Doñana se seca: otra catástrofe ecológica capitalista
Sin informes técnicos ni científicos, así avanza el proyecto, debido al formato de tramitación de propuesta de ley que planteó el Partido Popular. Los grupos de investigación científica y grupos ecologistas que estudian y defienden la zona muestran su indignación con este nuevo ataque.
Y es que la presión de los acuíferos de Doñana lleva años siendo insostenible. El agua escasea en el Parque Nacional no solo por la sequía derivada del cambio climático y su consecuente aumento de las temperaturas, sino también por una explotación de este recurso natural que pone por delante los beneficios de unos pocos empresarios de la fruta y el turismo frente a la sostenibilidad ecológica.
Desde la derecha sostienen que esa ley blindará a Doñana ya que “únicamente” se permitirá la extracción de las capas superficiales. Pero lo cierto es que la escasez de agua en Doñana es crítica y poco importa de donde supuestamente vaya a sacarse esta.
Desde el gobierno central la postura es de contundente oposición. PSOE, en su propia carrera electoral, quiere mostrar su preocupación por el cambio climático frente al negacionismo campante de la derecha, pero no se debe olvidar que la situación de Doñana también pasa por largas décadas de leyes y proyectos amparados por el PSOE en la comunidad. Además su “no” a la proposición de ley es novedad, ya que hace un año este únicamente se abstuvo y su proposición actual es indemnizar a los agricultores que reclaman derechos históricos.
También el PSOE en otras comunidades como Aragón se retrata con su verdadera posición ante las crisis climática, defendiendo macroproyectos como el de la unión de estaciones de en el valle de la Canal Roya en el Pirineo dándole manga ancha a la patronal del esquí para explotarlo
Desde Bruselas, Europa responde diciendo que no permitirá dar ni un paso más en la destrucción de este ecosistema de tan alto valor ecológico, incluso amenaza con multar a España si esta ley llega a aplicarse y recurrir al Tribunal de Justicia Europeo. Este último ya sancionó a España en 2021 por el mismo caso.
Sin embargo, aunque la ley se llegara a frenar, ¿significaría esto acabar con la explotación natural de Doñana? ¿revertiría de alguna forma el estado crítico del Parque Nacional?
Las soluciones hasta ahora han sido ineficaces para frenar la situación. Multas que a los empresarios de la fresa que les compensa pagar para poder seguir explotando las reservas y enriquecerse, o denuncias a la mala gestión de los residuos de Matalascañas, una urbanización que se sigue llenando cada verano de turistas que exprimen hasta la última gota de Doñana.
Frente a la barbarie climática a la que nos condena el capitalismo no podemos conformarnos con tibias soluciones que solo limitan un poco las ofensivas a la destrucción de la biosfera y todas sus implicaciones. Es necesario organizarse de forma independiente al gobierno y luchar mano a mano con los movimientos ecologistas por una verdadera solución a la crisis climática que ponga en el centro el mantenimiento y el equilibrio de todos los espacios y especies naturales. |