Articulo publicado originalmente en Révolution Permanente
[N. de T.] Las requisiciones son un arma legal del estado francés para obligar a trabajadores a romper una huelga bajo amenaza de seis meses de prisión y 10.000 euros de multa.
La escasez que afecta a los departamentos del sur y el oeste de Francia es también muy importante en los aeropuertos. Ante esta situación, el Gobierno decidió el miércoles por la noche requisar al personal en huelga de la mayor refinería de Francia, Total Normandie, para enviar combustible a los aeropuertos.
El miércoles por la noche, ante esta ofensiva, los refinadores de la CGT Total Normandie, habían convocado a todos los sindicalistas de Le Havre a una concentración frente a la refinería a las 20h. Más de trescientos huelguistas de todas las zonas industriales de la región (estibadores, portuarios, SNCF, Iara, Chevron, etc.), así como estudiantes, respondieron y se mantuvieron en pie toda la noche para impedir la entrada de los trabajadores requisados y la intervención de la policía para desalojar al piquete.
"Tenemos requisiciones que están en proceso de emisión. El reto para ellos hoy es recuperar los 73.000 m3 de hidrocarburos que tenemos en nuestros depósitos. Como los aeropuertos de París están bajo los efectos de la huelga, sólo quedan existencias de combustible para dos días. Han pasado a un modo de bajo consumo. Han cancelado el 30% de los vuelos. Piden a los aviones de medio recorrido que doblen. Están en una situación extremadamente crítica", explicó Alexis Antonioli, Secretario General de la CGT Total Normandía, desde la refinería el miércoles por la noche.
Y añadió. "No debemos engañarnos. El Gobierno va a hacer todo lo posible para romper las huelgas. Van a hacer todo lo posible para conseguir el combustible, ya sea de nosotros, de la CIM o de Exxon. Van a intentar recuperar todas las instalaciones de almacenamiento. Lo hacen porque están en una situación de pánico total. Porque las huelgas continúan, la movilización se endurece, la dinámica en la juventud continúa".
Sobre el terreno, la manifestación de solidaridad obrera permitió a los sindicatos desbaratar las maniobras de la dirección, que pretendía requisar a los agentes que acababan de reincorporarse a sus puestos sin siquiera avisarles con antelación. Para impedir las requisas, los huelguistas decidieron cometer "defectos de socorro". "Si quieren que volvamos, que retiren las requisiciones. Iremos a vigilar las instalaciones, pero eso es todo lo que haremos. No enviaremos ningún producto. Ante los ataques, nos estamos endureciendo y no vamos a realizar ningún relevo", anunció el sindicalista. Al mismo tiempo, los trabajadores de una planta petroquímica situada frente a la plataforma votaron la paralización de las instalaciones en dos de las unidades y pidieron la paralización de las demás instalaciones.
Aunque la dirección intentó negociar anoche con los huelguistas, ofreciéndoles levantar las requisas si los trabajadores aceptaban levantar la huelga, éstos se negaron en redondo. Para seguir organizando la solidaridad, tras casi 24 horas en el piquete, se ha convocado una concentración para este jueves a las 13.00 horas, después de la manifestación de Le Havre. Esta mañana, en el piquete, Alexis Antonioli explicaba: "No tenemos ninguna intervención de la policía ni requisa, porque lo hemos impedido. Pero si hubiera una intervención de la policía, sería similar a lo que ocurrió en Fos-sur-Mer, ¡contaremos con la solidaridad para impedir las requisiciones!
Frente a los ataques repetidos del gobierno y su huida hacia delante autoritaria, los refinadores de Total Normandía y sus partidarios muestran el camino. Las direcciones sindicales deben seguirles y posicionarse urgentemente para denunciar pero también para organizar concretamente el contraataque, poniendo todos los medios al servicio de la solidaridad y de la generalización de la huelga.
Traducción: Jorge Remacha |