María era el sustento de su familia, tenía un hijo y cuidaba de sus padres mayores. Estaba construyendo su casa y pagando un auto teniendo que trabajar en sus francos y realizar horas extras para mantenerse.
Pese a que era una trabajadora esforzada la empresa la castigó el día de su reincorporación, sacándola de su puesto habitual de check in y asistencia en el embarque, la mandaron a la rampa con mucho frío y una lluvia intensa. Lo que buscaba la empresa era que María sufriera y escarmiente por haber faltado.
La lógica que quieren imponer los patrones a través de los encargados es que no se puede faltar por ningún motivo, tildándola de "vaga" que quiere sacar ventaja y que no hay posibilidad de que te enfermes ni que tengas problemas que te afecten. El hostigamiento estaba en marcha y esa noche tuvo secuelas irreversibles para María. Su salud estaba frágil y la internaron por neumonía durante 10 días, luego de una larga agonía María no pudo resistir y murió.
La empresa no se hizo cargo y redobló la apuesta difundiendo una falsa información de que tenía sida, poniendo de manifiesto que para ellos la vida de los trabajadores no tiene ningún valor. Por eso esta lucha por mejorar las condiciones laborales tiene que darse por todas las víctimas que sufren la precarización indiscriminada. |