Tras el acto de Cristina Kirchner, el precandidato a presidente del Frente de Todos volvió a cambiar su discurso sobre Sergio Massa. Luego, el día del trabajador estuvo con Esteban Bullrich (PRO), pidiendo un acuerdo nacional. Mientras, la UTEP continúa en tregua y una de sus dirigentes planteó "no luchamos lo suficiente".
Una semana antes del acto de Cristina Fernández Kirchner en La Plata, Juan Grabois había hecho declaraciones durísimas contra el ministro de Economía Sergio Massa. Una de las más contundentes fue: "ni en pedo vamos a votar a este cagador y vendepatria". Así, el líder de Patria Grande y precandidato a presidente por el Frente de Todos, venía buscando pilotear la gran contradicción de su militancia y campaña electoral: diferenciarse del ajuste y de los pactos con el FMI, que su gobierno implementa.
Luego de que CFK le tirara la indirecta de "no usar el bastón de mariscal para golpear a otros compañeros", Juan Grabois se disciplinó y cambió su discurso sobre Massa.
"¿Quién te gustaría que fuese tu ministro de Economía?" -le preguntaron en el programa de radio Mejor país del mundo, y Juan Grabois respondió: “Le podemos dar otra oportunidad a Sergio Massa”. El mismo periodista le dijo sorprendido: "nunca vi a nadie cambiar tanto en una semana".
Lo cierto es que se trata de un giro en el tono del discurso, no en el contenido de lo que viene siendo su planteo electoral, desde que Grabois lanzó su precandidatura en marzo. A pesar de haber dicho también que "Massa es un mentiroso patológico", por las mismas fechas planteó que "si gana Sergio Massa las PASO y acepta algunas condiciones elementales, yo lo voy a apoyar". Esto fue solo unos pocos días antes decir que "ni en pedo" lo haría.
Por otro lado, el lunes 1ro de mayo, Juan Grabois contó que se fue antes del acto que montó la UTEP junto con Cachorro Godoy (CTA autónoma), para asistir a una convocatoria impulsada por el exministro de Educación del Mauricio Macri, Esteban Bullrich. Al día siguiente declaró: "Hay que hacer lo que propusieron Cristina y Bullrich, construir un programa". ¿Con la oposición de derecha, que quiere más ajuste y reforma laboral? Extraña forma de pasar el día internacional de los trabajadores y trabajadoras.
Ese mismo lunes, Dina Sánchez, secretaria adjunta de la UTEP, hacía una autocrítica frente a las movimientos sociales oficialistas allí reunidos: "no luchamos lo suficiente". Lo dijo luego de plantear que el Gobierno del Frente de Todos está retaceando alimentos para los comedores populares y merenderos. El propio Grabois había planteado que además Sergio Massa estaba detrás de las bajas en los programas Potenciar trabajo que lleva adelante la ministra Victoria Tolosa Paz.
Es innegable que durante el gobierno de Mauricio Macri, las organizaciones nucleadas en la UTEP impulsaron variadas movilizaciones y reclamos; pero durante el gobierno del Frente de Todos fue muy poca su presencia en las calles, a pesar del aumento en la pobreza y del pacto con el FMI que legalizó la estafa macrista. Esto es consecuencia de la falta total de independencia política de estos movimientos frente al gobierno peronista, que hasta hoy y a pesar de las críticas, siguen apostando al Frente de Todos.
Jugar las fichas dentro del juego de partidos del régimen capitalista argentino, redunda en estos comportamientos erráticos del discurso y la acción (o no acción) de Juan Grabois y de los sectores de los cuales él es referente. Grabois además viene mostrando que mira de cerca las encuestas electorales: "mucha gente que me votaría a mí, si yo no estoy, vota al Frente de Izquierda Unidad".
Gran parte su armado discursivo, es para evitar la fuga de votos decepcionados hacia la izquierda consecuente, que se organiza y pelea con total independencia política de todos los gobiernos.
Las promesas de campaña de Juan Grabois interpelan a sectores del pueblo trabajador pobre y precarizado y a la juventud sin derechos.
"Un lote para cada familia", donde construir la casa propia, sin dudas es una demanda sentida en una sociedad donde más de 3 millones y medio de personas sufren el défit habitacional.
Luego de la pandemia, cientos de miles de familias tomaron terrenos abandonados, sin títulos de propiedad o directamente basurales, para improvisar viviendas precarias, con el sueño de levantar barrios con colegios y hospitales. La izquierda acompañó muchos de estos procesos, impulsando la organización democrática de trabajadoras y trabajadores, y hasta presentó proyectos de ley para que las familias tuvieran un pedazo de tierra para vivir. La respuesta del gobierno de Axel Kicillof (a quien Grabois banca como candidato a la reelección) fue la represión brutal a mujeres que habían escapado de la violencia de género con sus hijos, en defensa del gran negocio inmobiliario de los countrys y demás chanchullos municipales.
¿Cómo llevaría adelante este programa Grabois, con semejantes alianzas políticas?
El Frente de Izquierda Unidad, plantea generar millones de puestos de trabajo genuino, impulsando un plan de obras públicas para construir viviendas populares. Y como ya lo ha demostrado, no tiene las manos atadas para pelear por esto hasta las últimas consecuencias, impulsando la organización democrática de las trabajadoras y trabajadores, para desplegar toda su fuerza de lucha y conquistarlo.
A su vez, el planteo de Juan Grabois de "cancelar el acuerdo con el FMI", interpela a un sector que entiende que el ajuste y en gran medida la inflación y las presiones devaluatorias, son consecuencia del co-gobierno con el Fondo.
Pero los diputados y la diputada de Patria Grande, no fueron consecuentes con este planteo. Votaron a favor del Presupuesto 2023, que armó Sergio Massa bajo las pautas del FMI: con recortes en vivienda, educación, salud y partidas sociales. Sobre los lineamientos de este Presupuesto se apoya también la ministra Victoria Tolosa Paz, cuando impulsa el recorte en el programa Potenciar trabajo o en la Tarjeta Alimentar.
Lo cierto es que el Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad fue la única fuerza política nacional que impulsó movilizaciones contra la estafa de la deuda y el acuerdo con el FMI, en unidad con a otras cientos de organizaciones políticas y sociales. Ni Juan Grabois, ni Patria Grande, se jugaron a movilizar contra el acuerdo del FMI, ni antes, ni después de la votación en el Congreso.
A su vez, los únicos que votaron en bloque contra este acuerdo, fueron los diputados y diputadas nacionales del Frente de Izquierda y de los Trabajadores Unidad, con las bancas de la precandidata a presidenta Myriam Bregman, de Nicolás Del Caño, Alejandro Vilca y Romina del Plá.
No se puede decir lo mismo del bloque de diputados nacionales de Patria Grande. El diputado nacional Itaí Hagman, primero cedió su lugar en la comisión de presupuesto, para que otro legislador del Frente de Todos aprobara el dictamen, y luego Hagman votó abstención en la cámara de diputados. Junto con La Cámpora, estudiaron bien las cuentas, para rechazar el acuerdo, pero no poner en peligro ni su tratamiento, ni su aprobación.
Patria Grande y Juan Grabois tienen las manos atadas para llevar sus promesas de campaña hasta el final, porque su estrategia, dejos de anclarse en la independencia política y buscar organizar la fuerza social del pueblo trabajador y la juventud para luchar: ha demostrado ser complaciente con la orientación política del gobierno de Alberto Fernández y el kirchnerismo.
Además, hacia el final del juego electoral, es muy posible que llamen a votar a un nuevo "sapo" propuesto por el kirchnerismo. ¿Será Sergio Massa? Aún está por verse.