La resignación del kirchnerismo y la crisis de la ilusión estatalista
Empieza el cuarto (¿y último?) año del gobierno del Frente de Todos. Las promesas que anunciaban “empezar por los últimos para llegar a todos” se desvanecieron en el aire y con ellas las expectativas que despertaba “sacar a Macri” en algunos sectores de la juventud en el año 2019… ¿qué pasó en el medio?
Bajo el gobierno de Alberto, Cristina y Sergio se aceleró y profundizó el ataque hacia el poder adquisitivo de los trabajadores, desde el acuerdo con el FMI en el 2018 a esta parte perdimos 1 de cada 4 pesos de nuestros bolsillos. Por otro lado, la información recopilada por la Encuesta Permanente de Hogares, arroja la cifra del 70% cuando mide la precarización laboral extrema (sin aportes jubilatorios, con contratos a término, o sin vacaciones) en los jóvenes de 18 a 29 años.
En el terreno de la educación, hacia fines de 2023 -si se cumpliera la inflación de 60% proyectada por Massa en el Presupuesto- la pérdida de recursos que recibe la universidad alcanzaría el 42% acumulados en los últimos seis años. El relato de “formate todo lo que puedas, conseguí un trabajo, un salario y empezá tu vida” se choca contra la realidad del desfinanciamiento sistemático y un mercado laboral salvaje que le importa poco y nada nuestra formación.
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Por otro lado, el sueño de independizarse para millones de jóvenes sigue siendo eso, un sueño. Según los últimos datos disponibles en el país, hay casi 2,4 millones de personas de entre 25 y 35 años que no pueden irse de la casa familiar. No estamos hablando de adquirir una propiedad sino simplemente de alquilarla.
Frente a esta realidad el paradigma meritocrático del esfuerzo individual y la autosuperación para mejorar las condiciones de vida individuales pareciera tomar más peso en sectores amplios de la juventud, pero se choca con la realidad del capitalismo y los salarios de miseria. ¿Cuántas horas “elegimos” trabajar para poder vivir? ¿Trabajar para vivir o vivir para trabajar? La idea del kirchnerismo del Estado como garante de derechos y de “batallar desde su interior para modificar la realidad de la gente” se chocó con las reglas de juego de un Estado que está ordenado en función de los intereses y negocios de una minoría. El apoyo político a Sergio Massa, haber aprobado todos los presupuestos del FMI y ponerse de acuerdo para realizar un nuevo saqueo a los jubilados, es expresión de eso. Fue la misma Cristina, con su “lapicera”, quien ubicó a Fernandez como presidente y luego a Massa como superministro profundizó los pasos del tan criticado Guzmán.
La crisis del relato frente a esta realidad lleva a que esta variante política tenga una estrategia en la juventud un discurso de conformarnos y “resignarnos” con la miseria de lo que hay. Un ejemplo de esto lo encontramos en el último comunicado que hizo público el Frente Patria Grande, donde denuncian las evidentes consecuencias que el acuerdo con el Fondo trae. La salida que plantean estos sectores es una “mejor negociación” con el organismo internacional. Esta salida, que parte de aceptar sin chistar que el FMI conducirá la economía del país durante los próximos años, es además un verso: mientras la supuesta mejor negociación no llega, tenemos al gobierno del FDT aplicando el ajuste. Las consecuencias de este discurso donde todo llega de arriba (del Estado) y donde solo podemos aspirar a transformaciones dentro de las reglas del régimen (que no se saben cuándo llegarán), es lo que hoy encuentra en una enorme crisis política a la militancia que conforman las corrientes políticas kirchneristas, que no convencen ni conmueven a los jóvenes, sino lo contrario, los defrauda.
Este discurso se expresa de forma evidente en los lugares donde dirigen los sindicatos o centros de estudiantes, ya que se encargan de “pasivizar” y “controlar” el descontento. Siempre escuchamos a esta fuerza política en los lugares de estudio y trabajo poner de excusa motivos de “fuerza mayor” para negar y/o postergar la pelea por nuestros derechos. Porque para el kirchnerismo la relación de fuerzas no se construye, solo se puede conseguir lo que “está dado” que hoy, en las actuales condiciones económicas, es poco y nada. Pero la realidad es que el gran capital "decide todos los días" con la inflación, los golpes de mercado, promoviendo a los Milei (que el mismo peronismo deja correr por puro cálculo electoral), etc. Ellos "construyen la relación de fuerzas" todos los días, mientras la pasividad del FDT les deja el terreno libre para avanzar. La lucha, la calle, pelear por unir demandas y todas cuestiones imprescindibles para la pelea por nuestros derechos son mala palabra. Y en este sentido la institucionalización de las conducciones se ha profundizado enormemente, al punto de ser prácticamente serviles al poder de turno, esta realidad también fomenta la idea de que lo único que queda es la salida individual. Por eso peleamos por recuperar estas conducción que hoy están de la mano de estas burocracias que paralizan y desmoralizan.
Milei quiere rifarle nuestros derechos a los empresarios
Pablo Vommaro desarrolla en su artículo “Los jóvenes contra la cancha inclinada” lo que pareciera ser una nueva ubicación de la juventud respecto al Estado: “La Argentina áspera de la pobreza y la falta de oportunidad, de la violencia social y el desamparo, alumbró una juventud crítica respecto del Estado.”
Sobre el descontento con los políticos que gobernaron los últimos años, responsables de aplicar las recetas del FMI, es que surgen personajes como Milei con un discurso que busca mostrar distancia de la “casta política”. Coincidimos con Vommaro este surgimiento “no significa un “giro conservador o a la derecha en los valores culturales y económicos de la juventud”, sino que es la expresión del descontento frente a la política de este gobierno y el anterior, que abona a un sentimiento de “decepción” y “falta de expectativa del futuro”.
La respuesta a esta situación que destilan los liberfachos boys (y lo decimos así por la predominancia en su núcleo duro de varones, de clase media y anti derechos), es el espíritu meritocrático. Se figura todo un séquito de muchachos exitosos “trabajando”, siendo sus “propios jefes” de rubros –de dudosa actividad e impronunciables en muchos casos–, intentando construir el relato de una vida que para las enormes mayorías que laburan 8 horas en un call center o 12 horas pedaleando, es una completa ficción. Lo que Milei no se ocupa de decir, es que para “llegar hasta donde llegó”, lo hizo siendo empleado de Eurnekian –que administra los aeropuertos gracias a las concesiones del Estado– y a través de unas discretas conferencias a empresarios del mundo financiero por tan solo 10 mil dólares. Excelente servicio pro empresarial.
Pero detrás de los gritos y el acting de outsider, Milei y sus políticos buscan esconder su plan económico: la dictadura del mercado que implica el famoso “sálvese quien pueda”, alienta la xenofobia, la represión y la misoginia, con valores profundamente conservadores e individualistas. Estos personajes plantean propuestas como la “dolarización”, que lejos de ser una medida a favor de los trabajadores, llevaría el dólar oficial entre $1.000 y $2.500 (según Alvarez Agis) y destrozaría el ingreso de todos nosotros. Quieren liquidar la moneda nacional para que pasemos a depender completamente de la Reserva Federal De Estados Unidos, en un mundo que está atravesado por crisis, expresada recientemente en la quiebra de Silicon Valley Bank. Milei quiere engañarnos para que le vaya bien a los empresarios, no a nosotros. El ejemplo de Ecuador lo demostró: en el año 2000 previo a dolarizar y retirar de circulación el sucre (moneda ecuatoriana) se devaluó en un 400% y la inflación se disparó al 94%.
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El liberal de los pelos descontrolados repite constantemente que las universidades públicas son “centros de adoctrinamiento”. En una entrevista que realizó el año pasado en LN+, medio que visita día por medio, le preguntaron a quién pondría de Ministro de Educación. A esta pregunta respondió: “¿Vos tendrías un ministerio que no tiene escuelas?”. El diputado liberal opina que si “la gente cree que la educación es un derecho, alguien lo tiene que pagar. Yo soy partidario de que toda la educación sea arancelada.” La concepción de libertad que pregona Milei, como vemos, no es nada más ni nada menos que la libertad de mercado. Cada una de sus medidas económicas hay que saber el impacto social que tendría, en este caso que miles nos quedemos sin acceso a la educación.
En otros terrenos también Milei expresa su verdadero rostro, para él, el problema de la destrucción de nuestro planeta “es otra de las mentiras del socialismo” y forma parte de la agenda del “marxismo cultural”. Bruto e ignorante. La respuesta es peligrosa, sobre todo porque miente sobre el futuro ante un auditorio compuesto principalmente por jóvenes. Con argumentos totalmente anti científicos intenta cuestionar al enorme movimiento ambientalista que, a nivel mundial, lleva años luchando por imponer una agenda que cuestione a fondo la destrucción del planeta que ejecutan sin pudor los gobiernos del mundo y las grandes corporaciones económico-financieras. Y cómo si todo esto fuera poco, además, es un ferviente militante pro vida, anti derechos de las mujeres. Las cuales, con mucha predominancia juvenil, coparon las calles con la marea verde contra "los dinosaurios". De los cuales Milei es claramente uno.
Política de y para nuestra clase: un programa ante la crisis
Nos encontramos en un mundo muy distinto al de otras generaciones, pasando por la gran crisis mundial del 2008 y en el 2020 por la pandemia. Un mundo que pareciera solo ofrecer incertidumbre, proyectos políticos que traen desigualdad, hambre, epidemias y catástrofes ecológicas a las que ahora se suma la guerra en el medio de Europa. La ausencia de grandes revoluciones en la historia reciente, como la rusa o la cubana, colabora con las variantes políticas que buscan reducir el “horizonte de posibilidad” para la juventud.
Sin embargo, contamos con ejemplos a nivel internacional que hacen temblar a los regímenes neoliberales. En Chile la juventud salió en masa a enfrentarse a la herencia pinochetista y fue la chispa que encendió la revuelta. En Colombia, Perú y Ecuador vimos hace muy poco levantamientos también. Y actualmente en Francia el intento de Macron de implementar la reforma en las jubilaciones, puso de pie al movimiento estudiantil y al movimiento obrero para repudiar estos ataques. Según un artículo de Le Monde en la jornada de lucha del 23 de marzo se contabilizaron medio millón de jóvenes en las calles, más de 150 mil concentrados en París. Con más de 80 universidades y 400 escuelas tomadas, ocupadas o bloqueadas. El levantamiento y la irrupción de la lucha de clases francesa, traen nuevos aires a nivel mundial y permiten volver a pensar un horizonte emancipador. No podemos dejar de pensar que las luchas de hoy, resuenan en las lecciones de ayer. Nos llevan al Mayo Francés donde estudiantes y trabajadores lucharon contra la opresión y explotación de este sistema irracional. Como plantea Eduardo Castilla: “en este mundo convulsionado por la guerra y las tensiones económicas, el sepulturero empieza a moverse. Las imágenes que llegan desde París dicen que el futuro se está escribiendo, y la lapicera está en manos de la clase que puede reorganizar esta sociedad sobre nuevos fundamentos.”
En Argentina, como ya mencionamos, la política de las direcciones peronistas y radicales es la de “pasivizar” tanto en el movimiento obrero como en el estudiantil. Sin embargo, y a pesar de ellas, existieron ejemplos de lucha y donde se expresaron tendencias antiburocráticas como es el caso de los trabajadores vitivinícolas; los trabajadores de la salud en Neuquén que se unieron junto al pueblo mapuche y los estudiantes contra la paritaria a la baja que buscaba imponer el gobierno provincial; la pelea de los trabajadores del SUTNA; desocupados; docentes; trabajadores de la UTA y los residentes de salud en CABA y PBA.
En el marco de esta situación, en la juventud reina el descontento frente a la nula respuesta que encuentran en los partidos que vienen gobernando desde siempre. Lo que, como ya planteamos, genera sentimientos “anti-política”. La discusión está en ¿política para quién? ¿para qué? Desde la izquierda tenemos el desafío de disputar qué salida ante la crisis y hacia dónde va este descontento imperante.
En primer lugar, hay una tarea de combatir contra quienes quieren imponer esta idea de “anti política”, y convencer de que nosotros tenemos que hacer política “de otra clase” porque ellos hacen su política para sus intereses. Mientras su política es para los grandes empresarios, que se la llevaron la guita en pala siendo los ricos cada vez más ricos, y los pobres cada vez más pobres. Nuestro planteo es que para la juventud sólo hay futuro si nos organizamos junto con la clase trabajadora, el movimiento feminista y el movimiento ambiental. Que tenemos que hacer política para la clase trabajadora porque sabemos que gobierne quien gobierne van a querer profundizar el ajuste que dicta el FMI. No confiamos en ninguno de los que nos trajeron hasta esta crisis, solo podemos confiar en nuestra propia fuerza y el rol transformador de los trabajadores cuando se unen con otros sectores. Por eso, es tan fundamental la organización y que debatamos hacer política para los nuestros con el fin de frenar el infierno al que nos quieren llevar.
Actualmente esta unidad se vuelve urgente. La clase trabajadora tiene que discutir cómo responder con su propio programa ante la crisis. Desde el Frente de Izquierda, con Nicolás del Caño junto a cientos de jóvenes trabajadores ocupados y desocupados venimos planteando frente a la crisis la necesidad de reducir la jornada laboral a 6 horas, 5 días a la semana repartiendo las horas de trabajo entre ocupados y desocupados, para que todos tengamos trabajo, sin afectar el salario. Solo en un sistema tan irracional cómo el capitalismo puede existir miles que trabajan sobreexplotados, jornadas extenuantes que te dejan sin tiempo a nada, y por otro lado miles sin desocupados, sin empleo, sin la posibilidad de tener un sueldo para llevar un plato de comida a la familia sí quiera. Los políticos subsidian a las empresas con cifras millonarias, mientras que los empresarios contratan en negro, con jornadas laborales extensas. Esta medida implica afectar así estas ganancias extraordinarias de los empresarios y generar un movimiento de lucha como lo hizo el movimiento obrero por las 8 horas de trabajo. La crisis la tienen que pagar estos grandes empresarios que se fugan cada peso.
Estos últimos días, también vimos cómo las empresas de energía cortaban la luz y el agua. Los servicios públicos tienen que ser derechos elementales de la población y no un negocio para unos pocos. Peleamos por nacionalizar los servicios públicos, creando un sistema energético nacional integrado, bajo administración de sus trabajadores y control por sus usuarios.
También están quienes especulan con el negocio inmobiliario mientras miles, muchos jóvenes, no podemos pagar nuestros alquileres, tenemos que vivir con nuestros viejos porque es imposible que la plata alcance para pagar la suma millonaria que valen los alquileres. Mientras el déficit habitacional es de 3,5 millones de viviendas, hay dos millones de viviendas ociosas. Claramente sus intereses no son los nuestros, y en pos de la pelea por trabajo con derechos, peleamos por una vida digna. A problemas acuciantes, salidas decididas para las grandes mayorías como la expropiación de los grandes grupos inmobiliarios y un plan de obras públicas acorde a cubrir la necesidad de vivienda.
Hoy los que gobiernan, mantienen los intereses de estos empresarios y millonarios, todos quieren que la crisis la pague la clase trabajadora y los jóvenes, nos meten la mano en nuestros bolsillos. Milei con la dolarización que implicaría que los salarios valgan un 20% de lo que valen hoy, el gobierno viene aplicando a rajatabla la receta de ajuste del FMI aumentando las tarifas de servicios públicos y dando subsidios a los empresarios millonarios. Nosotros queremos sacarle la fortuna a los grandes empresarios, quienes nos roban y robaron, expropiando a los expropiadores.
Por una corriente juvenil de combate, anticapitalista y socialista ¡Construyamos una red de agrupaciones de izquierda!
Para pelear por esta perspectiva es fundamental construir agrupaciones juveniles que peleen en los colegios, en las facultades, en los lugares de trabajo, y en los barrios. Juntar fuerzas en cada uno de estos lugares es fundamental, para dar batalla contra el individualismo, la resignación que quieren imponer, contra la meritocracia y el machismo. Peleamos para que en cada lugar tengan llegada las ideas de la izquierda, con Nicolás del Caño y Myriam Bregman. Porque los grandes medios, los empresarios y el gobierno quieren que se asocie a la juventud con el individualismo que quiere imponer la derecha. Porque tenemos que pelear nuestro programa de salida a la crisis contra el que ellos nos quieren imponer. Porque tenemos que hacer valer que los jóvenes queremos hacer política, porque no hay otra forma de tener futuro si no nos organizamos.
Entendemos que es sustancial la tarea militante que cada unx de nostorxs lleve adelante para disputar qué salida a la crisis, los valores que se asocian a la juventud y para construir un horizonte colectivo junto a los trabajadores para cambiar esta sociedad de raíz. Esta tarea la hacemos construyendo una gran juventud trabajadora- estudiantil, con nuestra Red de agrupaciones.
En primer lugar, nuestras agrupaciones pelean en cada lugar de estudio y trabajo por organizar a cada joven que entiende la necesidad de la presencia de la izquierda lo cual lleva a combatir concretamente la despolitización de las corrientes que solo se abocan a la administración de bares y servicios y transforman la actividad política de los centros de estudiantes solo en eso. Para nosotros es todo lo contrario, los espacios de los jóvenes tienen que fomentar el debate y la organización con las formas más creativas y democráticas posible, sabiendo que hay una disputa contra la resignación y el conformismo, pero también para que las ideas reaccionarias no ingresen y se instalen como un sentido común ni como nuevas corrientes políticas que buscarán organizarse contra nuestros derechos. El individualismo y el sálvese quien pueda está en las antípodas de nuestra juventud que vibra con la lucha colectiva de los estudiantes franceses que están haciendo cosas maravillosas enfrentando al gobierno de Macron. En síntesis, la disputa de las ideas y propuestas concretas a cómo salimos de esta crisis es una tarea de hoy en la cuál es vital la militancia de cada una y cada uno de los compañeros de nuestras agrupaciones.
En segundo lugar, sabemos que las conducciones estudiantiles de los centros de estudiantes se encuentran sumidas en la parálisis, y reducen su actividad a administrar servicios como los buffets y fotocopiadoras en las facultades. Por eso, desde nuestras agrupaciones nos organizamos desde abajo junto a los estudiantes de forma independiente a las autoridades y el gobierno en cada facultad contra el ajuste en educación. Nos organizamos por aumento del presupuesto educativo, por becas integrales para los estudiantes, y por el boleto educativo gratuito y universal. También en cada colegio junto a los docentes, nos organizamos frente al desfinanciamiento de la educación, las escuelas se caen a pedazos, y no se soporta el calor.
Pero no sólo nos organizamos por nuestras propias peleas, sino que apoyamos cada lucha y nos organizamos junto a la clase trabajadora. Nuestro desafío es buscar unir lo que ellos quieren dividir: a los trabajadores ocupados con los desocupados, y a estos con la juventud, y los movimientos actuales como el feminista y ambiental. Esa es la tradición de nuestra corriente, la del Cordobazo, donde la poderosa alianza entre trabajadores y estudiantes abrió nuevos marcos de posibilidad, empujando hacia adelante la imaginación y el horizonte político de otro tipo de sociedad. Buscamos construir una juventud que combata el corporativismo, apoye cada conflicto y luche codo a codo junto a la clase trabajadora para darle otra salida a la crisis. Así lo hicimos con los trabajadores de GPS de Aerolíneas Argentinas en Capital Federal, y en Tucumán contra los despidos de Teleperformance. En todo el país venimos realizando asambleas abiertas donde nos encontramos con trabajadores ocupados y desocupados, e impulsamos casas culturales socialistas donde realizamos talleres de oficio mientras peleamos por trabajo genuino, construimos un espacio de aprendizaje y organización.
Este es un debate dentro de la misma izquierda ya que mantienen una política “corporativa” tanto en el movimiento piquetero, así como en el movimiento estudiantil y el movimiento obrero. Mientras fue el conflicto de los trabajadores del neumático, el PO tuvo una política corporativa, el mismo día que movilizaba el movimiento piquetero y los trabajadores del SUTNA mantuvo dos marchas separadas sin buscar confluir. En las facultades en las que se encuentra tampoco pelearon para que sectores de los estudiantes confluyan con los trabajadores.
Esta red de agrupaciones se organiza para rechazar el acuerdo del gobierno con el FMI, sabemos que este organismo a lo largo de la historia no sólo de nuestro país sólo tiene para ofrecer más hambre y pobreza para el pueblo trabajador. Sometiendo a través del mecanismo de la deuda a que los gobiernos apliquen su política económica. Contra el kirchnerismo que nos dice que tenemos que “negociar mejor” nuestras agrupaciones plantean el rechazo a este organismo y el desconocimiento de la deuda que el macrismo se fugó.
Buscamos intervenir y desarrollar en cada pelea del movimiento feminista y ambiental. Venimos de un nuevo 8 de marzo donde nos movilizamos en todo el país, exigiendo el fin de la violencia machista, contra el ajuste y la precarización que recae sobre todo en las mujeres y contra el FMI. En las facultades nos organizamos para que se implemente el Cupo Laboral Travesti-Trans, por la aparición de Tehuel, y para que haya perspectiva de género transversal en todas las carreras. También nos organizamos frente al plan extractivista del gobierno, donde la Universidad también forma parte. Tal es el acuerdo entre la Universidad de La Plata con la de Jujuy para trabajar sobre las minerías de Litio.
Contamos también con un desarrollo político - ideológico de nuestras agrupaciones. Desde el año pasado llevamos adelante la Cátedra Libre Karl Marx en más de 20 universidades, para debatir la actualidad del pensamiento marxista como una herramienta de transformación social. Al mismo tiempo que contamos con el suplemento juvenil Armas de la Crítica que ya cuenta con 43 números. Este aspecto nos distingue de la política del kirchnerismo, que aceptan una política estatal; de los liberales que reciben las viejas recetas y la ideología de la Escuela de Chicago; nuestro proyecto juvenil busca ser un marxismo vivo, militante, que se curte sin dogmatismo de las discusiones de nuestro tiempo.
Nuestro proyecto de juventud busca construir una Juventud antiimperialista e internacionalista. Desde la Juventud del PTS formamos parte de la Fracción Trotskista - Cuarta Internacional. Apoyamos cada lucha de la clase trabajadora a nivel internacional, vibramos con el proceso de movilización en Perú contra el gobierno golpista de Dina y la herencia fujimorista. Dos estudiantes que son parte de nuestra corriente decidieron llevar este apoyo viajando a Perú y aportando a la construcción de nuestro partido hermano. Viajaron como parte de la delegación de la red internacional de la izquierda Diario, Matías Busi, dirigente estudiantil y familiar de desaparecidos en la última dictadura cívico militar en Argentina, y miembro de la comisión directiva del Centro de Estudiantes de Humanidades en la UNLP, viajó junto Eduardo Brenis, estudiante de la UBA, representante de la secretaría general del CEFYL. También en la lucha en Francia nuestra agrupación juvenil hermana de la juventud del PTS, "Le Poing Levé" (el puño en alto), viene de conquistar ser la principal corriente Juvenil en la universidad más importante de París y Toulouse, y actualmente está jugando un rol muy importante en la organización de la confluencia del movimiento estudiantil con los obreros en plena lucha contra la reforma previsional de Macron. La lucha de Francia permite imaginar otro futuro posible donde seamos los trabajadores y estudiantes quienes lo escribamos. Este 24M la juventud del PTS y sus agrupaciones realizamos y participamos de un acto en apoyo a la lucha de los trabajadores y estudiantes en Francia y para apoyar este grito de solidaridad internacional, denunciando la represión y detenciones del gobierno.
En este sentido, es que nuestras agrupaciones son socialistas. Los actuales procesos de lucha de clases a nivel mundial, permiten imaginar una sociedad sobre otras bases, en la que la cual la planificación democrática de los recursos se imponga frente a la anarquía capitalista y la vida pueda ser disfrutada plenamente en armonía con la naturaleza junto al desarrollo creativo de la ciencia, el arte y la cultura. Para ello es necesario que estos procesos pasen de la “revuelta” a la “revolución”, como desarrollan Matias Maiello y Josefina Martinez: “los nuevos procesos de lucha de clases y las fuerzas sociales que comienzan a ponerse en movimiento plantean posibilidades que van mucho más allá de la utopía de conquistar una zona de autonomía en el medio de la miseria capitalista. La pregunta estratégica es: ¿cómo hacer para que toda la energía de los procesos no sea contenida en los marcos de los regímenes políticos capitalistas o se terminen imponiendo salidas reaccionarias, o peor aún, contrarrevolucionarias, sino al contrario que abran a las nuevas revoluciones?”.
En esta revolucionaria tarea construimos nuestras agrupaciones en perspectiva a consolidar una organización revolucionaria, un partido de la clase trabajadora que desde el momento actual se prepare para los ataques que sabremos que se vendrán de la mano del FMI, en perspectiva de ser capaces en los futuros procesos poner fin a este sistema capitalista. Hay que hacer como en Francia, y fortalecer una gran corriente juvenil de combate para estar preparados para escribir una nueva página de la historia. |