Lo que padecemos en Venezuela es capitalismo del más salvaje, el Gobierno hambreador y represivo destruyó los derechos laborales para placer de toda la patronal: el capital privado, los viejos y nuevos ricos, la alta burocracia corrupta, son los beneficiarios de esa política que hace desguace con los derechos de los trabajadores.

Cada vez más se ponen de acuerdo en las alturas. Empresarios, PSUV y los partidos de la oposición patronal se reacomodan en esta “nueva situación”, donde la supuesta “recuperación” es sobre la base del entreguismo nacional (a capitales gringos, chinos o rusos), y reventar a la clase obrera, con jornadas extenuantes, dos y tres trabajos a la vez, salarios miserables o bonificados, sin derechos contractuales, con una desigualdad social cada vez más brutal.

¡Ese es el consenso burgués implícito, en eso coinciden las diferentes fracciones de la clase dominante, por más que se enfrenten entre sí! Las trabajadoras y trabajadores necesitamos por eso una perspectiva política propia, con independencia de clase.

¡Salarios y pensiones indexados al costo de la canasta básica! ¡Basta de bonificación del salario! ¡Discusión y cumplimiento íntegro de los contratos colectivos! ¡No a los despidos en Procter&Gamble, Café Venezuela y demás empresas!

El cuento del país recuperándose es el de la prosperidad de las ganancias en base a la miseria salarial, es el de cientos de padres y madres de familia en la calle, despedidos tanto en empresas privadas como públicas. Capitalismo puro y duro.

Miles de millones de dólares en corrupción están en la base de la tragedia nacional. El gobierno destapa apenas una de sus tantas ollas podridas y se pretende lavarse la cara, mientras insiste en que “no hay plata” para salarios y pensiones iguales a la canasta básica.

¡Que todo lo confiscado a la corrupción vaya a un fondo de emergencia para salud, educación, salarios y pensiones! ¡Por un fondo de emergencia fiscalizado por comités de maestras, enfermeras y asociaciones de pensionados, no en manos de los mismos cómplices del desastre!

El gobierno mantiene la supuesta “Ley Antibloqueo” que legaliza las corruptelas, al establecer el secretismo en los negocios con los bienes públicos y criminalizar a quienes exijan cuentas. Mantiene un régimen de miedo y represalias con leyes y juicios contra los trabajadores que denuncien. ¡Por eso su “lucha contra la corrupción” es una farsa!

¡Derogación de la “Ley Antibloqueo”! ¡Anulación de cualquier norma que consagre el secretismo en el manejo de los recursos públicos! ¡Derogación de la “Ley del odio” y demás leyes que criminalizan a los trabajadores! ¡Libertad plena y anulación de los juicios a todos los trabajadores criminalizados por las mafias de la corrupción!

La oposición patronal también está sumergida en la podredumbre de la corrupción, tanto los que conviven con el gobierno como los vinculados al “gobierno interino” de Guaidó. El “interinato”, esa creación del gobierno de los Estados Unidos, rompió récord en malversación y robadera, pues en poco tiempo y sin ser el gobierno real del país, casi quiebra Monómeros, la usó como bodega de reparto familiar –firmando contratos milmillonarios a la madre de Leopoldo López–, le reventó el escándalo de Cúcuta, con los recursos de la “ayuda humanitaria”, pagaban una nómina de miles de militantes de los partidos del “G4” con los recursos públicos del país que los gringos confiscaron y le pusieron a disposición. De hecho, ¡no hay cuentas claras y públicas, ni contraloría ni auditoría, de lo que hizo ese “gobierno paralelo” con todos los recursos públicos del país que les asignaron y con la “ayuda humanitaria”!

El sector opositor de derecha subordinado al gobierno está marcado por la pudrición desde su aparición en escena: el soborno y la compra de lealtades con recursos públicos por parte del Gobierno/PSUV está en la base del sector de Primero Justicia y otros partidos que rompió con Guaidó para apoyar al Gobierno en la Asamblea Nacional en enero de 2020. ¡No por casualidad este sector hoy guarda un gran silencio ante el escándalo que se develó! Como hemos dicho, ¡no hay hueso sano entre los partidos patronales, tanto en el gobierno con en la oposición!

Las mujeres trabajadoras son de las más golpeadas con la tragedia nacional. Son la mayoría en los trabajos más precarios (limpieza, tercerizadas, etc.), soportan dobles y triples jornadas de trabajo, con salarios miserables ha aumentado la mal nutrición de las madres para priorizar la alimentación de los hijos, más expuestas a los abusos patronales machistas y a la violencia doméstica, sin condiciones para decidir sobre su reproducción (sin anticonceptivos ni aborto legal).

¡Los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres son también banderas de la clase obrera! ¡Unidad para luchar contra la explotación de clase y la opresión de género!

¡Repudio total a la burocracia sindical gobiernera, traidora, vendida al patrono y cómplice de todos los ataques! ¡Basta de división de las filas de los trabajadores por los intereses de las burocracias sindicales vinculadas a partidos patronales! Los sindicalistas del PSUV y de la CBST merecen todo el repudio de la clase trabajadora, burócratas que actúan como funcionarios gubernamentales, como agentes del patrono en las filas de la clase obrera. ¡Hay que desplazarlos desde las bases! Pero tenemos también en el movimiento obrero el problema de los dirigentes sindicales vinculados a los partidos de oposición patronal, que tiende a dividir las luchas en función de las políticas de esos partidos. Todo eso debilita a la clase y la pone a rastra de estrategias que no son suyas. ¡Necesitamos organización desde las bases, asambleas unitarias, para unir en la lucha lo que las burocracias sindicales mantienen separado!

La catástrofe nacional es la catástrofe del decadente capitalismo venezolano. Los años de “gloria” del chavismo fueron un espejismo facilitado por la enorme renta petrolera, mientras se profundizaban los males de este sistema enfermo: fuga de la renta pública hacia cuentas en el exterior de banqueros, empresarios y altos burócratas; desinversión por parte de la burguesía local y cero desarrollo de las capacidades productivas; corruptelas a granel; brutal endeudamiento nacional con capitales transnacionales. La clase trabajadora no tiene futuro bajo este sistema decadente, ni con los defensores del viejo régimen burgués ni con estos farsantes que ensucian la palabra “socialismo.

¡Luchemos en la perspectiva de conquistar un gobierno propio de los trabajadores y el pueblo pobre! El único que puede dar una salida progresiva de fondo a nuestros problemas.

¡POR UN 1RO DE MAYO QUE LEVANTE EN ALTO LAS BANDERAS DE LA MUJER TRABAJADORA!
¡VIVA EL 1RO DE MAYO! ¡VIVA LA CLASE OBRERA QUE RESISTE Y LUCHA!
¡VIVA LA LUCHA DE LOS TRABAJADORES FRANCESES! ¡ABAJO EL GOBIERNO GOLPISTA Y ASESINO DE BOLUARTE EN PERÚ!

Mayo de 2023
Liga de Trabajadores por el Socialismo (LTS)