Algunos de los aportes financieros más destacados son al diputado Diego Schalper, quien además es secretario general de su partido, Renovación Nacional. A su vez, destacó el propio Sutil, haber aportado al menos 1 millón de pesos a la candidatura senatorial del 2021 de la actual presidenta del PPD, y ex candidata al Consejo Constitucional, Natalia Piergientilli.
Además, aportó más de 22 millones de pesos a otras 14 figuras políticas, destacando entre ellas candidatos del Partido Republicano como Gloria Naivellán (ligada a APRA, una organización de extrema derecha anti comunidades mapuche), Juan Irarrázabal y Luis Cortés. De Renovación Nacional Diego Schalper no fue el único beneficiado con sus aportes, ya que también recibieron dineros candidatos como Sofía Cid, Susana Hiplan, Juan de Dios Valdivieso y Henry Boys.
Sutil además aportó a candidatos de la UDI como Catalina Olavarría y a candidatos de Evópoli, en ese caso destacan los nombres de Jaime Mañalich y Luz Poblete.
Sorprendió además el aporte realizado a un candidato de la Federación Regionalista Verde Social (FRVS) por la región de La Araucanía, también el año 2021, Arnoldo Ñancuñef, quien no fue electo.
Si bien no son aportes "irregulares", esta noticia es digna de ser relatada porque no debemos dejar de revelar los vínculos estrechos entre la política de los partidos tradicionales con el financiamiento empresarial, más allá de que es sabido que estos financian sus campañas con aportes de grandes empresarios.
Y en este caso vale la pena destacar el hecho de que Juan Sutil además no es un empresario cualquiera, sino que fue presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC), uno de los principales gremios empresariales del país. Es dueño de las Empresas Sutil y se encuentra entre las principales exportadoras de berries del mundo. Es un empresario ligado a las altas cúpulas de poder del empresariado chileno y una especie de primus inter pares del empresariado criollo, destacado entre su sector, que representa a un amplio sector empresarial.
Es claro que sus aportes se concentran en todo el arco político de la derecha, desde Republicanos hasta Evópoli, mostrando claramente que dicho sector representa más fielmente el programa y los intereses del gran empresariado, pero también realiza aportes a la ex Concertación y en especial a Pergientilli, a quien declaró su “amiga personal”, lo que muestra los vínculos de los partidos neoliberales concertacionistas con el gran empresariado. Punto a parte lo merece el candidato del FRVS, que de verde poco parece tener si su candidatura fue financiada por uno de los principales empresarios agrícolas del país. |