Hoy nos movilizamos en las puertas de la Conferencia Episcopal de Bolivia para denunciar a la iglesia, la violencia sexual que ha ejercido contra estudiantes y los ataques constantes a nuestros más básicos derechos. Desde que se anunció la implementación de la nueva malla curricular a finales del año 2022, sus contenidos recibieron gran oposición de parte de organizaciones de maestrxs, padres y madres de familia y plataformas conservadoras en conjunto con las iglesias. Entre todos estos nuevos contenidos, son tres los temas más atacados de parte de estos grupos: la discusión del golpe de Estado del 2019, la inclusión de conocimientos ancestrales y la Educación Sexual Integral (ESI). La ESI es un derecho que nos ha sido negado por demasiado tiempo, el absurdo argumento de la iglesia y los conservadores de que la ESI inculca una “ideología de género” en lxs estudiantes, prueba que este rechazo sostiene trasfondos homofóbicos, transfóbicos y machistas, que atentan contra la lucha de las mujeres y feministas, la lucha LGBTIQ+ y de distintos sectores explotadxs y oprimidxs.
Denunciamos que, en este contexto, las iglesias gozan de poder en Bolivia incluso sobre el sistema educativo, siendo que el 22% [1] de lxs estudiantes están en instituciones bajo control católico, por esto, lxs estudiantes luchamos no solo por la ESI, sino por una educación pública, democrática, gratuita, laica, científica y de calidad. Más aún con la horrorosa historia del cura Alfonso Pedrajas que abusó de 89 niñxs en su tiempo destinado a Bolivia, que destapó más de 200 casos de niñxs que fueron víctimas de violencia sexual ejercida por curas encubiertos por la iglesia. Este es un ejemplo más de la impunidad de la que goza la iglesia y cómo la falta de ESI se constituye en amenaza a nuestra seguridad como estudiantes y jóvenes. Por eso desde la Juventud-LORCI hoy nos organizamos para demandar un derecho que nos fue negado por demasiado tiempo, nos solidarizamos con las víctimas de violencia sexual eclesiática y exigimos justicia. Nos movilizamos y luchamos contra la impunidad de esta institución machista y capitalista cuyo control sobre la educación nos mantiene vulnerables frente a la violencia. Denunciamos que estos hechos de violencia fueron encubiertos por el Estado, y todos los partidos políticos del régimen como el MAS, CC y Creemos que dan rienda suelta a las iglesias. Por eso decimos: ¡ESI YA!¡Expropiación de todas las unidades educativas que están bajo control eclesiástico!
La iglesia y los sectores conservadores del magisterio que se oponen a la ESI, niegan la realidad que vivimos ahora. Somos de los países con más embarazos adolescentes de América Latina, en 2021 se llegó a un promedio de 109 casos diarios y un total de 39.000 al año. A esto se suman los 480 casos de muertes por abortos clandestinos anuales, donde las más pobres son las que mueren por la penalización del aborto a la que nos somete la iglesia. Gran parte de las clínicas privadas son de la iglesia y al igual que todas las propiedades eclesiásticas están exentas del pago de impuestos. El pueblo trabajador no tiene acceso a salud de calidad, este debería ser un derecho básico, no un negocio. En estas condiciones lxs adolescentes no podemos afrontar el problema de manera adecuada, por lo que exigimos ¡educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal, seguro y gratuito para no morir!
Por la falta de ESI lxs jóvenes tenemos que buscar nuestras propias fuentes de información para aprender sobre educación sexual, a través del internet, de amigxs y variadas fuentes que no siempre son seguras, con el riesgo de exponernos a información falsa, machista, racista, homofóbica, retrógrada, y simplemente dañina. Cuando organizaciones de maestrxs y padres y madres de familia en conjunto con la iglesia se oponen a la ESI, no están velando por nuestra seguridad, no están “protegiendo a lxs niñxs”, están ignorando una realidad que nos hace daño, están aceptando e impulsando a que lxs jóvenes nos sigamos enfrentando a embarazos no deseados, acoso, violencia sexual, inseguridades con nuestros cuerpos e identidades, y a la condena de repetir un ciclo de desinformación.
Una verdadera ESI incluye, entre muchas otras cosas aprender cuestiones técnicas y preventivas como los cambios y desarrollos que se dan en la pubertad, los recursos disponibles de salud sexual y reproductiva, anticonceptivos para la prevención de embarazos no deseados, enfermedades de transmisión sexual, aspectos psicológicos y sociales como es la diferencia entre el sexo biológico y la identidad de género a nivel personal, los espectrums de la sexualidad, responsabilidad sexo-afectiva como es el consentimiento y autonomía corporal, y sin olvidar las luchas y amenazas hacia mujeres y personas de la comunidad LGBTIQ+. Si desde una temprana edad se garantiza el derecho a la ESI de una manera gratuita, laica y de calidad, podremos estructurar nuestros valores, conocimientos, actitudes y habilidades para la vida, para gozar de una sexualidad plena, responsable y respetuosa y comprendernos como seres sexuados/as y sexuales y cómo nos relacionamos entre nosotrxs.
Luchamos por una educación verdaderamente laica, científica, única, pública y gratuita, y por esto necesitamos un mayor presupuesto por parte del Estado. Por ello reivindicamos la legítima lucha de lxs trabajadorxs en educación por más ítems y mejores condiciones laborales. Exigimos que el Estado cubra la deuda histórica de las más de 600.000 horas no pagadas que han salido de nuestros bolsillos en este sistema educativo carente de presupuesto, que ha sido mantenido con avances de privatización con permiso del gobierno del MAS.
Nos organizamos y movilizamos porque estamos cansadxs y queremos decidir sobre lo que aprendemos, porque conocemos de primera mano las deficiencias del sistema educativo, porque nos indigna los casos de violencia sexual y porque nos urge la educación sexual integral que nos afecta como estudiantes de familias trabajadoras, campesinas, jóvenes de la comunidad LGBTIQ+ y de sectores populares y oprimidos.
Lxs jóvenes que nos organizamos en la Juventud-LORCI luchamos por una educación verdaderamente laica, científica, única, pública y gratuita que incorpore la ESI, luchamos por la separación efectiva de la Iglesia y el Estado, así como luchamos por el aborto legal, seguro y gratuito. Pero todas estas luchas legítimas quedan insuficientes si se mantiene la explotación capitalista y la opresión patriarcal, y es en ese sentido que desde la Juventud-LORCI luchamos por el socialismo desde abajo, por una sociedad sin patrones, para acabar con este sistema irracional en el que unos pocos se enriquecen a costa del trabajo de las grandes mayorías trabajadoras. Te invitamos a sumarte y luchar junto a nosotrxs.
¡Iglesia y Estado, asunto separado! ¡Justicia para las víctimas de violencia sexual clerical! ¡Fuera sus rosarios de nuestras escuelas! ¡Educación y salud pública, gratuita y de calidad! ¡Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal, seguro y gratuito para no morir!
JUVENTUD-LORCI
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