Foto: Walter Lemejis, víctima de la precarización laboral, en las tribunas de su querido Lobo
Walter era integrante del espacio “Por y Para el Bosque”, cuyo lema dice: “Si cada tripero pone lo que puede, podemos hacer todo”. La frase sintetiza el trabajo colaborativo y permanente que realizan hace 6 años.
Walter formó parte de la lucha histórica en defensa de la identidad gimnasista, contra el exilio forzado – por dirigentes y funcionarios – desde 60 y 118 hacia el Estadio Ciudad de La Plata, etiquetado como “monumento a la corrupción” por la indignación que generó dicha construcción innecesaria, en una ciudad que no necesitaba un nuevo escenario y tampoco era prioridad para una provincia, que desde los años ’90 hasta la actualidad, sufre la falta de financiamiento de obras básicas por parte de los distintos gobiernos provinciales.
Walter no colaboraba con el Lobo, sino que cuidaba su casa, su espacio colectivo y sus colores, en un Club que se está construyendo entre todos, cuya obra más visible es la reciente colocación de la Platea Néstor Basile (otro luchador, de los imprescindibles), que se levantó a partir de las iniciativas y manos de sus socios, con ideas trasformadoras y las luchas reivindicativas, más allá de los dirigentes y empresarios de turno que aparecían en diferentes momentos para poner dinero y traer algún refuerzo – generalmente en busca de reconocimiento por su “gesto” e instalar su apellido para una futura elección.
Walter es Bosque, repiten sus amigos y compañeros, que harán una jornada multitudinaria de pintura en su homenaje, invitando a todo el Pueblo Tripero al Bosque, este sábado 12 desde las 10hs, y así seguir su legado: construir el club desde abajo y entre todos. |
