El pasado 11 de mayo, venció el título 42, según cifras oficiales el flujo de migrantes de México, Centro y Sudamérica redujo su volumen, luego de que a tan solo 48 horas del término del plazo, la border patrol, ya había detenido 2500 migrantes tan solo en El Paso Texas. En concordancia, el nuevo título “8”, endurece las condiciones migratorias para el acceso a Estados Unidos, más aún que en la pasada administración de Donald Trump. La nueva crisis migratoria, nos obliga a reflexionar las situaciones y condiciones que atraviesan las “nuevas” formas del problema migrante en la frontera con Estados Unidos.
Es de uso común la idea de que lxs migrantes recorren una larga y riesgosa travesía para llegar al “sueño americano”. Sin embargo, los factores que en distintos países latinoamericanos han posibilitado los contornos actuales de la crisis migratoria hacia Estados Unidos, están lejos de aquellos que en otros tiempos marcaban aparentemente sus razones. Estas nuevas oleadas migrantes se inscriben como subproducto de las condiciones de pobreza, violencia y marginación, en distintos países latinoamericanos, donde, además de las políticas de ajuste contra las masas populares por parte de sus gobiernos, la mano de la injerencia imperialista norteamericana se deja ver con claridad.
La jaula de aparente oro
Como se menciona en la Declaración ante crisis migratoria. Socialistas de EEUU, México, Costa Rica y Venezuela denunciamos las políticas antiinmigrantes tanto el actual gobierno de Biden y los republicanos, son “responsables de la violencia, la precarización y la pobreza al sur del Río Bravo”, y junto a ello hoy profundizan las políticas antiinmigrantes. En este sentido, en dicha declaración se menciona que: “La expoliación de los recursos nacionales por parte de los capitales trasnacionales, y de las respectivas burguesías locales, está en el centro de las crisis y las penurias de nuestros pueblos.”
En declaraciones de Kristina Rosales, portavoz del Departamento de Estado, se sostuvo que se estará “imponiendo el título 8” a todas las nacionalidades. De tal manera, el departamento de Seguridad Nacional de EU, estará aplicando leyes migratorias que permiten arrestar, procesar y deportar de manera acelerada hacia sus países o a la frontera con México a los migrantes.
Mientras tanto, el jueves 18 de mayo trascendió la noticia de la muerte de una niña de 8 años tras ser detenida por la patrulla fronteriza en Texas en información difundida por el portal The Guardian y el número de muertos entre los migrantes que han sido detenidos al intentar ingresar a Estados Unidos sigue en aumento.
Odisea migrante
El paso por una, dos o más fronteras para los migrantes está repleta de múltiples riesgos y vulnerabilidad. Ante ello, el gobierno mexicano de la 4T, ha decidido que, vía el Instituto Nacional de Migración, se suspendan 33 estancias provisionales, donde 14 estancias son tipo A con tiempo de permanencia de 48 horas, y 19 estancias tipo B, con tiempo de permanencia de 7 días. Al tercer día del término del título 42, la mayoría de las estancias ya habían sido desalojadas. Sin embargo, como reporta el Diario de Juárez lo que esta medida esta ocasionando son campamentos en condiciones de intemperie a las afueras de estas estancias hoy cerradas.
En cuanto a la postura del gobierno mexicano, el presidente AMLO declaro que tras llamada con el presidente Biden el pasado 11 de mayo, se refrendó que México cooperará con EU en el tema migratorio. Por su parte, Alejandro Mayorkas, secretario de seguridad de EU, refrendo la coordinación que tienen con el gobierno mexicano en estas nuevas pautas de la policía migratoria.
Esto demuestra que, a pesar de roces diplomáticos por temas de injerencia militar y política, se maneja un doble discurso en temas esenciales como la migración, en el cual se aceptan las imposiciones del gobierno de EU.
La escala de la nueva crisis migratoria integra a países centroamericanos y sudamericanos en condiciones económicas, sociales y políticas similares. Son cientos de miles de personas quienes han sido desplazados por la violencia, los efectos de la crisis climática, el desempleo y la pobreza, estas condiciones son consecuencias de las políticas imperialistas en la región, donde vienen nuevos planes de ajuste, mientras continúan los pagos de deuda externa y de los préstamos del FMI.
A su vez, es sintomático que el éxodo de población de las más recientes oleadas migratorias, proviene de países que han roto o mantienes relaciones de tensión con EU. En ello el papel que han jugado ONGs, distintas iglesias y congregaciones "humanitarias" que muchas veces reciben recursos monetarios de instituciones financieras estadounidenses, orientan la migración hacia EU y México. Lo cual lleva a cuestionarse la utilización política y facciosa de la desigualdad, el despojo y sufrimientos de millones de personas a favor del discurso “humanitario” yanqui.
Mientras tanto en las condiciones de violencia y militarización que se viven en México, somete a los migrantes a riesgos fatales en su paso y estadía en este país. Donde casos como el secuestro de 49 migrantes en Matehuala, San Luis Potosí, cuentan con grave riesgo de multiplicarse. En este caso se trataba de migrantes originarios de Venezuela, Honduras, Brasil, Cuba, Haití y El Salvador entre quienes viajaban hombres, mujeres e infancias.
Unidad más allá de las fronteras
Las penurias, detenciones y muertes de migrantes en EU, así como en México, no pueden normalizarse. Por el contrario, debe crecer la rabia y la indignación ante ello. Los maltratos y asesinatos de migrantes en Estados Unidos deben detenerse. Para ello debe crecer la exigencia unitaria internacional y la hermandad con la lucha antirracista. Se requiere de un amplio movimiento que luche por el libre tránsito para los migrantes a través de los países de la región, con derecho a la atención sanitaria, a trabajo con derechos laborales y a refugios seguros, dignos y gratuitos.
Los migrantes merecen plenos derechos sociales y políticos, otorgándoles la residencia automática legal y la nacionalidad si así lo desean en Estados Unidos o el país que decidan. Si es claro que son las políticas imperialistas y el papel de los gobiernos de los países latinoamericanos los responsables de estas crisis migratorias, entonces los migrantes no deben pagar las consecuencias y por ello deben contar con plenos derechos y no pueden ser ilegales, es por ello que no cabe el racismo, la represión y todo acto de xenofobia, como sucedió en el caso del gobierno municipal de Ciudad Juárez que articulo este discurso xenófobo días previos al incendio en el refugio donde murieron 41 migrantes.
Para atacar de fondo las razones que orillan a cientos de miles de personas a migrar y buscar un mejor futuro, es clave que se condonaran las deudas externas, que se terminen los bloqueos comerciales y sanciones económicas, ya que en todo esto, están detrás los intereses del imperialismo estadounidense. A su vez, es necesario la recuperación de las libertades democráticas en la región, así como el cese de la militarización y las políticas securitarias bajo designio del imperialismo yanqui. |