Esta madrugada comparecían el presidente de EEUU, Joe Biden, y el del Estado español, en la Casa Blanca. Culminaban así la visita oficial de Pedro Sánchez, como parte de sus preparativos para la presidencia española de la UE en el segundo semestre de 2023.
La reunión ha sido toda una muestra de complicidad entre dos referentes del “progresismo” imperialista. Entre los ejes de su sintonía y los acuerdos alcanzados destacan la escalada militarista de la OTAN, la intervención por procuración en la guerra de Ucrania del imperialismo estadounidense y la lucha contra la inmigración ilegal.
Acuerdo para la deportación de inmigrantes latinoamericanos
Sánchez ha elogiado la política migratoria de Biden: “los dos enfrentamos el reto de la inmigración y usted está haciendo un tremendo trabajo en este sentido”. La administración demócrata ha hecho ya más deportaciones que la del derechista Trump. Cada día son detenidos en la frontera 11.000 migrantes que pasan a centros de detención, incluyendo miles de niños y niñas. Además, ha desplegado otros 1.500 soldados en la frontera sur, elevando la cifra a 4.000, y endurecido el acceso al derecho al asilo, facilitado las devoluciones exprés y la imposición de una prohibición de 5 años para volver a entrar a EEUU.
Biden por su parte ha agradecido cínicamente a Sánchez “su reciente compromiso para impulsar una inmigración regular segura y humanitaria”. Para el presidente de EEUU matanzas recientes como la de la valla de Melilla, en las que murieron al menos 23 personas, o el despliegue del ejército en Ceuta hace ahora 2 años – una operación que [contó con el respaldo explícito del ala morada del gobierno – obviamente no le escandalizan.
Todos estos elogios mutuos han servido para presentar el acuerdo alcanzado entre la administración Biden y el gobierno de PSOE y Unidas Podemos para facilitar la deportación de inmigrantes latinoamericanos, no a sus países de origen, sino al Estado español. El número y la selección de estos se realizará a demanda de las necesidades de empleo manifestadas por la patronal española. Una suerte de trata de mano de obra legalizada.
Ampliación de la colaboración militar hispano-estadounidense: más destructores en Rota
Las palabras de agradecimiento de Biden a Sánchez por su “liderazgo” en Europa en la respuesta a la invasión rusa de Ucrania se referían al rol de anfitrión jugado en junio de 2022 de la Cumbre de la OTAN y su compromiso a elevar el gasto militar al 2% del PIB.
Los Presupuestos Generales de 2023 ya lograron este objetivo con el aumento de gasto real del defensa del 26%, con el apoyo no solo del PSOE y Unidas Podemos, sino también de sus socios parlamentarios “progresistas”.
Otro de los acuerdos de la cumbre de junio se acaba de rubricar entre la administración Biden y el ministerio de Defensa español. Los destructores navales estadounidenses que fondearán en la base naval de Rota pasarán de 4 a 6 a partir de 2024. Así, el Estado español gana peso en la configuración del llamado Flanco Sur de la OTAN.
Esta decisión no queda muy lejos de los acuerdos migratorios. La OTAN desde la cumbre de junio y a petición del Estado español e Italia, reconoce la inmigración ilegal como una posible arma híbrida contra sus miembros, e incorporó el Norte de África como una zona tan prioritaria de vigiulancia como el Este de Europa. Esto implica que un mal control de las fronteras por parte de los países norteafricanos podría llegar a justificar una intervención militar de la alianza.
Luchemos contra el "progresismo" imperialista que comparte agenda con la extrema derecha
La política exterior, de defensa y fronteras, son seguramente los rubros donde los llamados gobiernos "progresistas" más quedan desenmascarados. Aquí no hay ni siquiera política de gestos o relatos, sino que compran y hasta radicalizan la agenda de la derecha y la extrema derecha. La política de los Estados europeos o EEUU, gobiernen la derecha o la centroizquierda, asume los postulados y buena parte de las medidas de las propuestas de la extrema derecha y el populismo reaccionario.
La izquierda anticapitalista y las organizaciones de la clase trabajadora tenemos que denunciar y enfrentar esta agenda, para paralizar la maquinaria militarista, las políticas de extranjería y el expolio sostenido de los pueblos de África, Asia o América Latina por parte de nuestros gobiernos y multinacionales. Empezando por una gran campaña contra el aumento del gasto militar, los envíos de armas, por la derogación de las leyes de extranjería, la apertura de fronteras y el reconocimiento de plenos derechos a todos aquellos que huyen de las guerras, crisis y catástrofes climáticas generadas por el imperialismo. |