conocido, la problemática no era muy conocida. Bueno, hoy el saqueo se produce con las técnicas más destructivas, que consumen millones de litros de agua, de agua dulce de salmuera, y que eso no se puede dejar pasar.
Entonces, con esta introducción, me parece que sí es importante dar cuenta de lo que pasa en Jujuy pero también lo que pasa en el resto del país. En Jujuy tenemos uno de los emprendimientos extractivos de litio, Sales de Jujuy, que extrae desde el 2015, donde está metida la Toyota, donde está metido Orocobre, donde está metido el Estado provincial, y ya está afectando obviamente territorios que son indígenas. Y eso también me parece muy importante marcar porque además de violar, y de que se destruyan y que utilicen como quieran los bienes naturales como el agua, también se están violando derechos de los pueblos originarios, y eso no es menor. Porque, constantemente, no es solo que los pisotean, no solo que se aprovechan de sus condiciones de vida, donde en esos territorios reina la pobreza, y como decía mi compañera Myriam Bregman, si hay que ver el mapa extractivista también es el mapa de la pobreza. Bueno, en esos lugares ni siquiera hay servicios esenciales garantizados, y en esos lugares es donde se vulneran los derechos de los pueblos originarios, y en esos lugares es donde están estas empresas extractivas saqueando todo, con el aval del Estado de los gobiernos provinciales y de los gobiernos nacionales.
¿Cómo hacemos con estas luchas que están en los territorios? Por lo menos nosotros, desde el PTS en el Frente de Izquierda, la mencioné a Myriam Bregman, lo menciono a Nicolás del Caño, lo menciono a mi compañero Alejandro Vilca, que son diputados nacionales; nosotros venimos bancando esas peleas, pero sí vemos que hay algo, o un paso adelante que tenemos que dar. Primero de pensar cómo esas peleas no quedan aisladas en los territorios, que eso me parece muy importante pensar para la provincia de Jujuy, Catamarca y otras provincias, y después cómo esas peleas pueden triunfar, tienen que triunfar. Entonces yo ahí creo que, si hay algo que unifica hoy en esta pelea en defensa de los territorios, en defensa del agua, en defensa de los bienes naturales y contra el saqueo, se me viene a la cabeza de dar cuenta de la pelea por la Ley de Humedales, que es una pelea que lo que logró es realmente la coordinación a nivel nacional, la coordinación entre territorios y la ciudad, eso Incluso se ha expresado en el movimiento de mujeres, donde dimos peleas para que sea uno de los puntos que podamos defender en las calles, y donde es necesario seguir peleando para que efectivamente se apruebe una ley consensuada y construida desde abajo, que es la ley que se presentó con el apoyo de más de 200 organizaciones ambientales y comunidades indígenas en todo el país.
Entonces ahí me parece algo más también importante, porque la pelea por la ley de humedales, desde hace diez años, es la cuarta vez que se presenta, ha evidenciado lo que podríamos llamar el lobby minero. Y lo habrán visto el año pasado, yo lo vi a Morales, ustedes seguramente también, hablando desde Washington, ordenando que se paralice la ley de humedales que se estaba tratando en el congreso, junto con los gobernadores del Norte grande, donde esos gobernadores principalmente son del Frente de Todos, pero también de la oposición de derecha, junto a funcionarios del gobierno nacional como Wado de Pedro de La Cámpora, y donde desde Washington, mientras hacían lobby para seguir entregando zonas de saqueo, daban la orden para que eso se detenga. Pero después, también se vio cómo en la Argentina, en el país, en esos días desde la Cámara Minera, que sacaron hasta solicitadas en los diarios diciendo de que es importante resguardar..., y la promoción minera..., y el desarrollo del país..., y un montón de espejitos de colores, que sabemos que no lo tiene ni el litio, ni tampoco lo tenía el agronegocio ni tampoco lo tiene el fracking. Bueno, también se empezaron a expedir distintos sectores de todo el régimen político. Entonces, creo que eso es importante traer a colación, porque tenemos que saber cómo coordinamos, cómo articulamos estas luchas que se dan en los territorios y en la ciudad, y como las potenciamos para que efectivamente podamos torcer el brazo a este lobby minero, en este caso particular.
Y yo creo que nosotras, nosotres, tenemos antecedentes de torcer el brazo de los lobbies mineros. En Chubut, por ejemplo, todo el pueblo chubutense donde estaba la juventud, el pueblo mapuche, donde estaban trabajadores de distintos sectores, e incluso se sumaron los trabajadores portuarios que convocaron al paro, y así lograron evitar esa zonificación minera; la experiencia del pueblo mendocino en defensa de la 7722, en defensa del agua, fue importantísimo, no sé si se acuerdan, yo me acuerdo a fines del año, no sé de unos años atrás, pero a fines de un año estábamos festejando capaz Año nuevo, Navidad, y ellos estaban y ellas estaban en las calles, y pararon todo también, y coordinaron y fueron construyendo la fuerza social capaz de torcer esas decisiones políticas. Y me parece que eso es clave, en este momento, porque incluso podemos verlo a nivel internacional, que están las mujeres en Perú, y yo lo reivindico porque están en la primera línea, enfrentando en las calles, de manera coordinada, a gobiernos dictatoriales como el de Dina Boluarte, pero donde parte de los motivos que hace enfrentar ese gobierno también tiene que ver con decirle No al extractivismo, y ahí también hay saqueo y ahí también hay minería, entonces creo que todo eso es muy importante a la hora de pensar la coordinación, la articulación.
En Jujuy obviamente tenemos a Gerardo Morales, hay un régimen policíaco, pero los compañeros en Catamarca, con un gobierno de otro color, de Jalil del Frente de Todos, también estaban hablando de persecución, de detenciones, de represión. Entonces creo que, o por lo menos nosotros pensamos que, cuando empezamos a construir estas alianzas, de forma democrática, desde abajo, es clave que podamos pensar cómo unir lo que yo estuve mencionando, y creo que es clave el rol que puede jugar la clase trabajadora porque ocupa esos lugares estratégicos, como los portuarios en Chubut, pero los mineros pueden jugar ese mismo rol clave a la hora de que sea eso, que puede inclinar la balanza, para que no solamente estemos en la resistencia sino también podamos imponer leyes, imponer frenar el saqueo, entre otras cosas.
Me parecía que la pelea por las resistencias en las comunidades, en los territorios, la pelea por la ley de humedales es algo más que importante, hoy creo que no hay que perderlo de agenda porque no se aprobó, sigue habiendo lobby. Ayer el gobierno incluso anunció que iban a proponer una ley de humedales que permita seguir haciendo el extractivismo de litio. ¿Entonces en qué quedamos? Bueno, Fernández lo dijo en el inicio de sesiones: “humedales sí”, y ya lo había hecho en otro momento electoral. Bueno, yo lo traigo a colación porque tenemos que confiar en la fuerza que construimos desde abajo, y por lo menos nosotros desde la izquierda sabemos que una ley no es suficiente, es importante, es un punto de apoyo sí, pero nosotros lo que pensamos que es importante son esas peleas conquistadas, así como lo hicimos con la interrupción voluntaria del embarazo, como puntos de apoyo, que puedan permitir ver que realmente tenemos la fuerza para cambiarlo todo.
Y en ese sentido creo que es clave, o por lo menos nosotros sí nos planteamos, somos una fuerza de izquierda, somos socialistas, queremos cambiar esta sociedad de raíz, sabemos que en el capitalismo se basa en dos pilares, el capitalismo explota a los trabajadores, a las trabajadoras, pero también destruye la naturaleza. Bueno, nosotros somos conscientes de eso, por eso opinamos que dentro de este sistema social van a haber “falsas soluciones”. Entonces, si opinamos que hay que poner freno al saqueo, hay que pensar en el control de otra clase. Y en ese sentido, si hablamos de litio, creo que es importante pensar en medidas como la estatización integral de los bienes naturales, en este caso el litio, que es importante pensar que el control no puede quedar en manos ni de las privadas, como sucede ahora, más allá de que el dominio lo tienen los Estados provinciales, pero tampoco puede quedar en control de los gobiernos que están avalando precisamente este saqueo. Entonces sabemos muy bien que el control tiene que estar en manos de los trabajadores, que los pueblos originarios tienen que jugar un rol preponderante, que los especialistas, los científicos, que hoy por hoy le hacen los informes a las mineras, pueden aportar ese conocimiento, como las universidades, a favor de pensar cómo se puede planificar otra forma de minería, que no sea esta extractivista, que se pueda planificar qué hacer con bienes naturales como el litio, e incluso pensar una transición energética que no va a ser de esta manera, cuando siempre se está pensando en la ganancia, de las empresas y de la política verde y demás.
Evelyn Vallejos: "Desde 1997 sacan litio de Catamarca y yo no vi ni un auto eléctrico de los que venden"
¿Cómo opera la histórica promesa de que la minería genera trabajo en Catamarca?
Catamarca según el Indec, el año pasado, [es la] tercera provincia más empobrecida, primera provincia en recibir megaminería. O sea ¿qué contradicción no? Todos los días están explotando oro, litio, y la realidad de la gente es que vive en situación de calle, es que hay gente que come de la basura todos los días, que hay un montón de niños que no tienen ni zapatillas, y la verdad que eso es algo súper preocupante. [...]
En Catamarca hay 2.000 puestos de trabajo reconocidos de la minería, 42.000 personas se inscribieron voluntariamente al RENATEP que es este Registro Nacional de Trabajadores de la Economía Popular, esto quiere decir que no están todes en este registro, es un registro voluntario, que apenas pudimos promover, es más, por ejemplo muchos cartoneros que trabajan en nuestras cooperativas no tienen este registro, pero hay 42.000 personas registradas y 90.000 en el sector público, con esto ya le refutamos lo que vienen las mineras a mentir que van a dar empleo y progreso. Esa es la principal banderita que están levantando, porque sabemos los impactos ambientales, y vemos todo lo que viene pasando, y su principal bandera es que van a traer empleo. ¿Qué pasa en todos los lugares? Te contratan y no durás nada, seis meses, dos años, tres años, no sé cuántos jubilados mineros conocemos, es una técnica que tienen todas las empresas de ir rotando al personal, de irlos cambiando de lugar, generando un desarraigo también, y siempre atrás de la pelotita de que en algún momento puedo llegar a trabajar otra vez en la minera, o ese chico que trabajó en la minera se compró una moto, yo también quiero trabajar [ahí], con estas falsas ilusiones todo el tiempo, que también perjudica mucho la salud mental de las personas y la juventud obviamente.
Catamarca es una de las provincias con mayor tasa de suicidio, todo esto también tiene que ver con la minería, porque hay tantos jóvenes que están en situación de calle, porque hay tantas personas que no tienen un lugar donde vivir. La realidad de Catamarca, de los barrios populares, es que no hay acceso al agua, cuando las mineras están consumiendo 1.300.000 litros de agua por hora, eso consume Livent. Es todo una mentira muy grande lo que está pasando en Catamarca, y eso es lo que tenemos que empezar a ver. Con esta empresa, Livent, se generaron tantos daños que han secado humedales, y que comunidades hoy se encuentran afectadas con las actividades ancestrales, eso nadie lo cuenta en guita, cómo están destrozando un montón de trabajos ancestrales, de las personas que ya no pueden criar animales, no pueden tejer, tienen que depender, y he visto personas en las comunidades al lado de la minería de Livent, rogándole por un plato, por un pedacito de viandita que haya sobrado de algún trabajador, cuando antes tenía un autosustento. Eso nadie lo cuenta. O sea, todo es cuántas toneladas de litio se produjo y cuánto se ganó con eso, pero nadie cuenta la externalización de los costos en la salud de las personas.
El otro día fui a Antofagasta, en cualquier negocio el litro de agua sale 200 pesos, cada minera, de la minera Livent, usa 1.300.000 litros de agua por hora, ¿por qué una persona común trabajadora tiene que estar pagando 200 pesos el litro de agua y las mineras se llevan millones de litros y no pagan un peso? Y la tratan totalmente en forma irresponsable, y además sin contar toda el agua que contaminan con los desechos tóxicos que están haciendo. Hoy en día, para mí, hay que parar la bocha, no puede ser que en el salar haya ocho empresas dando vueltas para extraer, cuando ya vimos todos los daños espantosos que ha hecho una sola. Para mí hay que rever todo lo que ha estado pasando, una de las preguntas que yo tengo es, una de las preguntas de este taller es “qué vamos a hacer con el litio”, y yo me pregunto qué hicieron con el litio todo este tiempo, o sea desde 1997 sacan litio de Catamarca y yo no vi ni un auto eléctrico de los que venden.
Y eran las imágenes que quería mostrar, del 97 autos eléctricos, estas son imágenes del video institucional de Livent. Para esto se usa litio, agroquímicos, o sea hoy en día estamos destrozando las comunidades originarias, las culturas ancestrales, para sacar litio para hacer agroquímicos para matar a otras personas en otro ecosistema. Es una locura, nos venden que es que usamos el celular, eso es lo mínimo, hay que ver la realidad de lo que hizo Livent en todo este tiempo con el litio de Catamarca. Los fármacos, a la mañana hablé un poco de esto, que hacen litio en fármacos por la salud mental, y quién habla de la salud mental de todas las comunidades, que son perseguidas, que las golpea la policía, que vivimos amenazados, que vivimos lleno de personas que les pagan las mineras infiltrados para poder romper todos nuestros movimientos, que eso es algo también que hacen las mineras. ¿Por qué no estamos todes unides? Eso no es casualidad, las mineras ponen mucha plata en personas que se infiltran para romper los movimientos, y eso es algo que pasa todo el tiempo, porque si no todo el movimiento “No a la mina Argentina” estaríamos unides, algo nos divide, y eso es algo en lo que las que las mineras ponen muchísima plata, en personas infiltradas para dividirnos.
Y esta es una de las imágenes más espantosas de lo que se hace con el litio de Catamarca: es para fines bélicos, lo muestran ellos mismos, tienen fines bélicos. Hoy en día, necesitan mucha resistencia de sus comunicaciones, de sus drones tiramisiles, de todas esas basuras que están creando, y el litio de Catamarca se va para las guerras, eso es lo principal. Yo me quiero preguntar ¿quiero sacar litio para hacer guerras en otros países, para generar sufrimiento, para destrozar personas, para matar? Yo no tengo ganas de eso, las comunidades no tienen ganas de eso tampoco, para hacer los fármacos, agronegocios, te muestran orgullosamente los drones ¿cuándo vimos uno? Son cosas que venden espejitos de colores. Y esto pasa desde hace más de 500 años, tenemos que entender que la minería es la actividad colonial estructural, y tenemos que parar con esto. No puede ser que en Argentina están avanzando tanto los proyectos, la pandemia la usaron para intensificar esto, y cada vez estamos más empobrecidos, con más guerra vemos cómo hay guerras allá del otro lado del mundo, vemos como del Pentágono ya estaban hablando que tienen los ojos en el Triángulo de litio, que no hagamos acuerdos con China, eso tiene que ver los chinos, nos están invadiendo también la cordillera. [...] Y no es solamente que explotan en Antofagasta de la Sierra, lo que nos está pasando a nosotros está afectando a Chile, está afectando a Bolivia, está afectando a todo, tenemos que ver una gran unidad de lo que está pasando. Y todo el agua que se evapora en Catamarca para extraer el litio con esos piletones, toda esa agua se evapora y se va a otros sistemas donde después hay inundaciones, todo eso tenemos que entender. La contaminación no tiene límites, todo nos está afectando a todes. Y hoy en día lo que tenemos también que [hacer] una autoevaluación de nuestro sistema de consumo. Qué lindo autos eléctricos, autos individuales con 67 kilos de litio cada auto. ¿Eso es lo que queremos? ¿Por qué no pensamos otras alternativas? Es difícil, pero hoy en día para mí lo que hay que poner el ojo es que en las comunidades están diciendo no. Y es como los cuerpos que hemos ganado la lucha de las mujeres y las disidencias, No es No. [...]
Irina Farrás: "Nosotros cortábamos una ruta nacional que es también un puente entre las ciudades de Rosario y la ciudad de Victoria, creado y diseñado especialmente para el transporte de materia extractiva de ganado, de maquinaria"
¿Cómo se logró conformar la multisectorial, en la lucha por la defensa de los territorios y humedales y por qué te parece que el territorio de los salares debe ser incorporado por una ley que defiende a los humedales?
Nacimos como organización a mediados de 2020, plena pandemia, y se dieron un pico de incendios en este territorio de Islas del Delta del Paraná, que nos cubrió de humo mientras no podíamos salir a la calle porque nos íbamos a contagiar de Covid, y teníamos que estar al aire libre porque la enfermedad era respiratoria, y si estábamos al aire libre respirábamos humo y eso también nos hacía mal, entonces había que estar adentro y con las ventanas cerradas, pero también había que ventilar y bueno no sabíamos bien cómo hacer para no enfermarnos básicamente. En ese contexto nos llenamos de humo y veíamos las columnas de fuego, y con un grupo de gente decimos que no podíamos simplemente quedarnos adentro en este aislamiento social obligatorio, y salimos a manifestarnos igual. En uno de los talleres de debate que teníamos hace un rato hablábamos de la importancia del transporte para todo lo que es el extractivismo y todas estas actividades que vienen a destruir territorios, y eso en Rosario también sucede y en ese marco nosotros cortábamos una ruta nacional que es también un puente entre las ciudades de Rosario y la ciudad de Victoria que pertenece a Entre Ríos, que está cruzando el Paraná, que es un puente creado y diseñado especialmente para el transporte de materia extractiva, de ganado, de maquinaria y demás. Cortábamos esa ruta y nos empezamos a encontrar con otres, que como nosotros, teníamos más miedo de lo que estaba pasando ahí que de esta pandemia, y nos fuimos encontrando y decidiendo que nos teníamos que organizar. Y surge así esta Multisectorial, porque veíamos a nuestro alrededor y teníamos gente que nunca había militado tal vez, y simplemente salió ante esta urgencia de salud, gente que venía de militancia partidaria, diversa, gente que venía de experiencia en sindicatos, de otras organizaciones, algunas organizaciones socioambientales también y de otro tipo, organizaciones de Derechos Humanos [...]
Desde que nos organizamos dijimos, no somos Multisectorial Delta del Paraná, somos Multisectorial Humedales, y eso es mucho más grande. Y tiene que ver con las redes que tejemos con otros territorios, que es esto estar acá hoy y también otras cosas que suceden todo el tiempo, por suerte, y un debate que fue cobrando espacio público y fue copando la escena, y que pudimos hablar en medios de otras provincias, que también era como muy importante para nosotros poder llegar a otros territorios, y tenía que ver con eso, es una consigna que no es nuestra exclusivamente, que tiene que ver con un montón de otras luchas. Por eso creemos también tiene que ver con esta consigna de la ley, que con todos los debates, que tiene altos y bajos, las discusiones que dan, sigue siendo una consigna que nos agrupa, que nos aúna y que sobre todo genera esto, redes. Humedales no es solamente el delta y no son solamente los salares, ni solamente los mallines patagónicos, sino que tenemos un montón. Y eso nos hace tener una mirada más amplia, más integradora, que es un poco por ahí lo que queremos sostener.
Melisa Argento: "Queremos una Ley de Humedales Ya que cuide los territorios, y que entienda los territorios como lo consideran las poblaciones que viven allí"
¿Por qué Geopolítica y Bienes Comunes impulsa esta actividad?
Geopolítica y bienes comunes (GBC), es un equipo de investigación con sede en el Ideal acá en Buenos Aires, pero en realidad es un grupo muy federal, de muchos lugares. Un poco se propone esta actividad primero para juntarnos todos nosotros, hay gente en Córdoba, La Plata, en el sur, en Rosario, en Buenos Aires, Buenos Aires aparte es grande, conurbano CABA etcétera. En el marco de encontrarnos y discutir, pero además fortalecernos. En el marco de un diagnóstico que venimos haciendo, hace muchos años, de avance, de aceleración, hablamos ahora ya de invasión hacia los territorios respecto de capitales, de corporaciones minero-energéticas, pero también de avance represivo, de avance de securitización, de contexto de militarización, en un contexto además de guerra en el mundo.
Entonces es darnos fuerza para pensar colectivamente, y se nos ocurrió hacer esta actividad convocando a todas aquellas personas, grupos, organizaciones, con las que de una u otra manera venimos articulando, nos interpelan, nos hacen pensar, nos pasan info por WhatsApp, colegas investigadores sí, pero también organizaciones sociales que levantan agendas, con las que podemos a lo mejor articular algunas cuestiones. Y fundamentalmente armamos esta actividad porque creemos que es urgente hablar de esto, de que los salares son humedales también, volver a disputar en el escenario político, que además es un año electoral y va a quedar completamente ocluido, invisibilizado por eso. [...]
Queremos una Ley de Humedales Ya que cuide los territorios, y que entienda los territorios como lo consideran las poblaciones que viven allí, como consideran las poblaciones que viven en Salinas Grandes, que el territorio es una cuenca, que no se mide por acá, por allá, que este proyecto afecta acá, allá, sino que es una cuenca, un territorio integral, un territorio conformado por el ciclo del agua, que es indispensable para la vida pero que también es un ciclo social, a partir de cual las personas organizan su manera de vivir, su espacio, su cómo compartir colectivamente la tierra. Cómo compartir colectivamente la tierra en función de compartir colectivamente los usos del agua, las formas comunales de compartir en forma colectiva que efectivamente son las formas que resisten, desde las cuales desde sus trayectorias y de sus vidas cotidianas resisten a esta embestida, hoy de la minería del litio pero de otras minerías, y de otras actividades extractivas, en múltiples territorios. [...]
Entendemos hace mucho tiempo que el problema del litio es el de la extracción del litio en la región. Que ahora el capital ha venido a denominar el Triángulo de litio pero que en realidad es la gran región de Atacama, preexistente a nuestros Estados, con todo lo que ya podemos decir a partir de ahí. Este problema nos deja ver un montón de cosas, desde el Comando Sur diciendo cómo Estados Unidos viene a por todo en nuestros territorios, es una dimensión geopolítica, hasta qué es lo que hace el Estado nación, hasta cómo se articulan las élites provinciales, y no lo voy a explicar porque lo dijeron mis compañeras claramente a lo largo de la presentación, hasta cómo efectivamente el capital avanza con el poder depredador sobre la vida, en esta que es la contradicción última. Entonces en ese diagnóstico de China avanzando sobre estos territorios, Estados Unidos avanzando sobre nuestro territorio, todas las potencias del Norte global avanzando sobre nuestro territorio, en esto que es ahora un consenso, es ahora es el consenso del régimen del cambio climático, que se tiñe de verde, se disfraza de verde, para avanzar sobre lo que es, lo que caracteriza muy bien, como es greenwashing o neocolonialismo verde o capitalismo sustentable, etc. etc., todos los nombres que va adoptando esto, minería sustentable, todos los nombres que va adoptando en diferentes escalas y dimensiones. Y esta fuerza que presiona sobre nuestros territorios por la descarbonización, por la desfosilización como nosotros decimos, es una mutación del propio capitalismo, ahora es una son estrategias de acumulación por desfosilización, que presionan con más acaparamiento de tierra sobre nuestros territorios, siempre se trata finalmente de cómo nos quitan nuestra tierra, nuestros comunes, en la dependencia internacional. Y es un acaparamiento de tierras pero es de recursos, que nosotros decimos bienes comunes, el agua, el salar, el territorio y también el litio, y el cobalto, el manganeso en las tierras raras, todo lo que se llaman los minerales críticos para la transición. En eso nosotros estamos en esta construcción de estos diagnósticos colectivos que venimos haciendo hace mucho tiempo, no lo hacemos solos, lo hacemos en redes, apuntamos a construir en redes de pensamiento [...]
No se puede pensar solamente un recambio de fuentes de energía, tenemos que pensar los modos de consumo, los modos de vivir, los modos de circular, la concentración, los conflictos que implica la energía, la relación social de mercantilización de la energía, etc. etc., lo venimos diciendo hace muchísimo tiempo. [...]
En un contexto global, regional, local ¿cómo hacemos una coordinación nacional de la resistencia a este extractivismo del litio? ¿Cómo pensamos eso? ¿Lo vamos a hacer nosotros GBC? No claramente, o sea estamos convocando a cómo hacemos que pase esto [...] cómo nos levantamos de diferentes sectores a resistir esto, cómo hacemos lo que también supo hacer el feminismo, los feminismos, de explicarnos que las conquistas se ganan en las calles, digamos, y cómo hacemos para ganar una ley de humedales que sea la que defienden los salares, y no como dice la cartera de minería ahora que va a garantizar que va a salir una ley de humedales pero que la minería de litio no va a tener ningún problema.
Ronda de preguntas
Un integrante de una organización en el Pueblo Atacama en la Provincia de Salta, le hizo la siguiente pregunta a Natalia Morales: “¿Por qué en vez de ley de humedales no hablamos de la reglamentación de la propiedad comunitaria? Entiéndase que las leyes indígenas y los territorios engloban cuestiones mucho más amplias que los humedales o el agua en sí, el subsuelo, la superficie y el espacio aéreo, ya con eso estaría completa la cuestión del resguardo que tienen las comunidades sobre sus territorios”.
Natalia: Yo estoy a favor de lo que mencionás, o sea, es necesario una ley que contemple la propiedad comunitaria de la tierra. Nosotros desde el PTS en el Frente de Izquierda acompañamos en el 2015, cuando hubo una acampe acá en el congreso con Myriam Bregman, el año pasado incluso acompañamos la ley 26 160 que impide los desalojos, que reconoce la posesión de las comunidades y los pueblos originarios en sus territorios, y nos parece más que importante acompañar todas esas peleas y esas iniciativas que muchas veces se expresan a nivel legislativo, en el congreso o en los parlamentos provinciales. Me parece que la ley de humedales y estas leyes que vos mencionás que reconocen derechos, incluso internacionales, de los pueblos originarios, no son contradictorias. Incluso van coincidiendo, porque humedales hay en territorio indígena, pero hay humedales que no están en territorio indígena, y por ejemplo cuando fue la pelea por la ley de glaciares, la pelea por la ley de bosques, también se dio una situación donde distintos sectores vamos coincidiendo.
Estas peleas parciales y las demandas y la agenda que pueden tener los pueblos originarios, los distintos sectores pueden confluir, se pueden articular. Nosotros estamos a favor de la autoorganización, incluso que se puedan dar en las provincias, a nivel nacional como los ejemplos que estuve dando, y defender y conquistar esas leyes significa, como mencioné hace rato, enfrentarse al lobby. Y si hay lobby, hay lobby minero, lobby del agronegocio, el lobby extractivista, que hoy por hoy, son los garantes de posibilitar el extractivismo solamente para que las divisas se vayan a honrar una deuda ilegítima ilegal y fraudulenta, que permita la fuga de capitales, como está sucediendo ahora también, entre otras cosas, pero donde no tiene ningún beneficio ni para los pueblos originarios, ni tampoco para el pueblo trabajador y quienes estamos en la provincia y en los distintos lugares.