Veintidós actores y actrices en escena te meten al delirio Urdapilleta. ¡Cuidado! si sos hetero, gay, casada, virgen, igual no zafás de la locura. Aunque te escondas en la última butaca. Hasta ahí llega esta fiesta descontrolada, la desfachatez de las Legrand y las Alzogaray, la venganza de la sirvienta, y la constante trasgresión de la heteronorma. |
Se han interpretado mucho los textos de Alejandro, a pesar de él que no se sentía nada a gusto con la repetición de sí mismo: veía en su arte no una forma sino un espíritu.
Pero quién puede privarnos de traer un cachito de su imaginario nuevamente a la vida, aunque sea por pura nostalgia de lo que fue ese teatro de los ‘80, atrevido y desacatado, tenía que correr fuera de escena con los tacos puestos porque las viejas de recoleta llamaban a la policía.
Bulto Magno
lo logra. Entra al mundo de la juerga marginal, del vale todo con todas y todos. Veintidós bocas abiertas como cloacas escupiendo a carcajadas la realidad mórbida, descarnada, que se intenta ocultar detrás de los modales y las buenas costumbres. “¡Viva la mentira!” grita la Carancha, refregando la cola sobre la espalda de la servidumbre. La Isadora baila trasvestido con un vestido verde y un pelo rubio divino, mientras nos habla de la incursión profunda de quinientos comunistas sobre su cuerpo. Un actor se quita la peluca, elije una mujer del público y la involucra en “la mujer golpeada”. También la diosa Eurínome tendrá ganas de montarse a un mortal. Cuánta careta regocijada en la desigualdad, cuánta careta anti abortista, caretas que caen al piso. Y por momentos los veintidós artistas se transforman en una única voz de sirena que te quiere arrastrar al fondo de la escena.
Bulto Magno es una espectacular previa de sábado a la noche. También es un bello homenaje a Alejandro Urdapilleta, con archivos de audio muy íntimos sobre su vida y su visión del arte. Para los artistas de esta generación, Alejandro deja en su obra y en su vida, el ejemplo de un hombre que buscó la libertad a través del arte, esquivándole al marketing y al teatro comercial (y también a los curas y a la policía). En sus palabras: “Era una guerra por la liberación del espíritu, de la alegría, del desconche, del desmadre”.
Bulto Magno nace bajo la supervisión artístico-pedagógica de Guillermo Cacache, Andrés Molina y Julieta Desimone, con estudiantes de la cátedra de Actuación IV de la UNA.
Se presenta los sábados 12, 19 y 26 de septiembre a las 22.30 hs. en French 3614 (UNA-Artes Dramáticas)
Reservas: [email protected]; Fb: BULTO MAGNO |