En lo que es un paso más de su larga trayectoria política, con un larguísimo paso por el peronismo que lo tuvo durante mucho tiempo, entre otros cargos, como jefe de bloque del Frente para la Victoria en el Senado, para luego dar un salto a Juntos por el Cambio para ser candidato a vicepresidente de Macri, Miguel Ángel Pichetto se lanzó este miércoles como precandidato a la presidencia.
El evento tuvo lugar en el microestadio de Ferro y allí el dirigente de derecha dejó duras definiciones respecto de su programa económico, apuntando a la necesidad de una reforma laboral (eufemísticamente mencionada como "modernización de las relaciones laborales"), a la defensa de la propiedad privada, reforma impositiva y "recuperación" de las Fuerzas Armadas.
En las primeras filas estuvieron Diego Santilli, los peronistas Claudia Rucci, Ramón Puerta, Juan Carlos Romero y Cora Reutemann, Toty Flores -Coalición Cívica-, Florencia Arietto y los ex intendentes Martiniano Molina y Ramiro Tagliaferro, entre otros dirigentes.
Su precandidatura se suma así a la larga lista de postulados de los distintos partidos de Juntos por el Cambio. Desde su entorno, afirmaron que busca atraer hacia el espacio a peronistas desencantados y después participar de una PASO. Aunque no es descartable, dado su bajo volumen electoral, que en el camino se baje.
Durante su discurso, Pichetto dejó claras definiciones para que no queden dudas sobre su perfil derechista, diferenciándose a la vez de Javier Milei y de otros candidatos de Juntos por el Cambio. “Algunos todavía plantean que van a hacer la revolución castrista, bolchevique, ideas totalmente viejas. Argentina sale por el lado del capitalismo, pero no por el liberalismo. Los que se reunieron en Bariloche y no me invitaron tienen una mirada muy parcial. La visión del capitalismo productivo se diferencia de la especulación financiera”.
En otros pasajes de su alocución, se refirió también a la defensa del derecho de propiedad y atacó a las empresas públicas, dejando una puerta abierta a fuertes planes de ajuste o privatiación: "No podemos tener empresas públicas que pierdan 6 mil millones de dólares anuales. Es una plata que podemos poner en el proceso productivo, en el aliento a las pymes, en bajar la carga impositiva”.
Por otro lado, deslizando su habitual perfil xenófobo, afirmó que "tenemos que atender la problemática demográfica. Hay que tener política migratoria. Si un inmigrante latinoamericano quiere venir, tenemos que ordenar adónde. Si analizás que en el conurbano tenés 14.500.000 habitantes, y la Patagonia vacía, hay que hacer una política de regionalización".
En ese mismo registro, también dijó que “nadie habla de las Fuerzas Armadas. Hay que recuperarlas. Los sueldos que cobran los oficiales en algunos casos es equivalente a una persona que recibe a un plan. Hay que cuidar el territorio argentino. Con la entrega de tierras a pseudomapuches o las organizaciones de Grabois están regalando la tierra argentina. ¿Qué van a hacer? Una villa de emergencia. El turismo es un elemento muy importante.
Se lanzó Pichetto, nada nuevo bajo el sol. Un derechista más en carrera. |