El día domingo 23 de abril diversas organizaciones sociales se convocaron en Quintero contra la construcción de una planta desalinizadora que podría desvastar la biosfera marina. Esta construcción contó con el apoyo en sus inicios del gobierno regional, proyecto adjudicado a la empresa Aguas Pacífico, empresa ligada al holding de inversión brasileño especializado en capital privado, bienes raíces, infraestructura y fondos de inversión multi-mercado, el fondo Patria.

Dentro de los convocantes se encontró la Federación de Pescadores Artesanales Bahía Narau, encabezando el sindicato S24, la agrupación de mujeres Hilacha Roja, Sociedad de Resistencia de Oficios Varios, comités Piedra Grande, Consejo Consultivo de Salud de Quintero, cras en resistencia y el Centro Cultural Alejandro Castro.

Fuera desalinizadoras de Quintero ¡No+zonas de sacrificio!

El empresariado en la comuna de Quintero no se detiene. Durante décadas, desde la dictadura pasando por los gobiernos de la concertación y la derecha han permitido que el empresariado tenga chipe libre en la comuna. Construyendo una zona de sacrificio con la venia de grandes trasnacionales de la industria energética que han aumentado sus ganancias mientras para la clase trabajadora y el pueblo en Quintero entregan contaminación y pobreza.

Hoy bajo el gobierno de Boric se busca implementar una supuesta “transición ecológica” pero continuando las antiguas recetas empresariales en la zona. No es casual que durante el 2022 el gobierno viera con buenos ojos la instalación de plantas desalinizadoras para resolver lo que denominaban como “crisis hídrica”. Hay que decir claramente que si hoy en la región de Valparaíso tiene problemas con el agua es por el saqueo que realiza la grandes empresas en particular la minería privada. En la bahía de Quintero el gobierno ha subvencionado a empresas como GNL que busca instalar una serie de plantas desalinizadoras para la introducción del hidrógeno verde para la exportación en la comuna.

Desalinizadoras= muerte ¡No+zonas de sacrificio!

La planta desalinizadora que hoy se busca construir en Quintero podría traer consecuencias devastadoras para el medio ambiente. Por la envergadura del proyecto esto implicaría vertir 3.000 litros de salmuera por segundo en la bahía, además de los problemas de almacenamiento y procesamiento de tóxicos relacionados al proceso de desalinización.

Es urgente organizarnos para detener un nuevo desastre ambiental en la comuna, rechazando la instalación de esta planta desalinizadora y de las nuevas que quieren construir.

Para terminar con las zonas de sacrificio es necesario pelear por la expropiación del polo energético e industrial bajo control de los trabajadores y la población, para tomar verdaderas medidas de reconversión para el cuidado del medio ambiente y de planificación económica que deben poner en primer plano la salud y la vida de las familias trabajadoras de la comuna. Ninguna transición ecológica vendrá de la mano de empresas y trasnacionales.