Frente a la magnitud de la crisis que estamos viviendo y el ajuste que está descargando el gobierno de Alberto, Cristina y Massa, en la que nos encontramos con que la plata no alcanza y aparecen postales como una niña que muere frente a la Casa Rosada de la mano de la altísima pobreza que trepa al 54% entre niñes y adolescentes, la falta de vivienda, ritmos de trabajo aún mayores, falta de acceso a la salud, necesitamos plantearnos el rol que vienen teniendo los sindicatos y cómo ponerlos al servicio de la lucha. Mientras los turnos tardan un montón a nosotros nos sobrecargan de trabajo. ¡No podemos dejar la vida en los hospitales!
El gobierno de Alberto, Cristina y Massa está llevando adelante un ajuste brutal al servicio del FMI, en el que el empobrecimiento y la desigualdad entre los empresarios y los trabajadores crecen como nunca. El ajuste fue votado también por Juntos por el Cambio de Macri y Larreta, soltando plata para los bancos, los especuladores, los empresarios de la luz y de un montón de rubros más como los grandes empresarios de la salud, clínicas y prepagas, mientras agrandan la brecha de pobreza. El arco de Milei no es alternativa, propone profundizar aún más la precarización, el ajuste, las privatizaciones. Para enfrentar estas políticas de derecha necesitamos organizarnos de forma independiente.
El año pasado recortaron el presupuesto del hospital pediátrico Garrahan en un 5,5% como en otros sectores de salud. Se trabaja con bajos salarios, con poco personal y teniendo varios trabajos o haciendo horas extras para intentar llegar a fin de mes. Todos están dispuestos a vender nuestra salud para pagar la deuda y robustecer las ganancias del sector privado. Esto lo realizan con la complicidad de las dirigencias sindicales como las conducciones de SUTECBA, UPCN y Sanidad, que actúan como agentes de la patronales al servicio del FMI, sin importarles la defensa de las y los trabajadores, al contrario, militando la división y la resignación. Mención aparte merecen las conducciones gremiales de ATE-CTA, Federación y AMM, que en ocasiones convocan a paros y movilizaciones pero sin importarles discutirlo desde abajo en asambleas, sin proponer coordinación, y también han sido parte como ATE Verde en el Garrahan de firmar paritarias a la baja.
Creemos necesario hacer un balance y debate con el resto de las corrientes de izquierda en la salud para poder darle un norte estratégico a los próximos escenarios de lucha.
Recuperemos los sindicatos, organicémonos de manera independiente de los gobiernos
Desde la Agrupación Marrón Salud (PTS+independientes) impulsamos nuestra agrupación político sindical con una profunda discusión de cómo recuperar los sindicatos para los trabajadores de las manos de las conducciones entreguistas, para que sean nuevamente de las y los trabajadores y sean de lucha. Son espacios ganados que, si los recuperamos a nuestra disposición, podemos tener un poder de fuego impresionante que puede paralizar la actividad económica de todo el país. Por un lado, desde cada sindicato, asociación en los que actuamos lo hacemos con la completa independencia política, no sólo de las direcciones de los hospitales y las jefaturas alineadas, que sabemos que no están del lado de los trabajadores, sino también de todos los gobiernos de turno que vienen vaciando y privatizando la salud. Sin embargo, con las corrientes que integramos hace más de 10 años el Frente de Izquierda Unidad, con quienes hemos logrado ser una referencia política importante llegando a ser tercera fuerza nacional, tenemos el desafío de estas elecciones volver a posicionarnos por la independencia política de los sectores patronales y con quienes quieren descargar el ajuste.
Por esto nos parece importante un debate hacia el interior de los sindicatos para poder fortalecer el desarrollo de la organización que pueda dar batalla. Es por esto que nos parece un error que el MST en la Asociación de Profesionales del Garrahan opte por hacer acuerdos con sectores del kirchnerismo, además que no responsabiliza al gobierno nacional por el ajuste o los bajos salarios, como tampoco prioriza la denuncia y exigencia de los sindicatos. Por otro lado, en CICOP, gremio de la salud en Provincia de Buenos Aires, rompe el Frente de Izquierda para establecer alianzas con el kirchnerismo, que hoy gobierna ajustando y sembrando resignación. El MST favorece así la estrategia de contención de estas fuerzas, y las aleja de toda independencia política necesaria para luchar.
Nosotros, a la vez que denunciamos a las conducciones de los sindicatos por su completa complicidad con el ajuste les exigimos que rompan la tregua con el gobierno y convoquen a verdaderos paros y planes de lucha que no sean testimoniales, sino que convoque a una gran participación por abajo en asambleas. Sólo con esa masividad podemos juntar las fuerzas necesarias para imponerles el paro, como hicieron los residentes CABA que ganaron con su lucha.
Si estos sindicatos de salud convocan a paro, pararían a nivel nacional todos los centros de salud, Hospitales y Clínicas Privadas desde el norte al sur ¿Se imaginan la fuerza que habría?
Organicemos la fuerza con participación desde abajo democráticamente
Necesitamos a la par que los denunciamos y les exigimos paro y plan de lucha, organizarnos desde abajo, de forma antiburocrática, contra las conducciones sindicales, que pactan paritarias a la baja y todo lo deciden a espaldas de los trabajadores que somos quienes día a día ponemos en pie los hospitales y efectores de salud. Necesitamos revalorizar el método de las asambleas por sector, turnos, votar delegados de base con mandatos de base, en el camino de poner en pie un gran cuerpo de delegados que sean los que dirijan las luchas; para construir grandes asambleas unificadas, que puedan coordinar lo que la patronal y las burocracias sindicales separan y nos enfrentan. Esto en el camino de preparar las bases para cuando ya no puedan contener la bronca, podamos disputar el poder de las dirigencias.
Por su parte, tanto desde el MST como desde el Partido Obrero (Tribuna de Salud) no dan una pelea por abajo por la unidad de todo el equipo de salud y su coordinación, sino que priorizan acuerdos en mesas chicas de antemano para consensuar acuerdos antes de las asambleas, lo cual nos parece un error para poder desarrollar la autoorganización. Esto ha favorecido a que el propio MST en asambleas haya planteado ante propuestas que surgen de la base que no se consideren para la votación porque “no es lo que se ha consensuado”.
Sólo con el método de la más amplia democracia podemos garantizarnos la mayor masividad para que seamos nosotros quiénes decidamos cómo debe funcionar la salud, entre enfermerxs, médicos, administrativos, mantenimiento, residentes, los trabajadores de limpieza, etc.
La coordinación es la clave que nos da fuerza para luchar
La coordinación y la movilización en las calles fue clave en los últimos conflictos, en los que pudimos confluir con los residentes de CABA, Provincia y Nación y con el hospital Posadas. Es la unidad a la que tanto el MST y el PO se resisten. El MST en varias oportunidades se negó a poder coordinar la fuerza en unidad, esto lo mismo lo realiza desde el ALE, sindicato de enfermería, no convocan desde ahí a la unidad con el conjunto del equipo de salud a movilizarse y pelear en unidad, sino que lo convocan solos.
Por otro lado, durante el conflicto de residentes CABA los compañeros de Tribuna de Salud (PO) se opusieron a llamar a un encuentro de luchas desde residentes y desde el SUTNA (sindicato de neumático), que dio una importante lucha, y así poder unificar la pelea que cada sector venía dando, como también junto a los compañeros desocupados. Desde este encuentro se podría haber llevado la propuesta a cada lugar de trabajo para votar hacer una gran movilización que unificara todos los sectores y se muestre un potencial enorme en las calles, cada sector con su reclamo pero una única voz la de los que luchan contra el ajuste y por trabajo.
La coordinación fortalece nuestros planes de lucha, tanto entre trabajadores de la salud, ya sean de instituciones públicas o privadas, como con otros que también sufren el ajuste, como las familias de nuestros pacientes que lo sufren en la precarización de su trabajo y de sus condiciones de vida. Sabemos que va a ser unificando la fuerza que vamos a poder enfrentarlo juntos, construyendo un plan de lucha coordinado que rompa con el régimen de ajuste del FMI, el gobierno, los empresarios y sus partidos. La salida es por izquierda y desde abajo, por esto es que este 20 de abril a las 18 hs realizaremos una asamblea abierta de estudiantes y trabajadores de la salud en el hall de la Facultad de Ciencias Médicas UBA, para discutir qué corriente de izquierda fuerte necesitamos en los hospitales y en la facultad para enfrentar el ajuste y pelear por otro tipo de sistema de salud.
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