Hablar de 4/20 corresponde al resultado anecdótico del uso de jergas o "claves" para evitar el prejuicio y la represión, cuenta la historia de un grupo de amigos que en la travesía por buscar una plantación de cannabis deciden ponerse de acuerdo para juntarse luego de clases, es decir, a las 4:20 pm. El uso del término se extendió por el mundo gracias a artistas que lo difundieron y la necesidad de referirse con ciertos códigos al acto de “quemar”.
Tras diversas luchas contra leyes prohibicionistas y un ascenso del uso generalizado del cannabis la connotación de la fecha fue mutando incorporando demandas como la despenalización y/o legalización para uso recreativo y medicinal; por su parte distintos países han tenido que responder a esta realidad incorporando el consumo medicinal y recreacional en su legislación, aunque sin asegurar su acceso a través del sistema público de salud, y con un control muy ligado a las empresas productoras del cannabis, principalmente farmacéutica.
En Chile la legislación vigente es la Ley 20.000, que se puede consumir dentro de la casa, portar en pequeñas cantidades y plantar siempre y que sea comprobable su uso personal en el tiempo próximo bajo prescripción médica. Pero la misma ley establece que “de no comprobarse” que es para consumo individual y próximo en el tiempo puede ser considerado microtráfico y caer en sanción de 541 días a 5 años de prisión, además de multas que van desde 10 a 40 UTM, es decir, $623.880 a $2.495.520 respectivamente. Una gran trampa para quienes quieren un porrito al final de un largo día laboral.
Un Boric de humo
En su campaña Boric prometió al movimiento cannábico la legalización de la marihuana promesa que resulta en la Ley Antinarco que interviene en la ley 20.000, extendiendo permiso para su consumo tanto medicinal como recreativo con receta otorgada por un ‘médico cirujano tratante’, pero esta vez con la posibilidad de una receta extendida que permita el cultivo, es decir, quedamos “casi” donde mismo.
La Ley Antinarco se encuentra a disposición del Tribunal Constitucional debido a peticiones de Chile Vamos y Republicanos, su mayor fuerte es el control sobre el consumo y el aspecto represivo que se conjuga con otras leyes paralelas que dan atribuciones a instituciones criminales como Carabineros. ¿Combatirá realmente el narcotráfico? Definitivamente no, ya que las instituciones que se han venido fortaleciendo son justamente las que tienen prontuario criminal (FF.AA) y por otra parte no aborda en ningún sentido el acceso ‘medicinal’ irrestricto a usuarios del servicio público. Es decir, si usted no sabe, no puede, no quiere plantar, pero necesita un tratamiento paliativo con cannabis, puede ser que caiga por tráfico al intentar acceder por otros medios (ilícitos).
En este sentido hay quienes desde el activismo llevan una gran labor adelante impulsando cultivos colectivos bajo todos los marcos legales que propone el SAG y así asegurar el acceso a pacientes que lo necesitan (sobretodo niños/as y jóvenes), pero es insuficiente y muchas veces son estos activistas quienes sufren las peores consecuencias de la prohibición y el “control” que se pretende desde el Estado y sus instituciones.
TODXS SOMOS FELIPE
Un claro ejemplo del actuar de estas instituciones es el caso de Felipe Be, quien era uno de los fundadores de la corporación Santa Eugenia. Gracias a la labor de él y su compañera Catalina León, que trabajaron con activistas para levantar la corporación, pudieron asegurar el tratamiento para los usuarios del cannabis. El día miércoles 12 de abril fueron allanados por desconocidos que dieron muerte a Felipe, ante el terrible hecho su compañera intentó denunciar, pero al ser representante legal del cultivo fue detenida y luego puesta en libertad, con total falta de trato y empatía en un momento doloroso para todo el movimiento cannábico.
Otro ejemplo es el de Elías Ortega, joven usuario medicinal condenado a 5 años de presidio por 3 plantas de cannabis, aún teniendo su receta. En conclusión la ley y las instituciones sólo hacen foco en el control contra los usuarios, propiciando la ilegalidad para el acceso y beneficiando el negocio clandestino de esta y otras drogas.
#NoMasPresxsPorPlantar
Un desafío para el movimiento Cannábico
Además del precedente histórico del cannabis, las actuales políticas represivas influyen muchísimo en que exista un prejuicio respecto al consumo de marihuana y otras drogas. Matinales de TV encabezados por conservadores como Rodolfo Carter insisten en instalar la idea en el imaginario colectivo de que la marihuana es igual a "crimen organizado".
Por otra parte, en todo el mundo el 4/20 es un escenario de debate en el cuál se pueden mostrar con mucha más fuerza los argumentos contra la prohibición.
Es por esta razón que les consumidores de cannabis tienen un gran desafío en la batalla por la liberación de la marihuana, no solo concientizando al respecto, sino también organizándose en un movimiento amplio que junto a las y los trabajadores de la salud, a estudiantes y usuarios puedan pelear por el acceso gratuito a pacientes cannábicos y la liberación del consumo como medida urgente contra el narcotráfico.
Ante tanta impunidad y blindaje policial, es urgente luchar y sostener que: sin libre acceso, consumo, porte y cultivo, el gran narco seguirá existiendo. La derecha instala por todas las vías que a la liberación de la planta es confundir “salud y narcotráfico”, justificando las políticas de control; pero en realidad la única solución viable para atacar efectivamente el negocio ilícito de drogas es eliminar toda prohibición asegurando su acceso, educando en liceos y universidades, poniendo fin al riesgo al cual se exponen quienes consumen. | 
