El Indec publicó el índice de producción industrial manufacturero (IPI manufacturero) para el mes de febrero, confirmando una baja de 1,4% respecto a igual mes de 2022. La variación mensual mostró una caída de 1,3% respecto a enero. En los primeros dos meses del año se acumula una suba de 2,5% interanual.
El impacto de las medidas económicas de recorte para cumplir con el FMI tiene su correlato en la actividad fabril. El IPI manufacturero mostró que en febrero, ocho de las dieciséis divisiones de la industria manufacturera presentaron caídas interanuales.
Las caídas ordenadas por el nivel de incidencia (por rama) en el nivel general, fueron: “Alimentos y bebidas”, 6,2%; “Sustancias y productos químicos”, 6,4%; “Madera, papel, edición e impresión”, 4,8%; “Maquinaria y equipo”, 1,8%; “Productos de caucho y plástico”, 1,4%; “Productos de tabaco”, 8,7%; “Otros equipos, aparatos e instrumentos”, 0,5%; y “Productos textiles”, 0,2%. Por su parte, mostraron subas las divisiones de “Refinación del petróleo, coque y combustible nuclear”, 22,8%; “Vehículos automotores, carrocerías, remolques y autopartes”, 8,5%; “Prendas de vestir, cuero y calzado”, 8,8%; “Muebles y colchones, y otras industrias manufactureras”, 5,5%; “Productos minerales no metálicos”, 2,9%; “Productos de metal”, 3,6%; “Industrias metálicas básicas”, 0,7%; y “Otro equipo de transporte”, 8,4%.
Desplome en la construcción
Esta actividad se caracteriza por presentar elevados niveles de informalidad laboral. En febrero, el sector de la construcción presentó en febrero una baja del 6,3% interanual y del 2,7% en relación al primer mes del año. En el primer bimestre del año, la construcción acumuló una caída del 1,9%.
Esta actividad se caracteriza por presentar elevados niveles de informalidad laboral. El gobierno festeja la creación de empleos, pero no dice que la base de estos puestos laborales es precaria, 8 de cada 10 son informales. El fenómeno de trabajadores pobres esta explicado en parte por esta situación de precarización en las condiciones laborales, sumado al deterioro del poder de compra del salario por la inflación.
La falta de dólares que Massa busca sostener entregando beneficios a los grandes empresarios exportadores -como el dólar agro- y la inflación cercana a los tres dígitos son factores que pueden desacelerar aún más rápido la actividad económica en los próximos. Un reciente informe del Banco Mundial sostuvo que este año la economía nacional no crecerá. Para que el costo de esta crisis no recaiga sobre los trabajadores, es preciso romper con el FMI e impulsar medidas de emergencia para recomponer el salario. Y la reducción de la jornada laboral con reparto de las horas de trabajo para trabajar todos y enfrentar los planes de despidos.
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