En los últimos tres meses, Falabella ha llevado a cabo una serie de despidos masivos, reduciendo su fuerza laboral de 91,278 a 86,981 empleados. Estas drásticas medidas se han implementado en diversas áreas de la empresa, incluyendo Banco, Tottus, Sodimac, entre otros. Es importante destacar que, debido a su posición dominante en el mercado latinoamericano, las decisiones de Falabella tienen un impacto considerable en la economía regional y en la vida de los trabajadores y sus familias que quedan en la calle en una coyuntura de alta inflación y donde el desempleo viene creciendo a nivel nacional.

Según se ha comentado, la creciente importancia del comercio electrónico y el término del boom de liquidez luego de los retiros de las AFP, han desempeñado un papel significativo en estos despidos. A medida que aumenta el consumo a través de internet, las empresas del sector retail vienen adaptándose reduciendo sus plantas de trabajadores, esto con la excusa de poder mantenerse “competitivas” en el mercado.

Además de los despidos, con los que la empresa espera reducir un 5% los costos en mano de obra, también esperan reducir sus tiendas por departamento, entre un 5% y un 10% para este año.

Desde los sindicatos del grupo han denunciado que un porcentaje importante de estos despidos tienen relación con que la empresa está añadiendo mayores margenes de precarización laboral a través de los denominados contratos de "polifuncionalidad", que han sido rechazados por la Dirección del Trabajo, e incluso Tribunales, pero que las empresas continúan implementándolos mientras siguen pagando multas.

Según han señalado desde la Federación de Sindicatos del Holding, estos cambios han representado un menoscabo salarial que puede llegar a más de 200mil pesos para cada trabajador, mientras los sueldos de los altos cargos gerenciales no han disminuido, sino aumentado gracias a bonificaciones y otros, mismas clausulas se que eliminan para vendedores, cajeras y otros cargos de tienda.

Hasta ahora, la mayoría de los despidos han afectado principalmente a Chile y Perú, sin embargo, también se han producido recortes en a lo menos 6 países donde Falabella opera, evidenciando cómo esta gigante del retail prioriza su adaptación a las nuevas formas de comercio a la par que busca maximizar sus ganancias, en lugar de preservar los empleos y el bienestar de los trabajadores.