Luego de que la Corte Suprema de Justicia de la Nación levantara la cautelar que suspendía las elecciones en la provincia y a su regreso del Congreso del PJ, Juan Manzur no esperó para convocar a una conferencia de prensa en la noche del martes donde firmó el decreto que establece el 11 de junio como la fecha de las próximas elecciones para todos los cargos en Tucumán.
Consultado por el periodismo, anticipó la decisión de la Junta Electoral -controlada por el oficialismo- de hacer reimprimir las boletas de sufragio de todas las fuerzas políticas aún cuando solamente la boleta oficial es la observada por llevar un nuevo candidato a vicegobernador. Un gasto millonario que deberán afrontar forzosamente los partidos más chicos y que no se financian con los recursos del estado provincial y municipal, ni el aporte de empresarios, como es el caso del Frente de Izquierda.
Una nueva traba proscriptiva en medio de unas elecciones plagadas de hechos fraudulentos, como el propio sistema de acoples con más de 100 partidos fantasmas, que sumarán 62 acoples para el peronismo y más 15 para Juntos por el Cambio. Un record histórico, con más de 18.000 candidatos, 1 cada 73 habitantes. La compra abierta de votos y el nepotismo en la rotación de cargos de los principales candidatos de las principales coaliciones. Un régimen electoral que ni siquiera garantiza espacios publicitarios en los medios de comunicación, que son copados por la publicidad oficial de gobernador e intendentes.
Este miércoles a las 9 am, el Frente de Izquierda Unidad convoca a una conferencia de prensa en la Junta Electoral para denunciar las condiciones proscriptivas y fraudulentas de estas elecciones.
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