Lorena Castro
| Docente Escuela 8 DE 5 y delegada de UTE/CTERA
Participaron, este miércoles, de una asamblea contra los "graves problemas de infraestructura" para denunciar la falta de respuesta del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ante la ola de calor. La misma problemática se refleja en la Villa 21 24, donde vive la mayoría de estudiantes y familias, que pasan horas sin luz ni agua.
Desde hace semanas que la comunidad educativa de Barracas nos venimos organizando ante los graves problemas de infraestrura escolar presente en el barrio. En este marco, docentes y familias de la escuela N°8 de Barracas, realizamos este miércoles una asamblea en la cual intercambiamos reflexiones en este sentido.
La misma comenzó con la lectura, de parte de una docente, del cuento “El pueblo que no quería ser gris” de Ayax Barnes y Beatriz Doumerc. A pocos días del 24 de marzo, y ante el reciente de fallecimiento del empresario azucarero Blaquier quien llegó a tener centros clandestinos de detención en su propia empresa Ledesma, compartimos esta historia muy conocida en las aulas de nivel primario en pos de conservar la memoria y seguir pidiendo verdad y justicia ante la última dictadura militar. Una mamá de la escuela, recién llegada de Jujuy, tomó la palabra haciendo alusión al funcionamiento de la empresa Ledesma y la importancia de movilizarse a 47 años del golpe, mostrando no sólo la emergencia de la escuela pública en sintonía con el desfinanciamiento educativo y la crisis económica profundizada por la dictadura, sino también por su expresión en la situación habitacional de barrios como el de la Villa Zavaleta en el cual vive un importante porcentaje de la matrícula de las escuelas de la zona.
Luego, se denunciaron los graves problemas de infraestructura junto a las familias y estudiantes presentes entre los que se mencionaron los sucesivos cortes de luz (que no sólo afectan los hogares sino también a las escuelas) y la falta de respuesta de Edesur, la falta de ventiladores en las aulas y demás espacios compartidos, la asistencia a la escuela de las y los niños luego de no dormir en toda la noche por los apagones y la consecuente falta de agua por la falta de suministro de energía.
Es que en el barrio y en las escuelas hay problemas con el funcionamiento de los tableros eléctricos. Por este motivo, en lo que va de esta semana, se evacuaron dos escuelas de la zona (la 20 y la 27) lo cual implicó que maestras y niñeces estuvieran horas al rayo del sol con 43° de sensación térmica. Una clara falta de inversión de las empresas, que se vienen enriqueciendo a costa de tarifazos, que demuestra por qué hay que nacionalizar los servicios públicos y que sean controlados por trabajadores y usuarios. En los mismos diseños curriculares, incluso, se habla sobre modelos energéticos sustentables como alternativa.
En la asamblea también se dio cuenta de los agravantes de esta situación como la falta de trabajo entre las familias y el impacto que esto tiene en el acceso a los recursos para enviar a sus hijas e hijos a la escuela como calzado y útiles necesarios.
La asamblea finalizó con la votación de algunas propuestas mencionadas en el debate como acompañar el paro educativo que impulsa el sindicato docente Ademys para la semana del 27 de marzo y participar de la movilización a 47 años del golpe genocida a realizarse el viernes 24 desde las 12 hs. en Plaza Congreso.