Como expresión de la avanzada antiderechos en Estados Unidos, sectores conservadores buscan prohibir espectáculos drag en al menos 14 estados. El formato Drag Story Hour ha sido uno de los más atacados, entrevistamos a su coordinadorx en México, Joss JimAr.
En marzo, Tennessee se convirtió en el primer estado de Estados Unidos en prohibir los espectáculos drag públicos y con infancias. En medio de protestas y agresiones de odio en eventos drag por parte de grupos de ultraderecha como los "Patriot Front" o los "Proud Boys" (clasificados como una organización de odio por la ONG estadounidense Southern Poverty Law Center), suman 14 estados en los cuales se han presentado al menos 32 iniciativas en este sentido a nivel nacional.
Propuesta desde noviembre del año pasado y aprobada unos meses después, las penas que contempla esta nueva ley en Tennessee van desde las multas de 2 mil 500 dólares (más de 45 mil pesos mexicanos) hasta un año de prisión (seis en caso de reincidencia).
La Alianza de Gays y Lesbianas contra la difamación (GLAAD, por sus siglas en inglés), registra al menos 141 ataques contra artistas o eventos drag en 2022. Por su parte, el Proyecto de Datos de Eventos y Ubicación de Conflictos Armados (ACLED, en inglés) destaca un sensible incremento en el contenido anti LGBTIQ+ en las protestas de los "Proud Boys", el cual fue de 8% en 2021 a 40% en 2022. En noviembre de 2022, en Colorado Springs, cinco personas murieron y 18 más resultaron heridas durante un tiroteo en un club local en el cual se estaba llevando a cabo un espectáculo drag.
Según denuncian organizaciones como la Campaña de Derechos Humanos (HRC en inglés), en lo que va de 2023 se han presentado al menos 340 propuestas anti LGBT en Estados Unidos y se han aprobado seis. Cinco de estas leyes aprobadas atacan concretamente los derechos de las personas trans.
Activistas alertan sobre un ataque a mayor escala contra la población LGBTIQ+, trans y no binarie en Estados Unidos, que se expresa en leyes como la Ley contra la afirmación de género, aprobada en Tennessee o la Ley anti educación sexual en escuelas, conocida como "Ley no digas gay" impulsada en el estado de Florida, cuyo gobernador ha sugerido la posibilidad de investigar a los padres de familia que lleven a menores a actividades con artistas drag. En Michigan, legisladores republicanos buscan aprobar una ley para permitir a padres de familia demandar a las escuelas que alberguen eventos drag.
Kentucky, Arizona, Idaho y Dakota del Norte son otros de los estados en donde la avanzada antiderechos sigue dando pasos firmes de la mano de los crecientes ataques anti lgbt por parte de grupos de extrema derecha. En Texas actualmente se discuten dos proyectos de ley que permitirán imputar a todo artista que "exhiba un género distinto al asignado al nacer por medio de ropa, maquillaje o cualquier otro marcador físico" en su performance, mientras que el segundo proyecto ataca los derechos de las infancias trans y busca sumarse a los cuatro estados en donde ya se han prohibido los tratamientos de afirmación de género.
Como puede notarse, el ataque expresado en la aprobación de leyes antidrag y antitrans no provienen de un solo político o partido, ni mucho menos se originó en 2022 con el crecimiento de ataques a los artistas drag. Los discursos de odio y de criminalización son constantes en medios de comunicación como Fox News y son repetidos una y otra vez por figuras como Tucker Carlson, quien tras la masacre del Club Q, aseguró que "los tiroteos continuarán hasta no terminar con la agenda que está atacando a los niños". Según organizaciones de defensa de los Derechos Humanos en Estados Unidos, los republicanos y grupos afines a sus ideas racistas y lgbtodiantes gastaron al menos 50 millones de dólares en anuncios antiLGBT durante las elecciones intermedias.
Drag Story Hour
En particular, los ataques se centran en proyectos como "Drag Queen Story Hour" (DQSH), un popular formato de cuentacuentos que lleva mensajes de inclusión y aceptación a menores por medio del drag, con "capítulos" en distintos países como Reino Unido y México. Este año, trascendió la agresión contra la drag queen Charlemagne Chateau, quien enfrentó un ataque de miembros del grupo de ultraderecha "Proud Boys" mientras leía un cuento a infancias en una librería de Washington DC.
Nevada, Massachusetts y Ohio son estados en donde se han registrado ataques y protestas armadas contra lecturas drag con infancias, los cuales buscan "intimidar y aterrorizar a las familias", según denunció Charlemagne para la agencia EFE. El 25 de marzo pasado, un joven miembro de un grupo neonazi intentó incendiar una iglesia de la comunidad de Chesterland, Ohio, en la cual se había anunciado una sesión de DQSH. Medios internacionales han destacado la realización de este evento el 1 de abril a pesar del atentado, en medio de un operativo de seguridad que costó a la organización 20 mil dólares y que incluyó un registro previo y revisión de antecedentes de los asistentes, así como detectores de metal y perros entrenados para detectar explosivos.
El acoso contra este formato (iniciado en 2015 en San Francisco por Michelle Tea, Julián Delgado y Virgie Tovar) ha escalado a una campaña de calumnias en medios que han replicado en inglés, portugués, español y francés un artículo de un sitio web conservador llamado National Pulse que asocia a Brett Blomme, acusado por pedofilia, con DQSH, la cual ya se ha deslindado de cualquier relación con Blomme o su organización "Cream City Foundation".
Joss JimAr, coordinadorx de DQSH en México, enfatiza que estos ataques son producto de la homofobia y la transfobia: "No les gusta que las personas queer tengamos espacios, seamos visibles y nos expresemos. No les gusta que salgamos de la oscuridad de la noche. No quieren que vayamos a librerías, teatros o espacios públicos. Esa libertad les incomoda. No se preocupan por conocernos, quieren ocultarnos, censurarnos".
Sobre la instrumentalización de las infancias para sostener discursos de odio y el intento de censura contra proyectos como DQSH, Joss detalla que estos sectores "no se acercan a averiguar qué pasa, no van a los eventos, ni hablan con artistas o asistentes. No ven que DSH es un espacio de sana convivencia en donde las familias se divierten y pasan un buen rato".
A propósito de la naturaleza de este proyecto, Joss explica que los contenidos "se adaptan al sector infantil, como se adapta el teatro, el cine o la música. En el drag es lo mismo, adaptas la imagen y el contenido para un público infantil. Somos conscientes de lo importante que es y se cuida meticulosamente que así sea, no es lo mismo presentar con infancias que en un club para mayores de edad".
"La gente que va a estos show drag familiares se van felices, porque obtienen justo lo que estaban buscando. Tenemos familias que están inculcando valores de inclusión y que sus hijes tengan una crianza libre de prejuicios. Tenemos padres, madres, xadres que le enseñan a sus hijes que la ropa no tiene género, que pueden vestirse y expresarse como quieran. Van a DSH y están felices porque se facilita de manera orgánica, por medio de un cuento, este objetivo. Son felices de que tengan acceso a estas herramientas que otras generaciones no tuvimos" explica Joss.
Sobre estos intentos de censura del drag y al contenido de la legislación antidrag en Tennessee, Joss alerta que se trata de una medida peligrosa, pues su ambigüedad y confusión de conceptos como expresión o identidad de género exponen a las personas trans a mayores trabas y discriminación. "Sutilmente prohíben la visibilidad de las personas trans", señala.
Proteger las infancias, apoyar el drag
El pasado 31 de marzo, miles de personas se manifestaron en Manhattan, Nueva York contra esta avanzada, con marco en el Día de la Visibilidad Trans.
Activistas como las drag queen Poly Tics o Brigitte Bandit se encuentran realizando acciones en defensa del performance drag en Texas, denunciando la hipocresía de un gobierno que dice preocuparse por los menores, pero sostiene condiciones precarias en salud y educación para su población infantil.
La drag queen, docente y escritora Lola Von Miramar, declaró para elDiario.es que este ataque busca "crear un chivo expiatorio para distraer a la población de temas más urgentes como la violencia por armas de fuego". Mientras, en la gala de los premios Oscar, el ganador de la categoría de mejor director por su labor en "Todo en todas partes al mismo tiempo", Daniel Scheinert, se pronunció en defensa del drag como una práctica inofensiva.
Sobre los ataques a las infancias trans, Joss nos cuenta que "en México hemos trabajado con familias e infancias trans. Las infancias trans existen, tienen derechos, no están enfermas. Son exactamente quienes son. Las estadísticas, estudios no mienten. Les niñes saben bien quiénes son desde muy temprana edad. Si a estas infancias se les trata con respeto a su identidad, viven una vida más plena".
"En México [nos cuenta Joss] si bien no ha habido directamente un esfuerzo por censurar nuestros eventos, sí tenemos figuras que se encargan de desinformar y decir mentiras sobre la comunidad y las infancias trans. Se encargan de usar el miedo y de desinformar a la gente".
"Me gusta ver que figuras importantes de la escena drag tomen esa plataforma que tienen y la usen para dar este mensaje político. Me gusta ver a figuras como a Deborah la Grande, que incluso en Drag Race se visibilice o hable de esta problemática, que figuras como Trixie Mattel o BenDeLaCreme estén dando posturas al respecto. Me gusta que no nos dejemos y sigamos adelante. Esto lo hacemos para buscar un futuro mejor, que las próximas generaciones no crezcan con los mismos tabúes y prejuicios", dice Joss.