Los gobernadores Gustavo Valdés (Corrientes) y Rodolfo Suárez (Mendoza), los senadores Alfredo Cornejo y Julio Cobos, los diputados Mario Negri, Ricardo Buryaile y Martín Tetaz, el referente de Evolución Radical Martín Lousteau y la dirigente de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, fueron algunos de los presentes en el acto que tuvo como consigna central “dar vuelta la Argentina” y, como mensaje interno, posicionar al radicalismo en la interna de Juntos por el Cambio con el PRO, donde Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich parten con ventaja en los sondeos nacionales.
Desde el escenario, donde fue el único orador, el gobernador jujeño habló de su plan para “ordenar” la política, la economía y el Estado: mano dura; recuperar a la clase media con un programa de reactivación de la producción, que incluiría una “restructuración” de los planes sociales; “posicionar a la Argentina al mundo” a través del litio, la agroindustria y la biotecnología; reperfilar la deuda, fueron algunos de los principales temas que abordó. Desde ya, no hubo mención en su discurso al FMI, pero no hacerlo es una forma de asumir sus mandatos para el programa económico del país. A buen entendedor, pocas palabras.
Por supuesto, no faltaron tampoco las críticas al gobierno del Frente de Todos. “Vivir hoy en Argentina cuesta el doble que hace un año atrás. Estamos en manos de un gobierno en caída libre y de un Presidente perdido en las internas, con una realidad que no resiste más. Tenemos que dar vuelta el país y volver a creer”, dijo.
La interna
A nivel nacional, la UCR tiene dos candidatos presidenciales: Morales, que busca profundizar su alianza con Martín Lousteau y Horacio Rodríguez Larreta, y el neurólogo Facundo Manes, que se muestra más cercano a Patricia Bullrich. Morales, que fue el primero en lanzarse, hace guiños al peronismo para ampliar su llegada. Las aspiraciones del gobernador cordobés Juan Schiaretti, quien se encuentra abocado a cerrar filas con el sector del peronismo “federal”, parecen abrir posibilidades para el mandatario jujeño, que ya cuenta con antecedentes de alianzas “antigrieta”, como la que llevó en 2015 a Carlos Haquim -una figura clave del Frente Renovador y del actual ministro Sergio Massa- a la vice gobernación.
Sabemos que la UCR no tiene fuerza como para imponerse en la interna del PRO. Lo que sigue será, más que probablemente, una seguidilla de rosca propia, fiel a la tradición de los boinas blancas en sus peleas por cargos y espacios dentro del Estado. Morales sabe de esto, desde 1989 lo hace ocupando distintos sillones públicos. |
