Es viernes. En la platafotma de Tik Tok un usuario sube un video. La NBA. Juegan los Lakers en Nueva York. En medio tiempo suena el tema "PRC" de Peso Pluma y Natanael Cano: los espectadores cantan la canción ni más ni menos que en Estados Unidos. No son 10 o 100. El estadio completo corea la canción. Los corridos bélicos conquistaron las redes sociales. Canciones como "PRC", "AMG", "Ella baila sola", son tendencia en todas las plataformas.
Peso Pluma, Hassan Emilio Kabande Laija, originario de Zapopan, Jalisco, logró a los 22 años llegar a los más altos niveles de popularidad en el mundo siendo más joven que el rey del género urbano —uno de los más influyentes de la época—: Bad Bunny, que tiene 29 años. El Doble P tiene actualmente 23.
Sus éxitos son insólitos. Se convirtió en el primer mexicano en llegar al #1 del mundo en la plataforma Spotify. Su canción "Ella baila sola" es más escuchada en el mundo superando a Taylor Swift, The Weekend, Drake, Bad Bunny, Harry Styles y Miley Cyrus. Con tan sólo un disco en plataformas logró colocar 5 canciones en los listados de Billboard. Es más, al conquistar el #1 de las listas de popularidad del mundo, consiguió que Bad Bunny dejara sus vacaciones para subirse a la ola de ascenso de la música mexicana en el mundo con "Unx100to" junto a Grupo Frontera. Bad Bunny terminó cantando música mexicana. ¿De qué hablan los corridos bélicos y tumbados que hoy están en el top de Spotify?
"Ch y la Pizza", los bélicos con fentanilo conquistan Estados Unidos
En medio del ascenso meteórico de Peso Pluma en la música, un asunto comenzó a ser crisis entre el gobierno de México y Estados Unidos. En la última reunión binacional de México y el país de las barras y las estrellas, el tema central fue ni más ni menos que el fentanilo. Según Joe Biden, en México se produce fentanilo, según López Obrador, no. El gobierno norteamericano infiltró a "la Ch y la Pizza" (forma en la que los jóvenes mencionan a los hijos del Chapo para burlar la censura de internet) y los documentos de la DEA y el FBI filtrados a la prensa señalan a los hijos del Chapo Guzmán como responsables de la crisis de fantanilo en Estados Unidos.
Peso Pluma escribe muchas canciones en honor al crimen organizado. Y no a cualquier cartel. Escribe ni más ni menos que al Cartel de Sinaloa. "El Belicón", la canción que catapultó a Peso Pluma —por el cual recibió una certificación multiplatino de Recording Industry Association of America—, habla de Ovidio Guzmán y el episodio de 2019 conocido como el "Culiacanazo".
Este cartel es responsable de decenas de miles de desaparecidos, asesinados y de decenas de pueblos asolados por la violencia. "La Ch y la Pizza" han construido grupos armados que en determinados momentos se han asociado con el gobierno y en determinadas circunstancias se han enfrentado. Entre la asociación y el conflicto, es el más grande grupo del crimen organizado en México.
"La Ch y la Pizza" han transformado el negocio. Son empresarios capitalistas trasnacionales del fentanilo. Compran en China los insumos, los almacenan en Guatemala, producen los kilos de fentanilo en Sinaloa en laboratorios clandestinos para finalmente ser exportados a Estados Unidos.
Peso Pluma canta: “me levanto, un baño y luego me pongo a forjar” y su amigo Natanael Cano canta “en el gabacho se parte el queso para el Ch y la Pizza” son las frases centrales de Tik Tok.
Los hijos del Chapo venden 250 mil pastillas por kilo de fentanilo producido en México y venden cada una a 3 dólares. Al llegar a Estados Unidos se vende para mezclarse con otras sustancias. Pero ese dinero se transfiere a Bitcoins para evadir a hacienda de ambos países. El Cartel de Sinaloa y el sector de la juventud que consume la llamada "narcocultura" se transformó: se hizo centeniall, habla chino y usa criptomonedas, cantan corridos bélicos, usa Tik Tok ... y es tan sólo el comienzo.
En el colmo de las curiosidades, en el festival Coachella, el más importante de Estados Unidos, el Peso Pluma cantó ante miles "PRC". Su traducción a mileniall es “polvo, mdma, y también cristal”. ¡Mientas el FBI y la CIA les declara la guerra a los carteles, Peso Pluma cantó en el festival más grande Estados Unidos que México cruza polvo, ruedas y cristal! La locura. Parece un acto de propaganda. Los corridos bélicos no hablan de los jóvenes del medio rural que huyen del mundo bucólico de la hacienda para conquistar el éxito. Hablan que conquistar Estados Unidos y el mundo y hasta ahora lo están logrando. Podría mirarse en el éxito del Doble P un reflejo del éxito de la Ch y la Pizza.
Peso Pluma es un cantante que compone canciones que exaltan el estilo de vida y la producción de fentanilo del crimen organizado, y que reivindican la vida en un mundo de armas y violencia. Aunque no es el primer artista en hacerlo, es relevante para muchos jóvenes que han crecido en medio de la "guerra contra el narco" y la "narcocultura", que ven este mundo como una alternativa frente a la falta de oportunidades educativas y laborales. Por lo tanto, para entender el fenómeno de los "corridos tumbados" y artistas como Peso Pluma, no se debe adoptar una postura clasista o moralista, sino que se debe considerar el contexto.
Las adicciones y el opio en el capitalismo
Las drogas no son un tema moral, son un tema de salud pública. En Estados Unidos la crisis sanitaria es brutal. El gobierno del norte usará la Inteligencia Artificial para combatir la crisis de fentanilo. Desde 2019 a 2021 las muertes por sobredosis de fentanilo en Estados Unidos aumentaron un 94 %. El imperialismo ha intentando resolver por medio de la prohibición la crisis sanitaria sin precedentes.
Parece que el fentanillo está tomando el lugar del opio para los trabajadores del Siglo XXI. El opio se llamó “la droga de los pobres”, se usaba no siempre fumada: se hacía en jarabe o se masticaba la planta de la amapola. Los proletarios la preferían porque el alcohol era muy caro y la planta del opio disminuía el apetito y eso abarataba la vida. Se usaba como sedante y analgésico. Para los nervios y para la migraña, se masticaba en pequeñas porciones y hasta se vendía en las farmacias a discreción.
Mitigar y aliviar el dolor del mundo
Federico Engels publicó su maravilloso ensayo La situación de la clase obrera en Inglaterra en el que detalló las pobrezas, miserias, vejaciones, explotación redoblada y humillaciones que vivían las y los proletarios en la cuna de la revolución industrial.
Se puede ver en el texto de Engels las causas del consumo del opio: bajos salarios, casas pequeñas con familias enteras amontonadas durmiendo en el piso, niños sin escuelas, sin parques sin ninguna esperanza de recreación, jornadas laborales de más de 12 horas, explotación, injusticias permanentes, miseria, pobreza material.
El opio fue el analgésico y el sedante para que el proletario pudiera continuar viviendo un mundo humillante y explotador. Mitigar y aliviar el dolor del mundo y del individuo que está enteramente solo ante los dolores que causa la explotación en el capitalismo, esa era la razón social del consumo del opio.
El objetivo no es evitar las contradicciones del mundo moderno, sino enfrentarlas. Esto implica exigir mejores condiciones laborales a través de luchas y movimientos de protesta, en lugar de ignorar la realidad que nos rodea.
Es necesaria la legalización de todas las drogas para terminar con el gran negocio que representa la prohibición, partiendo de que el problema de las adicciones es una cuestión de salud pública y no de seguridad, lo que lleva inevitablemente a la incautación del capital generado por la venta de drogas para financiar la atención a la población afectada. Así como de las farmacéuticas, las grandes productoras de drogas y promotoras de las adicciones entre los trabajadores más empobrecidos. |