El miércoles 9 de septiembre, La Nación publicó una nota donde Massa difunde una serie de propuestas para el ámbito educativo si llega a ser presidente. Detrás de anuncios demagógicos como la creación de nuevos jardines maternales, se plantea un ataque abierto a los trabajadores de la educación con evaluaciones y sanciones que atacan el derecho a huelga. Scioli saluda a los docentes en el día del maestro por Twiter con anuncios cínicos en la semana en que la precarización del sistema educativo público se cobró la vida de un trabajador de mantenimiento de la DGCyE.
Se acercan las elecciones de octubre, y los presidenciables parecen competir para anunciar cada cual más ataques a los docentes. Detrás del discurso de mejorar la calidad educativa y ampliar a los primeros años la educación con la creación de jardines maternales, se dejan ver ataques a los docentes y se esconde un vaciamiento sistemático del sistema público. En este punto, los candidatos del ajuste Scioli, Macri y Massa se comportan como buenos hijos políticos del menemismo manteniendo la Ley Federal de Educación que descentralizó la educación pública, y avanzó en imponer conquistas neoliberales sobre los derechos de los trabajadores de la educación como el presentismo en nuestros salarios como forma de atacar nuestros derechos laborales, licencias y derecho a huelga. Los docentes ya demostramos enfrentar estos intentos en las calles, con huelgas duras y movilizaciones en todo el país. Desde los ’90 enfrentando la odiada Ley Federal de Educación y durante la “década ganada” desmintiendo los pomposos anuncios del gobierno con estadísticas truchas y ataques a los docentes por cadena nacional. El proceso de recuperación de seccionales en la provincia de Buenos Aires con listas combativas y de izquierda que rompieron el inmovilismo que venía manteniendo la burocracia celeste K de Roberto Baradel, es algo que preocupa particularmente a los planes de ajuste que quieren imponer los candidatos de los partidos tradicionales. Por otro lado, se fortalece a nivel nacional el Frente de Izquierda con la candidatura de Nicolás del Caño como una alternativa independiente de los trabajadores que se propone enfrentar el ajuste.
“Massa quiere destinar el 1,5 del PBI a crear guarderías infantiles” titula la Nación. Y luego continua explicando que “Es para combatir la desnutrición; también propone sanciones a maestros mal evaluados”. Además, se despachó anunciando que empleará el presentismo para “castigar a los docentes faltadores” y que sacará del aula a los maestros que durante dos años seguidos no logren mejorar las evaluaciones de sus alumnos. Scioli mandó saludos por Twitter en el día del maestro con sendos anuncios:
Para empezar, se deberían aclarar un par de cuestiones sobre la necesidad de extender y garantizar la escolaridad de los niños a partir de los 45 días. La necesidad de poner en pie jardines maternales es enorme. Massa propone abrir unos 3.000 centros educativos, pero los datos oficiales dicen que en todo el país unos 600 mil chicos de 3 y 4 años no tienen vacantes en el nivel inicial. Esto según el Indec y sin contar a los menores de 3. Además, esta política debe sostenerse con un presupuesto que garantice la construcción de escuelas y jardines, la apertura de nuevos cargos, el sostenimiento de comedores escolares y todas las condiciones de infraestructura garantizadas para poder trabajar y aprender en condiciones dignas. Difícilmente puede hacerse seriamente sólo destinando el 1.5% del PBI. El presupuesto que hoy se destina a la educación pública a nivel Nacional es del 5,3% (ni siquiera se ha llegado al 6% como planteaba la Ley n°26.075 de Financiamiento Educativo) y las deficiencias estructurales y salariales saltan a la vista de todos. Detrás de anuncios pomposos sobre lo hecho en el caso de Scioli o sobre lo que habría que hacer en el caso de Massa, lo que no se dice es que desde la dictadura genocida del ´76, durante el neoliberalismo en los ´90 y aún en la tan mentada “década ganada” lo que ha sucedido es un vaciamiento sistemático y ordenado de la escuela pública, subsidiando la educación privada y arrojando a la marginación a miles de jóvenes que no estudian ni trabajan y cuando lo hacen es de forma ultra precarizada. Sin afectar los subsidios a la escuela privada que por ejemplo en la provincia de Buenos Aires agrupa al 26,8% del total de alumnos y recibe el 12,9% del presupuesto estatal, sin terminar con la descentralización de recursos que deja en manos de los presupuestos provinciales garantizar el pago de salarios y la construcción de escuelas, sin afectar la ganancia de los grandes grupos económicos y los dueños del campo, sin dejar de pagar la fraudulenta deuda externa que durante los gobiernos kirchneristas se llevaron 200 mil millones de dólares y en octubre se pagarán nada más y nada menos que 6400 millones de dólares, es difícil creer en un plan serio que ponga en el centro de la agenda el acceso de las grandes mayorías populares a una educación pública, científica, laica y de calidad.
Pero además, sus anuncios demagógicos sobre la educación siempre terminan en un ataque a los docentes. Donde Massa dice que “castigará el ausentismo”, debe leerse “atacará el derecho a huelga”. Es que a esta casta de políticos que no mandan a sus hijos a la escuela pública y viven en barrios cerrados alejados de la vida del pueblo trabajador les molestan muchos los paros y las movilizaciones que no son más que un derecho democrático elemental. Pero no se queda ahí, dice "Algunos gremialistas no quieren el presentismo para tener a los docentes haciendo política y no en el aula". En las antípodas de este pensamiento, las listas del Frente de Izquierda están llenas de trabajadores que quieren llevar al terreno político las luchas que dan cotidianamente en sus lugares de trabajo. Docentes de todo al país integran nuestras listas, como Nathalia Gonzalez Seligra, candidata a diputada nacional y secretaria de Derechos Humanos del SUTEBA La Matanza, Gabriela Macauda, candidata a intendente en Tigre y secretaria adjunta del SUTEBA Tigre y María Díaz Reck, candidata a senadora por la 8va sección electoral y secretaria de Comunicación de SUTEBA La Plata, que expresan la única fuerza social capaz de enfrentar el ajuste que preparan los políticos representantes de los intereses capitalistas.
Luego, propone medir la “eficacia” de los docentes evaluando a los niños. Eso significa que la responsabilidad de garantizar la calidad educativa queda depositada exclusivamente sobre los docentes. Mientras los chicos llegan mal alimentados y mal vestidos a la escuela, mientras sus padres pierden el trabajo o laburan de manera precarizada, mientras no hay tizas ni materiales didácticos a disposición, mientras cobramos mal o directamente no cobramos, mientras las escuelas se caen a pedazos literalmente y siempre estamos bajo riesgo de sufrir accidentes graves…los responsables somos los docentes. Scioli, Macri y Massa pretenden hacer responsables de la crisis social y educativa que atraviesa a la escuela pública en un país con un 27% de pobreza, casos aberrantes como el del joven qom que falleció por desnutrición o el millón de jóvenes que no estudia ni trabaja a los docentes. En esta situación, es muy difícil pensar la calidad educativa como una simple responsabilidad de los trabajadores de la educación.
El pasado Viernes 4, Walter Lemejis, trabajador del área de mantenimiento de la Dirección General de Cultura y Educación, falleció en su lugar de trabajo, mientras pintaba una escuela de la localidad de Tres Lomas, por las condiciones de precariedad que reinan en todos los ámbitos educativos. Los trabajadores de la DGCyE y los docentes estamos movilizados y preparando acciones para exigir justicia por un compañero que murió en su lugar de trabajo. La responsabilidad es política, del gobernador y presidenciable Scioli y de la ministra del área Nora De Lucia. El ajuste educativo se cobró la vida de un trabajador. Nora De Lucia debe renunciar, Scioli no puede ser presidente y tiene que pagar por este hecho.
La crisis que atraviesa la escuela pública merece un debate serio y profundo. Desde el PTS en el Frente de Izquierda planteamos que es necesario derogar la Ley de Educación Nacional kirchnerista y discutir una nueva Ley de Educación, desde los docentes, estudiantes, trabajadores y el conjunto de la comunidad educativa, para poner en pie una educación nacional única, aumentando el presupuesto educativo para garantizar el acceso masivo a la escuela pública en base al no pago a los fondos buitres y la deuda externa, quitando los subsidios a la educación privada laica y religiosa, hija directa de la Ley Federal de Educación que por ejemplo se lleva el 12% del presupuesto educativo en la provincia de Buenos Aires. Está claro que nada bueno vendrá de los políticos del ajuste, por eso hay que fortalecer el Frente de Izquierda para avanzar en una alternativa política nacional de independencia de clase que representa los intereses de los trabajadores.
* La autora es candidata a diputada nacional por el Frente de Izquierda. |