Tras el anuncio este jueves por parte del Gobierno de Macron para utilizar el artículo 49.3 de la Constitución (similar a un decreto) para aprobar su reforma de pensiones, una encuesta de Harris Interactive muestra el alcance de la oposición social a la medida y la crisis política de su Gobierno. El 82% de la población dice que se opone al uso del artículo 49.3.
Pero más allá de la oposición misma a la utilización de esta herramienta antidemocrática, la encuesta también refleja que el ejecutivo está más débil que nunca, con el 71% de la población deseando su renuncia inmediata. La consultora Harris Interactive lo analiza de la siguiente manera: "Si se presentara una moción de censura contra este recurso al artículo 49.3, el 71% de los franceses querría que se aprobara y que el gobierno dimitiera". Lo cierto es que ya hay dos mociones de censura presentadas en la Asamblea Nacional que se deben tratar el lunes, pero lo que más amenaza hoy al Gobierno es el radicalismo que se expresa en la calle y en la reanudación de la huelga en diferentes sectores.
El Gobierno es plenamente consciente de ello, como lo demuestra el salto represivo dado contra manifestantes y huelguistas esta semana y en particular este jueves y viernes tras el anuncio del decreto de Macron.
Como señalan nuestros compañeros y compañeras de Révolution Permanente: "En este contexto de profunda crisis política, como lo demuestran estas encuestas, es urgente poner todo en marcha para prolongar la huelga".
La huelga, de hecho, continúa y se renueva en refinerías, recolectores de basura, empresas energéticas o incluso en el transporte, y el anuncio de la utilización del artículo 49.3 no hizo más que echar leña al fuego y dio pie a numerosas acciones espontáneas y manifestaciones el jueves, que continúan este viernes. En este sentido, según la encuesta, el 65% de la población está a favor de una extensión de la movilización incluso después de la aprobación del texto por 49,3.
El sondeo confirma la enorme crisis política del Gobierno de Macron, que no solo se encuentra en minoría en el Parlamento, sino sobre todo en una ultraminoría social con una abrumadora oposición movilizándose en las calles y en las empresas. Es ahora o nunca, hay que pasar a la ofensiva construyendo la huelga renovable y su extensión, para finalmente sacar a Macron, el Gobierno y sus reformas.
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