Durante la madrugada del 13 de mayo, dos adolescentes de 15 y 17 años fueron atropellados por un patrullero luego de una brutal persecución policial. El choque terminó con los dos jóvenes hospitalizados de emergencia.
Su familia y amigos piden visibilizar el caso para que se haga justicia y “se desligue a los policías responsables de su cargo”. También denuncian hostigamientos y amenazas previas.
Su madre publicó en las redes “Solo pido justicia para que a estos policías los desliguen de su cargo y preservar la vida de mi hijo, de Albano y la de muchos adolescentes que puedan ser víctimas de las injusticias de estos policías asesinos así como también el señor intendente Mario Secco que ya dio la orden de que los maten”.
Este caso se da en el marco del anuncio que dieron con bombos y platillos el intendente de Ensenada, Mario Secco, y el gobernador de la Provincia, Axel Kicillof, para reforzar el aparato policial con “más policías y nuevos patrulleros”.
Como había pasado anteriormente con la detención arbitraria de estudiantes secundarios de Punta Lara, hoy vemos que este fortalecimiento de la policía solo significa más persecución en los barrios y criminalización constante, generando miedo entre los jóvenes y sus familias.
Nuevamente desde el discurso del gobierno, la policía y los medios intentan instalar que la única respuesta a la profunda crisis y descomposición social que recae sobre la vida de los jóvenes es más penas y mano dura.
Pero detrás del intento de poner el foco en el pequeño delito, está el encubrimiento del accionar sistemático de la policía que maneja los grandes delitos como el narcotráfico y las redes de trata.
Justamente esta semana fueron condenados y declarados culpables los policías responsables de la masacre contra los pibes de Monte, víctimas del gatillo fácil y una feroz persecución. Sus familias llevaron adelante una importante pelea denunciando la responsabilidad del estado y la policía.
Estas medidas contra la juventud, las toma el mismo gobierno de Axel Kicillof que da la espalda ante cada reclamo de docentes y estudiantes por presupuesto para las escuelas que se caen a pedazos, y salarios dignos para vivir. En los barrios de Ensenada, cómo en toda la Provincia, se sienten las consecuencias del ajuste: precarización de la vida, aumento de la pobreza y marginación, falta de trabajo y vivienda.
Ante un nuevo caso de brutalidad policial nos solidarizamos con los familiares y amigos de Albano y Dylan, exigimos justicia y seguiremos impulsando la organización de toda la juventud contra el gatillo fácil y por todos sus derechos. |