Bajo la consiga “Basta de Gatillo Fácil, el Gobierno es Responsable” más de 2000 jóvenes, mujeres y trabajadores se concentraron desde las 17 horas en Plaza Moreno para movilizar hasta la Casa de Gobierno provincial, pasando previamente por Asuntos Internos de la Policía Bonaerense.
La convocatoria tuvo lugar a partir de los últimos casos de gatillo fácil que ocurrieron recientemente en la localidad. Juan Martín Yalet fue asesinado dentro de un patrullero de la Bonaerense. Rafael Cobo fue herido gravemente, luego de que dos efectivos de la policía local del intendente Pablo Bruera, discutieran y dispararan dentro de un centro cultural.
La familia de Juan Martín Yalet, el padre y hermano de Rafael Cobo, Sandra madre de Omar Cigarán, Zulma Maldonado hermana de Juan, entre decenas de familiares de víctimas del gatillo fácil de la región, encabezaron la columna. Detrás, decenas de organizaciones de derechos humanos, sociales y políticas marcharon para exigir justicia y denunciar la responsabilidad estatal y gubernamental ante estos hechos represivos.
“Estamos acá para acompañar a todos los familiares de víctimas de gatillo fácil, para que no ocurran más este tipo de hechos” sostuvo Ramiro Cobo, papá de Rafael. Por su parte Jorgelina, pareja de Juan Martín afirmó que “nosotros estamos pidiendo que se haga justicia. Sabemos que hay 8 policías detenidos pero no queremos que en dos meses salgan”. Los familiares de Yalet denuncian además, amenazas por parte de la gendarmería y de la policía con el objetivo de silenciarlos.
Otro de los reclamos que atravesó la jornada fue la exigencia de aparición urgente de Rut Ávila Zambrana, estudiante de ingeniería que desapareció hace 22 días y aun no se tiene noticia alguna de ella. La misma policía que asesina a los jóvenes en los barrios es la que habla como si Rut estuviese simplemente perdida y desvía la atención hacía su “situación familiar”.
Esa maldita costumbre
La Plata es escenario testigo del sostenimiento de la impunidad por parte del Estado. Cuenta en su historia con el triste antecedente de ser la ciudad donde tuvo lugar la primera desaparición en democracia, cuya víctima fue Andrés Núñez, secuestrado, torturado y asesinado por policías de la Brigada de Investigaciones, el 28 de septiembre de 1990. El 17 de agosto de 1993 Miguel Bru, joven estudiante de periodismo, fue torturado y asesinado en la comisaría 9ª. Próximamente, el día 18 de septiembre se cumplirán 9 años de la desaparición de Jorge Julio López, caso ejemplar del doble discurso del gobierno kirchnerista, que habló durante una década sobre los derechos humanos, pero jamás lo buscó.
Entre 2012 y 2013 se desarrolló una seguidilla de 7 asesinatos de adolescentes menores de 16 años en la región: Maximiliano de León, Franco Quintana,
Omar Cigarán, Rodrigo Simonetti, Axel Lucero, Bladimir Garay y Sebastián Nicora. En todos estos casos estuvo involucrada la policía Bonaerense. El caso de Omar Cigarán es el que adquirió mayor repercusión y en torno a su familia se generó un fuerte activismo contra el gatillo fácil. Su mamá Sandra encabezó la columna de la movilización. “Más policía es más inseguridad, menos trabajo y menos educación”, gritaba Sandra al micrófono mientras avanzaba la marcha.
Pero así como expresan los familiares y amigo de Omar, La Plata también es la ciudad de la resistencia y organización. La juventud y los organismos de Derechos Humanos movilizan cada año para exigir la aparición con vida de Julio López. Ante la avanzada represiva que se lleva la vida de un pibe cada 28 horas el grito de Ni Un Pibe Menos se hizo oír en la ciudad.
“Queremos denunciar la responsabilidad del gobierno y del Estado en estos hechos. A pocos días de cumplirse 9 años de la desaparición de López la impunidad sigue estando presente. Queremos ser miles movilizándonos y denunciando el aumento sideral del presupuesto para seguridad en la provincia mientras que la salud, la educación y la vivienda del pueblo trabajador, siguen siendo una cuenta pendiente”, afirmó María Luz Santos Morón del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos.
Como muestran los testimonios recogidos por La Izquierda Diario (ver video), la movilización tuvo la característica de señalar claramente las responsabilidades políticas: el gobierno nacional, provincial y municipal son responsables. Esto no forma parte, como intenta argumentar el relato oficialista, de lo que “falta profundizar”. El gatillo fácil y la represión que afecta principalmente a los jóvenes de los barrios populares, es una política de Estado. Para reprimirlos, hostigarlos y reclutarlos para el delito como quisieron hacer en La Matanza con Luciano Arruga, Scioli atestó de policías la provincia y de la mano de los municipios reforzó el poder de fuego del aparato represivo con la creación de las policías locales.
“Estos es consecuencia de la política de saturación de Scioli de los barrios y de las calles con policías. Pero además la intendencia tiene responsabilidad concreta a partir de la implementación improvisada de esta policía local que viene repitiendo los casos de gatillo fácil, igual que sus pares de la policía bonaerense” denunció Julio Avinceto, de la asociación HIJOS La Plata.
No hay ninguna década ganada para los jóvenes ni “seguridad democrática” posible, por más tinte progresista que se le quiera dar a estos nuevos miles de efectivos policiales sueltos por la calle.
La movilización finalizó en las puertas de la gobernación. “Yo la mamá de Omar Cigarán espero que el gobernador Scioli venga a pedirme perdón a mí y a todas las familias que están acá”. El grito de “¡Asesinos!” desgarraba a los familiares de Juan Martín Yalet al escuchar la lectura del documento que mencionaba uno a uno a los policías involucrados en su asesinato. “Ahora les pido que hagan lugar porque les vamos a dejar un regalito” anunció Sandra por el micrófono y automáticamente se procedió a la quema de una “gorra” gigante con el escudo de la “Policía asesina”. La llama ardió y el grito final fue unánime: “se va a acabar, se va a acabar, esa costumbre de matar”. |