¿Qué es el reloj biológico?
De acuerdo con Diego Golombek: “Es una estructura cerebral que mide el tiempo y que se encarga de dar directrices en cuanto a los ritmos fisiológicos, es decir, le indica al cuerpo en qué momento realizar determinadas tareas, considerando horas de vigilia y de sueño. Con respecto a esto último, reviste de importancia en lo laboral ya que cuando una persona realiza jornadas en tunos nocturnos, se ve afectado seriamente su rendimiento y aumenta la propensión a cometer errores que pueden llevar a accidentes laborales que ocurren cuando se altera este reloj.” Investigaciones llevadas a cabo por el equipo del Laboratorio de Cronobiología de la Universidad Nacional de Quilmes liderado por Golombek, muestran que: “en horarios donde el cuerpo requiere descanso en los trabajadores se traduce en una grave alteración de su fisiología, con un desgaste físico permanente. En este sentido, los turnos de trabajo rotativos son un escenario desfavorable, en los que una semana se trabaja de día y otra de noche, en muchos casos el organismo no se adapta a los cambios, produciendo alteraciones en los ciclos del sueño, con el cual el reloj interno nunca se sincroniza. Se producen cambios en el sistema inmune, que hace que el cuerpo esté más propenso a enfermedades como la obesidad, diabetes y presión arterial. Por ejemplo, como no se come en los momentos en que el cuerpo está preparado para asimilar alimentos, es frecuente la incidencia de Gastritis, úlceras y otras enfermedades gastrointestinales. En trabajadores con estos turnos, nunca se ajusta el ciclo sueño-vigilia, lo que trae como consecuencia una disminución de la alerta, así como también un aumento de la somnolencia, lo que incide en los accidentes y en el estado de ánimo.”
Básicamente, estos desajustes promueven el crecimiento de tumores por la desregulación del sistema inmunológico. Según el estudio, es muy posible que los trabajadores que se ven expuestos de manera permanente a cambiar sus horarios tengan mayor propensión a trastornos metabólicos del sistema inmune y en casos extremos, al cáncer como lo advierte la OMS (Organización Mundial de la Salud).
Los días, las noches y la vida
En Coca Cola Femsa rige el turno americano impuesto por el gobierno de Menem en la década del 90. Al estar inmersos y obligados a mantener estos ritmos, los trabajadores pasamos 12 horas fuera de casa, unas semanas de día y otras de noche, fines de semana y feriados, haciendo malabares para llevar adelante la rutina diaria, descansamos mal y, casi siempre, dormimos menos de lo necesario. Nos perdemos momentos importantes de la vida de nuestros hijos, participamos a medias en su educación y no podemos asistir a nuestros seres queridos. Cosas que duelen. Asimismo, es imposible establecer horarios para tomar cursos, clases, dedicar tiempo al ocio y a la recreación o ir al médico, compelidos a trabajar jornadas rotativas de 12 hs con el agravante de que el turno rotativo es continuo e impide, muchas veces, gozar de los fines de semana y de los feriados. Una vida a contramano de nuestro entorno social y familiar. Para que no queden dudas: entrar a la fábrica a las 18 hrs, trabajar 12 horas, salir a las 6 de la mañana, haber pasado la noche en pie, volver a casa y dormir, al menos 6 horas. Luego, almorzar o sería ¿merendar? y volver a la fábrica. ¿Es posible llevar una vida así?
En su editorial del 23 de febrero de este año para su programa Pasaron Cosas, el periodista argentino Alejandro Bercovich menciona una nueva ley dictada en España la cual les otorga dos semanas al año a los trabajadores, aparte de sus vacaciones. En la alocución final, el diputado español Iñigo Errejón, impulsor de esta ley votada por unanimidad, dijo entre otras cosas: “...vivimos cada vez con menos tiempo para hacer lo que nos gusta, con miedo a la precariedad, a no poder levantar proyectos de vida. Una política del siglo XXI se tiene que hacer cargo del derecho al tiempo y del derecho a la pausa, a parar porque nadie es libre si no tiene tiempo. No podemos pasar tiempo con nuestros seres queridos”. A lo que el periodista Bercovich agrega “el hastío que produce vivir en una sociedad tan injusta como esta y que mueve a tanta desazón y depresión por la violencia que ejerce sobre nosotros”.
Fuera de Europa existen idénticas reservas frente al trabajo rotativo. Por ejemplo, la Confederación Japonesa del Trabajo no duda en considerarlo “expresamente perjudicial para la salud de hombres y mujeres”.
Los efectos de la nocturnidad laboral permanente y de la rotación de turnos, afectan nuestra vida personal, material, laboral además de nuestras relacione sexuales y afectivas.
En su editorial de octubre de 2022 para el programa El Círculo rojo por Radio Con Vos, Fernando Rosso denuncia: “En la fábrica Toyota, por ejemplo, desde comienzos del 2022, rige un acuerdo que obliga a los operarios a trabajar de lunes a sábado. De esta manera la empresa pudo superar el escollo de falta de trabajadores los fines de semana, todo con el acuerdo del sindicato SMATA “. Bastante parecido a lo que ocurre en Coca Cola Femsa con las horas y con el sindicato
Queremos el tiempo, queremos los sueños
La reducción de la jornada laboral es un tema que ya se discute en Argentina, el Frente de Izquierda, fue pionero con respecto a esto y hace años que presenta un proyecto para reducir la jornada laboral a 6hs sin afectar el salario. Algunos diputados y dirigentes de la CGT lo plantean también. En numerosos países se están realizando pruebas piloto para avanzar con este tema.
Gran Bretaña implementó la semana laboral de cuatro días con el 100% del salario también Bélgica, Islandia, Escocia y Estados Unidos por citar algunos. Coca Cola Femsa mantiene ritmos de trabajo que nos esclavizan teniendo que renunciar a sueños, a estar con amigos, a llevar una vida digna y temiendo colapsar como el robot Digit, que cayó desplomado luego de 20 horas de trabajo y a la vista de todos. “La chispa de la vida”, “esta Navidad haz feliz a alguien” los eslóganes de la empresa que “destapa felicidad” y que son solo eso: eslóganes que se cumplen en los empresarios y personal jerárquico que ganan sumas exorbitantes y no laburan ni fines de semana, ni turnos rotativos ni feriados al igual que los burócratas del sindicato cómplice.
Reducir la jornada, terminar con el turno de 12 horas rotativo, por la salud física, mental y emocional, por el derecho al ocio, al tiempo, a soñar, a disfrutar de la vida con las personas que amamos y, como dijo Clément Allochon trabajador ferroviario de Francia en lucha contra la reforma jubilatoria que quiere imponer el gobierno del presidente Macron y que estuvo presente en el acto del 1 de mayo, “queremos trabajar menos y vivir mejor”. |