El triunfo de la extrema derecha
Los grandes ganadores del domingo, fueron la extrema derecha del Partido Republicano de José Antonio Kast, y por tanto serán los herederos de la dictadura quienes escribirán la propuesta de nueva Constitución, que es una consecuencia del pacto impulsados por los partidos del gobierno que propuso este proceso fraudulento y la agenda del gobierno que ha fortalecido la derecha.
En la región, el Partido Republicano alcanzó el 38,14% de las preferencias con 104.884 votos, logrando la entrada de dos miembros de la región de Antofagasta al Consejo Constitucional, Carlos Solar y Carmen Montoya. Los republicanos sin dudas capitalizaron gran parte de los votantes del Partido De la Gente, quienes en las últimas elecciones sacaron una gran votación en la región, cuestión que no fue así esta vez, producto de la crisis abierta a nivel nacional por una de sus candidaturas ligada al narcotráfico, ubicándose esta vez en el penúltimo lugar.
Sin dudas, el triunfo de la derecha más extrema en la región es expresión del fraudulento y antidemocrático proceso que fue elaborado para beneficiar a la derecha, los empresarios y los partidos tradicionales del país.
Pero también expresa el clima reaccionario que se ha instalado este último tiempo, donde el foco del gobierno de Boric junto a la derecha respecto a la instalación de la agenda securitaria en parte ha estado puesto en esta región. Desde la militarización en las fronteras y la criminalización a las y los migrantes, la instalación del “Plan Calles Sin Violencia” con epicentro en Calama, comuna que ha protagonizó una marcha detrás de un programa de derecha encabezado por la Federación Regionalista Verde Social(FRVS), buscando fortalecer a las policías y sus herramientas represivas.
Mientras el oficialismo a nivel nacional, y en la región, cede cada centímetro a la derecha, por ejemplo impulsando una agenda represiva sin resolver los grandes problemas de fondo que producen la inseguridad en la región, es la extrema derecha del Partido Republicano quien siempre ha puesto al centro su política a favor de las policías, el desalojo de campamento de las familias sin vivienda y su política anti inmigrante, la que sale fortalecida gracias al gobierno y sus partidos. Por otra parte, la extrema derecha hace demagogia con las necesidades de la mayoría de la población, tomando los problemas de una crisis económica que no da tregua a las grandes mayorías de la población, mientras son los mismos republicanos quienes siempre han defendido los pilares del Chile neoliberal heredado de Pinochet, responsable de arrojarnos a las miserias que vivimos día a día.
Por otro lado, el oficialismo Unidad Para Chile(Partido Comunista, Revolución Democrática y FRSV) en la región de Antofagasta, logró entrar con un consejero alcanzando el 27,51% de las preferencias con 75.643 votos. Es así que por el cupo de independiente por Revolución Democrática, el tercer representante de la región sería José González.
Por último, los grandes perdedores de la jornada fueron los partidos de la ex Concertación(PDC y PR), quienes no lograron llegar al 8% de las votaciones. quedando en el fondo de todos los pactos.
La región de Antofagasta expresa la tendencia nacional, con la entrada de la extrema derecha y el oficialismo al Consejo Constitucional, pero también marca una expresión no menor en la región minera, y es el silenciado voto nulo.
La segunda real mayoría fue el voto nulo en la región: la necesidad de organizar el descontento
Otra cifra sorprendente en la región fue el voto nulo, el que llegó a los 82.162 votos, superando por más de 6 mil 500 votos a la lista del gobierno, y que junto a los votos en blanco estaría por debajo de la extrema derecha por un poco más de 4.500 votos.
Esta tendencia del voto nulo, que también alcanzó cifras importantes a nivel nacional y siendo el segundo porcentaje de nulos después de Atacama, podría expresarse como un voto más político, y de protesta ante las candidaturas y lo fraudulento de este proceso levantado a espaldas del pueblo pobre y trabajador.
No es un voto que busca hacerle el juego a la derecha, como lo quisieron hacer ver desde el pacto Unidad Para Chile, cuando han sido estos desde el oficialismo que han dejado a la derecha poner al centro su agenda, respaldando sobre todo sus políticas represivas como la ley de gatillo fácil Nain Retamal.
Este voto, expresa que hay un sector importante con un profundo descontento ante este proceso pactado ajeno a las necesidades de la clase trabajadora y el pueblo. Pero a la vez, abre la incógnita de cómo canalizar ese descontento, a través de qué vías y métodos, sin ceder más espacio a la derecha.
No podemos caer en la ingenuidad de que será a través de las urnas donde realmente pondremos las necesidades de las grandes mayorías al centro, y con ello derrotar a la derecha y la extrema derecha que busca mantener intacto el Chile neoliberal.
Es necesario poder buscar organizar a este sector descontento que se expresó en estas elecciones, en la perspectiva de ponerlo en movimiento, coordinarlo y organizarlo, retomando el camino de la movilización, y así poder conquistar a través de la lucha las demandas que más urgen en este momento de crisis económica, como un salario mínimo desde los 750 mil pesos móvil según los niveles de inflación, el problema de la cesantía, y con ello enfrentar la carestía de la vida.
Pero también, retomar la pelea por conquistar todas las demandas irresueltas de la rebelión como terminar con las AFP, los salarios de hambre, conquistar una educación y salud gratuita y de calidad, recuperar los recursos naturales que se encuentran en manos de los grandes empresarios, entre otras, por lo que hay que retomar la pelea por una verdadera Asamblea Constituyente Libre y Soberana. |