No, no leíste mal el encabezado ni la descripción de este artículo. Bajo la máscara de ser un espectáculo de danza de "China antes del comunismo", el baile Shen Yun, respaldado por la secta Falun Gong, ha tomado por asalto los anuncios de YouTube, lo cual ha suscitado memes al respecto.
Dichos memes hacen mofa de la frecuencia con que aparecen los anuncios de este espectáculo que sostiene ser "tradicional" de China. En realidad, es dudosa la afirmación de que sea un baile tradicional al punto de trazar sus líneas a la era "antes del comunismo".
¿China es comunista?
Antes de entrar en materia, consideramos pertinente aclarar este primer elemento. Por definición, China no es comunista. Más allá de que el PCC siga gobernando el país oriental, el comunismo se trata de una sociedad sin Estado, explotación ni opresión, donde a cada persona le corresponde según sus necesidades y otorga a cambio a la sociedad algo según sus capacidades y en la que la sociedad consiste en productores libres y asociados.
Nada de esto tiene la China actual. En el ámbito de la explotación, es conocido su carácter de taller del mundo, donde miles fabrican en condiciones insalubres los teléfonos y dispositivos electrónicos que disfrutamos. Tan es así que el año pasado los obreros de la "Ciudad Apple" estallaron en huelga por las condiciones laborales terribles impuestas por el PCC y por las medidas draconianas para enfrentar la pandemia.
En lo que concierne a la opresión, las distintas nacionalidades internas de China (uygures, tibetanos, mongoles, etc.) se enfrentan al nacionalismo Han, así como a la persecución de las distintas religiones minoritarias por parte del gobierno. En la provincia de Xinjiang, que busca su independencia como el Uygurstán (o Turkestán oriental), es conocida la demolición de mesquitas de manera sistemática.
Si bien desde este diario consideramos que en China el proceso de restauración capitalista hace mucho que ya se ha llevado a cabo, tampoco pensamos que en algún punto, en vida de Mao, se haya instaurado un régimen comunista, sino que se trató de un Estado obrero deformado implementado por un partido-ejército, cuyas especificidades exceden el propósito de este artículo.
Falun Gong, la secta detrás de Shen Yun
Habiendo hecho esta aclaración, hablemos ahora sí del espectáculo "tradicional" de Shen Yun. Etimológicamente, "Shen" significa "divino", mientras que "Yun" hace referencia al porte personal. Por lo tanto, ambas se referirían a la belleza divina de los dioses al bailar.
Pero este espectáculo que ha inundado el transporte público y los anuncios en YouTube que afirma ser "China antes del comunismo" tiene tras de sí a una secta religiosa. Dicha secta tiene por nombre Falun Gong, dirigida por un sujeto llamado Hongzhi Li.
Li y el Falun Gong hacen una referencia constante a la idea de un dios creador. Ello lo expresan en el espectáculo con una canción llamada "To Relay the Creator’s Call" ("Transmitir el llamado del Creador"), la cual habla de que los seguidores de Shen Yun están "esforzándose por retransmitir la llamada del Creador, revelando en el escenario la gloria de una cultura divina [y] rompiendo el hechizo del ateísmo y la evolución".
Según la letra, "el pensamiento moderno ha corrompido nuestra naturaleza divina original". Y es que en las creencias de Falun Gong y su líder Hongzhi Li, la teoría de la evolución es una muestra de la degeneración que provoca en China el Partido Comunista.
En una entrevista en 1999 a la revista Time, Li afirmó que "todo el mundo piensa que los científicos inventan por su cuenta, cuando en realidad su inspiración está manipulada por los extraterrestres. [...] El propósito final es reemplazar a los humanos". Es decir, habría una conspiración alienígena-comunista para ese propósito. "El cuerpo humano es el más perfecto del universo. Es la forma más perfecta. Los alienígenas quieren el cuerpo humano", prosiguió Li. Según él, los alienígenas habrían introducido la ciencia y maquinaria modernas para reemplazar a la humanidad con clones.
La diatraba anticientífica de Li y la secta Falun Gong no se detiene ahí. Durante la pandemia, un número especial de su órgano de prensa (del cual hablaremos en líneas más abajo) fue enviado a cientos de hogares en Estados Unidos y Australia con un mensaje sobre el COVID-19. En él, se afirmaba que "las plagas y la peste, por su propia naturaleza, son organizadas por los dioses". "Cuando los humanos se corrompen en sus corazones —afirmaba el artículo—, generarán karma, enfermarán y sufrirán calamidades. [...] [La pandemia] ha llegado con un propósito y con un objetivo. Ha venido para eliminar a los seguidores del malvado Partido y a los que van de la mano del malvado PCCh".
Como remedio, Li sugirió un distanciamiento social un tanto extraño: "En la actualidad, los países más afectados son los que se asocian estrechamente con el malvado PCCh, y lo mismo ocurre con los individuos. Entonces, ¿qué se puede hacer? Alejarse del malvado PCCh y no alinearse con el malvado Partido". Es decir, según Falun Gong y Li, la pandemia de COVID-19 no se debió (como afirman expertos tales como Kim Moody, David Harvey, Rob Wallace y Michael Roberts) a las cadenas de valor generadas por la economía "just in time" (las mismas que permiten a una persona pedir un producto en un sitio como Amazon y que llegue a su puerta en cuestión de días u horas) que permitían la fácil propagación del virus de persona a persona, causando que economías enteras como Italia o Estados Unidos se vieran frenadas, sino que se debió a la proximidad de estos países con el PCC.
El Falun Gong apoya a Donald Trump
Para concluir queremos agregar que, además de los profundos argumentos anticientíficos de Hongzhi Li y el Falun Gong, se añade una profunda homofobia y un apoyo explícito al expresidente estadounidense Donald Trump. Según Li, Falun Gong cree que Trump fue "enviado por el cielo para destruir al partido comunista chino".
El órgano de prensa del Falun Gong es un diario llamado "The Epoch Times", que en los últimos años ha sido un contribuyente a las campañas del movimiento trumpista. Un informe de 2019 publicado por NBC News dio cuenta que el Epoch Times era el segundo financiador de publicidad pro-Trump más grande en Facebook después de la campaña de Trump misma, llegando a donar hasta 11 millones de dólares.
Si bien el movimiento Falun Gong denuncia que es perseguido en China por las leyes antirreligiosas del país, ello no quita que sus posturas tanto políticas como científicas sean ultrarreaccionarias.
En redes se pueden encontrar testimonios como el siguiente.
Mi nombre es Samuel Luo y mis padres son ambos practicantes de Falun Gong que han sido dañados y explotados por este culto. Entre los muchos daños que les han hecho, me ha preocupado seriamente que se hayan negado a recibir el tratamiento médico necesario. En 2002, mi padrastro rechazó inicialmente ayuda cuando sufrió un derrame cerebral y ha padecido dolorosos ataques de gota innecesariamente durante cinco años. Lo hizo porque le habían lavado el cerebro haciéndole creer que Li Hongzhi, el fundador y líder de esta secta, tiene el poder de curar enfermedades y que tomar medicamentos es contraproducente. |