La ciudad japonesa de Hiroshima, sede de la reunión del Grupo de los 7 (G7), vivió este viernes manifestaciones contra los objetivos de la cumbre de los países imperialistas occidentales y también contra la visita del presidente estadounidense Joe Biden al memorial de las victimas de la bomba atómica en 1945.
Recordemos que Estados Unidos en la única potencia nuclear en haber utilizado bombas atómicas, como lo hizo sobre suelo japonés en Hiroshima y Nagasaki, en 1945 y que dejó solo en esa ciudad más de 140.000 muertos. Ningún presidente de Estados Unidos se disculpó jamas por este hecho aberrante y hoy Biden participó cínicamente de un acto en el memorial.
Los manifestantes cuestionan al primer ministro japonés, Fumio Kishida, quien ocupa la presidencia rotatoria del G7, por elegir a Hiroshima como sede de la reunión y llevar a los presidentes, incluyendo a Biden a visitar el Museo Conmemorativo de la Paz de Hiroshima, donde depositaron coronas de flores y plantaron árboles bajo la llovizna. Una verdadera burla.
La reunión que comenzó este viernes incluye a los miembros permanentes: Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia y Reino Unido, y a otros países invitados como Corea del Sur, Brasil, Australia, Vietnam, Indonesia, India, Comoras e Islas Cook.
El objetivo está puesto en aumentar las sanciones contra Rusia y ampliar la ayuda militar y financiera a Ucrania, como así también en limitar la expansión del poderío Chino, los dos objetivos principales de Estados Unidos para alinear a los países imperialistas de occidente.
Es por esto que muchas de las pancartas de los manifestantes también señalaban "Abajo el G7", "No a la guerra", "No a la alianza militar entre Japón y Estados Unidos", "Estados Unidos es el terrorista número uno" entre muchos otros.
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