Foto: la Tarjeta Alimentar sube un 35 % a partir de mayo | Télam
A partir de mayo, las familias beneficiarias de la Tarjeta Alimentar con al menos 3 miembros de 0 a 14 años, pasarán de cobrar $25.000 a $34.000. ¿Qué se puede comprar con eso?
El presidente Alberto Fernández anunció este martes un aumento del 35 % para la Tarjeta Alimentar. La medida trascendió después de una reunión en la Residencia de Olivos con el ministro de Economía, Sergio Massa; y la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz.
Según dijo Alberto, con esto busca "garantizar la canasta básica y mejorar los ingresos de las familias". Pero ¿Alcanza?A mediados de marzo, el Indec publicó que en febrero, un hogar integrado por dos adultos y dos menores necesitó $80.483 para no caer en la indigencia y $177.063 para no ser pobre.
En tanto, a partir del aumento del 35 % que se percibirá en mayo, los montos a cobrar pasarán:
De $12.500 a $17.000: para "familias con un hijo/a de 0 a 14 años que perciban Asignación Universal por Hijo (AUH), Asignación Universal por Hijo con Discapacidad, Asignación por Embarazo o Pensión para madre de 7 o más hijos/as".
De $19.000 a $26.000: para "familias con dos hijos/as de 0 a 14 años que perciban AUH, Asignación Universal por Hijo con Discapacidad o Pensión para madre de 7 o más hijos/as".
De $25.000 a $34.000: para "familias con tres hijos o más de 0 a 14 años de edad que perciban AUH, Asignación Universal por Hijo con Discapacidad o Pensión para madre de 7 o más hijos/as".
Qué se puede comprar con la Tarjeta Alimentar
Tomemos el caso de las familias más numerosas, de dos personas adultas con tres hijos, que hoy reciben $25.000 y pasarán a cobrar $34.000 a partir de mayo. Para tener una idea de qué se podría comprar con eso, tomemos los valores establecidos por el Gobierno para productos básicos incluidos en el programa “Precios Justos” hasta el 30 de abril.
Mayo: Tarjeta Alimentar con $34.000
Suponiendo que una familia destinara el total de la tarjeta a comprar carne o verdura y que se dé la rareza de que los precios se mantengan el próximo mes:
Kg de Falda: $697.0
Alcanza para comprar 48 Kg, es decir, 9 Kg por miembro de la familia para todo el mes.
Kg de Asado: $1068.0
Alcanza para comprar 31 Kg, es decir, 6 Kg por miembro de la familia para todo el mes.
Kg de papa: $179.0
Alcanza para comprar 189 Kg, es decir, 37 Kg por miembro de la familia para todo el mes.
Kg de tomate: $459.0
Alcanza para comprar 74 Kg, es decir, 14 Kg por miembro de la familia para todo el mes.
Palabras, palabras, palabras…
Alberto Fernández afirmó en sus redes sociales que su gestión "no va a permitir que se especule con la comida de las familias argentinas" y destacó que esa medida "suma $121.000 millones a la inversión ya existente del Estado nacional para la seguridad alimentaria de niñas, niños y adolescentes".
Sin embargo, desde que comenzó su mandato, los grandes empresarios de las alimenticias, no han dejado de especular y trasladan los precios internacionales a las mesas populares. La tercera edición del “dólar soja” anunciado para beneficiar a los exportadores de granos y de las economías regionales, amenaza con subir más los precios de los alimentos, al generar un incentivo para exportar más. Los dueños de la comida prefieren vender afuera en dólares, por lo que trasladan esos precios al mercado interno.
El presidente supuestamente hace meses que está “en guerra contra la inflación”, sin embargo, el Índice de Precios al Consumidor subió un 102,5 % interanual en febrero.
"Alcanzamos a 2.458.238 familias que podrán acceder a alimentos sanos, mejorar su poder adquisitivo y fomentar el consumo interno. Con hambre no hay libertad ni desarrollo posibles. Gobernar es generar igualdad", manifestó el Presidente. Los números otra vez no acompañan al presidente. La pobreza en el segundo semestre del 2022 alcanzó un 39,2 % contra un 37,3 % del mismo período en 2021. En 2022 el 54,2 % de las infancias quedó por debajo de la pobreza.
Además, desde 2016 a 2022 la ganancia empresaria sobre la masa de la riqueza producida en el país, aumentó del 42 % al 46,1 %. En tanto, la participación de la clase trabajadora bajó del 51,2 % en 2016 al 43,6 %. Lejos de reducir la desigualdad, el gobierno del Frente de Todos continuó la tendencia del macrismo que le transfiere cada vez más riqueza a los de arriba, en detrimento de las condiciones de vida de los y las de abajo.
Por su parte, Tolosa Paz afirmó que el Gobierno "entiende la enorme necesidad de seguir trabajando para seguir cuidando el acceso a la canasta básica de alimentos". Cuesta creerle a la ministra cuya política principal consiste en recortar planes sociales como el Potenciar Trabajo y demonizar a las organizaciones sociales que pelean por trabajo genuino y más presupuesto para los comedores populares.
¿Cómo combatimos la inflación?
Los grandes exportadores y productores de alimentos, han reportado ganancias millonarias en los últimos años. Sin embargo, el Gobierno, con el visto bueno de la oposición de derecha, cede ante las exigencias de las patronales que piden más y más. Ejemplo de esto es el nuevo dólar soja ampliado.
Solo la izquierda presenta una serie de medidas para combatir seriamente la inflación. Esto supone que la clase trabajadora y los sectores empobrecidos de la población, enfrenten el ajuste que lleva adelante el Frente de Todos, de la mano de la derecha, para pagarle la deuda externa ilegal al FMI. La izquierda es la única fuerza que plantea lo que hay que hacer para defender los bolsillos populares: romper con el FMI y dejar de pagar la fraudulenta deuda externa.
Rechazar el pago de la deuda adquirida por el macrismo y convalidada por el Frente de Todos sería el primer paso, no sólo para terminar con la salida de dólares que se van con esa deuda odiosa, sino para empezar a poner en pie una transformación estructural al servicio de las necesidades de populares.
Las siguientes medidas son esenciales para atacar las verdaderas causas de la inflación y enfrentar a fondo las maniobras de los grandes monopolios y oligopolios capitalistas, que para garantizar su ganancia, no tienen drama en hambrear a las grandes mayorías trabajadoras.
Entre otras propuestas, es necesario:
Imponer un aumento salarial de emergencia para el conjunto de la clase trabajadora y los jubilados. Un salario equivalente a la canasta familiar con cláusulas gatillo que se actualice según la inflación. La CGT y el conjunto de las conducciones sindicales tienen que salir de la pasividad que mantienen ante este ataque.
Control de precios por medio de comités de trabajadores y consumidores, organizados en cada empresa y en cada barrio. Las grandes patronales acuden a miles de trampas para dibujar sus costos y los números. Solo los trabajadores y las trabajadoras pueden enfrentar eso.
En el caso de las empresas que no cotizan en la Bolsa, es necesario imponer la apertura de sus libros de contabilidad, para verificar sus ganancias reales y las maniobras que puedan hacer para presentar números menores a sus ingresos verdaderos.
Además de estas medidas elementales, la izquierda plantea que los problemas de la inflación no se pueden enfrentar sin tocar de conjunto la estructura atrasada y dependiente del capitalismo argentino, que cae recurrentemente en crisis de escasez de dólares:
Los grandes empresarios son los que fugan divisas y organizan sus negocios en función de las ganancias que obtienen a nivel internacional. El monopolio estatal del comercio exterior permitiría que trabajadores y trabajadoras controlen la entrada y salida de dólares, frenando así las maniobras especulativas.
Además de los puertos y las empresas de servicios públicos, hay que nacionalizar el sistema bancario bajo control de trabajadores y trabajadoras para evitar la fuga masiva de divisas y proteger a pequeños y medianos ahorristas. También, para poner el ahorro nacional al servicio del crédito destinado a desarrollar las actividades urgentes que den respuesta a las necesidades sociales.