Quizá una de las imágenes más llamativas de la semana pasada, que salió en todos los medios de comunicación y que se difundió en las redes sociales, haya sido la de unos (para nada amigables) muchachos que custodiaban la asamblea que la Franja Morada y la Nueva Derecho convocaron en la Facultad de Derecho para votar las suspensión de las elecciones a centro de estudiantes. Esos muchachos no eran estudiantes, era una patota contratada por esas agrupaciones que sabían que si dejaban pasar a la asamblea a los estudiantes y agrupaciones que estaban presentes, no se iba a votar lo que ellos querían. La situación se explica por sí sola: si para pasar la medida se necesita una patota que le pegue a estudiantes, la medida entonces, no es ni beneficiosa, ni mucho menos democrática.
La fotografía y los videos llegaron a muchísimos estudiantes de la Universidad de Buenos Aires. Es que lo que pasa en Derecho no es una excepción, la suspensión de las elecciones es una medida que la Franja Morada (Cambiemos) y la UES (peronismo) quieren lograr en todas las facultades de la UBA. ¿Qué es lo que quieren hacer? Sencillo, que las elecciones a centro de estudiantes esten “atadas” a las de consejo directivo. Desde la vuelta de la dictadura hasta ahora siempre hubo elecciones anuales en la Universidad de Buenos Aires. Es un derecho básico que tenemos los estudiantes. Sí pasará con elecciones de un gobierno todo el mundo estaría escandalizado, lo mismo está sucediendo con los Centros.
En algunas otras facultades como Medicina, Psicología,Sociales y Fadu resolvieron quitarnos el derecho a votar este año en comisiones directivas donde sólo tienen voto las agrupaciones que las componen. La opinión de los estudiantes bien gracias.
¿Qué busca la Franja Morada con esta medida?
Esto implica, por un lado, que cuando hay elecciones a nivel nacional, cuando todos en el país están debatiendo política, diferentes proyectos, no haya debate en la UBA. Es un intento de despolitizar. Pero además, hace que las autoridades de cada facultad tengan control sobre las elecciones, beneficiando a las agrupaciones ligadas a ellos mismos. Así los centros de estudiantes se integran cada vez más al régimen universitario (co-gobernado por el Peronismo y el Radicalismo) y se convierten en kioscos de las autoridades.
Necesitan un estudiantado despolitizado, que no debata sobre los problemas de los jóvenes que estudian y laburan, que no debatan sobre los contenidos de las carreras, las condiciones de cursada. Necesitan que no se debata, para pasar el ajuste a nuestra educación. Debatir todo eso implica poner en cuestión quienes administran los recursos de la UBA y sus negociados. Ya lo empezamos a ver con la quita de la obra social a los no docentes y docentes que se jubilen y “ad honorem”. También con los despidos en Psicología y los aumentos de los aranceles de los posgrados en facultades como Sociales.
Que muchos estudiantes conozcan lo que está pasando tiene que ver, en parte, con que desde En Clave Roja no solo denunciamos esto en diciembre, sino que desde el inicio de clases venimos realizando una gran campaña para que no quede ni un estudiante sin saberlo, para abrir un gran debate en las facultades. Rompimos la normalidad en muchas facultades: Pasamos por cursos, juntamos miles de firmas, llenamos de carteles los pasillos y las aulas, hicimos videos, repartimos volantes para difundir este avance, impulsamos comisiones para organizar a los estudiantes, participamos de asambleas contra los despidos en musicoterapia en común con docentes. Hoy muchos estudiantes reconocen a En Clave Roja como los que lo peleamos desde un primer momento. Lo hicimos con dos objetivos: frenar el avance de la Franja Morada y moldear a un sector del movimiento estudiantil para lo que se viene.
Lamentamos que las otras agrupaciones de Izquierda no hayan dado esa pelea, porque justamente, si el revuelo que hay hoy en las facultades fue posible gracias a lo que venimos haciendo desde nuestras agrupaciones, está campaña tendría mucho más fuerza si también la impulsará consecuentemente el resto de la Izquierda en todas las facultades, pero sobretodo en los Centro de Estudiantes donde conduce o tiene peso. Si bien deberían haber estado a la cabeza de enfrentar a la Franja Morada desde el primer día, todavía esta pelea no terminó.
En la Facultad de Económicas están preparando el terreno para hacer lo mismo que en derecho con una asamblea precocinada que todavía ni tiene fecha. Quieren hacerla a espaldas de los estudiantes. No podemos dejar que pase lo mismo que en la Facultad de Derecho.
Pero además ¿Qué va a pasar en las próximas semanas con los centros que no son conducidos por la Franja Morada? Hay varias facultades que no son conducidas por el Radicalismo, donde todavía no se han suspendido las elecciones. Ese es el caso de Filosofía y Letras y Exactas, conducido por el kirchnerismo (La Mella, Cámpora y Movimiento Evita) y también por Veterinarias y Farmacia y Bioquímica, conducidos por el Partido Obrero (UJS).
El Kirchnerismo ya anunció de forma informal que convocará a comisión directiva la semana que viene, para que las agrupaciones voten suspender las elecciones. En una facultad como Filosofía y Letras con tradición de asambleas se niegan a que los estudiantes opinen de este punto central. Repiten los métodos de la Franja Morada y ayudan a que se cumpla su objetivo. A ellos, que son parte del cogobierno universitario y del gobierno Nacional que necesita el ajuste en la UBA, no les conviene tampoco que los estudiantes debatan. Esta semana estamos impulsando allí un ruidazo, se tiene que decidir en asamblea.
El desafío de la Izquierda
De aquí surge un debate importante: ¿Qué tienen que hacer los centros de estudiantes que se reclaman democráticos y combativos para enfrentar este avance de la Franja Morada y las autoridades de la UBA? La mejor respuesta es construir un polo de resistencia que enfrente el avance de la franja morada. Para eso, es necesario realizar una gran campaña para que todos se enteren, apostar a que cada estudiante sea sujeto de esta pelea, convocar a elecciones para mostrar la diferencia entre quienes apelamos a los métodos democráticos y a la autoorganización de los estudiantes, frente a quienes tienen un aparato despolitizador y patotero.
Está es la pelea que estamos dando desde En Clave Roja y a la que queremos que se sume todo el resto de las organizaciones de Izquierda. Si logramos poner en pie este polo de resistencia, que emerja como una fuerte oposición política al Radicalismo y el Peronismo, que enfrente el ajuste del gobierno y de las autoridades, que se una junto a lxs trabajadores, podría ser un ejemplo para todas las facultades. Si lo que ellos buscan es anular la politización y puesta en actividad de los estudiantes, eso es lo que tenemos que conquistar para enfrentarlos.
Les compeñerxs de la UJS-PO no vienen intentando hacer esto en los centros donde conducen, no sacaron ni un volante explicando lo que está pasando. La primera publicación que suben a su cuenta de Instagram pronunciándose al respecto es del día de ayer (Domingo 23 de abril). Una publicación que llega varios meses tarde, luego de haber transcurrido el escándalo de Derecho. Allí incluso aclaran: “respecto a las elecciones en nuestras Facultades creemos que merece un debate mayor, el cual tiene que tener en cuenta si se vota en el resto de la UBA”. Es decir, condicionan cómo deben actuar los centros conducidos por la Izquierda a la política que tenga la burocracia estudiantil donde conduce. En otras palabras, solo van a construir un polo de resistencia si las burocracias dejan de actuar como burocracias. Es bastante ingenuo. La declaración tampoco tiene un llamado a organizarse, ni a enfrentar este ataque.
Justifican que no siguen este camino con el argumento de que “son los únicos centros que pelean por becas, contra la deserción estudiantil, contra el ajuste del gobierno y apoyando las luchas docentes por salarios y presupuesto”. Está muy bien reivindicar todas esas luchas que damos en común. Sin embargo, una agrupación política se prueba en los momentos de crisis, como estos, en los que la burocracia estudiantil del Radicalismo y Peronismo está avanzando contra derechos básicos de los estudiantes. Ese argumento no vale como excusa ante las críticas que les planteamos fraternalmente por no estar a la altura de los desafíos que se plantean para la Izquierda. Escribir que somos “idiotas útiles” porque les hacemos un llamado a cambiar de política no cualifica como argumento; aparte, se puede considerar más de idiota util tener una política que no enfrenta a la burocracia estudiantil. Esperamos que salgan de esa actitud y podamos unirnos en la gran batalla que está planteada. |
