El motivo de fondo que provoca el golpe es que los grandes empresarios querían disciplinar al movimiento obrero organizado e insurgente. Calladitos o muertos porque cuestionaban su poder en las fábricas desde hacía años con tomas, huelgas y enfrentando a los dirigentes sindicales tradicionales. Pasaba en Argentina y en gran parte de América Latina.
El peronismo que venía gobernando no había podido contenerlo, -incluso le hicieron una huelga general de dos días en 1975 - los empresarios, los partidos políticos tradicionales y la Iglesia decidieron ir a golpear las puertas de los militares para que “pongan orden”. Por eso hicieron un golpe militar el 24 de marzo de 1976, el sexto del siglo XX lo que muestra que era una modalidad recurrente.
Un genodicio es un crimen de Estado, planificado para exterminar a un sector de la sociedad y fue de clase. El 54 % de las víctimas eran trabajadores, el 30 % eran estudiantes. Eran militantes de izquierda, activistas en fábricas, delegados y dirigentes políticos y sindicales que hacía años luchaban y se organizaban en lugares de trabajo y estudio.
Al hacerlo tuvieron vía libre para ir quitando todos los derechos implementando un plan neoliberal brutal.
Si hoy los salarios son bajos, si hay trabajo precario y mucho desempleo es por la herencia que dejó ese gobierno militar que empezó el primer año con un 400% de inflación, que bajó salarios y quitó muchos derechos laborales, que hizo crecer la desocupación y la pobreza, que se endeudó con el FMI y entregó tierras y recursos naturales.
Y mientras pasaba esto las empresas tuvieron muchas más ganancias y fugaron capitales al exterior. Claro que van a defender a la dictadura. Ningún gobierno desde la vuelta de la democracia constitucional a esta parte, cambió estructuralmente esta situación.
En el plan represivo que armaron, la mayoría de las víctimas eran secuestradas de noche por grupos de tareas encapuchados, todo ilegal. Muchos de estos operativos pasaban como enfrentamientos para simular una guerra. Incluso al momento del golpe Montoneros y el ERP, que eran las dos organizaciones armadas más importantes, ya estaban prácticamente desactivada.
Lo primero que hizo el Ejército el 24 de marzo a la madrugada, fue ocupar fábricas con camiones, tanques y hasta helicópteros con la colaboración de dirigentes sindicales peronistas. Muchos testimonios comprueban esto.
En la última dictadura funcionaron 600 centros clandestinos de detención, parecidos a los campos nazis, donde torturaron y mataron. El primero empezó a funcionar en Tucumán antes del golpe cuando gobernaba el peronismo (porque antes había represión, lo que hizo el golpe fue extenderla a todo el país). Hasta hubo campos de tortura dentro de Acindar, Ford, Ledesma (entre otros), donde los empresarios hacían listas negras.
Se robaron bebés, violaron, tiraron personas al mar desde aviones atados para que no zafen. Todo eso hicieron los militares. El genocidio fue usado para disciplinar y amenazar con el “no te metas”.
Los desaparecidos y desaparecidas fueron muchísimos. El número 30.000 de hecho está abierto, podrían ser muchos más, porque cuando se recopilaron las denuncias en los 80 en el libro Nunca Más mucha gente no denunciaba por miedo a los milicos que estaban libres y los amenazaban para que no hablaran.
Si los negacionistas realmente quisieran saber qué pasó con los desaparecidos tendrían que exigir al Estado y a los empresarios golpistas que abran los archivos. Están pero no se muestran. Es la única forma de saber realmente qué pasó. | 
