Le tocó a Vinicus. Y no es la primera vez este curso. El extremo izquierdo del Real Madrid y de la selección carioca volvió a sufrir insultos racistas por parte de la grada en campo rival. Esta vez fue en el campo del Valencia, Mestalla, donde varios aficionados insultaron al joven jugador merengue con gritos de "mono".
Como sucedió en otras ocasiones, ya que como señalamos no es la primera vez que Vinicius es sujeto de estos insultos racistas, el brasileño no se cortó y señaló a la grada. En concreto señalo a uno de los aficionados que le proliferaba los insultos.
Tras este despreciable episodio Vinicus usó sus redes sociales para enviar diferentes mensajes, señalando la complicidad de las instituciones en la poca voluntad de enfrentar el racismo en el los estadios y afirmando que en Brasil "se conoce a España como un país racista".
Y no se equivoca el habilidoso brasileño, el racismo campa a sus anchas por los estadios de LaLiga. La convivencia de los ultras de derecha con las diferentes directivas es sabido y cultivado. El ‘Frente Atlético’ es el grupo más numeroso. El Atlético de Madrid cifra en 4.000 el número de aficionados que se citan cada domingo en el Fondo Sur del Calderón. De ellos, una parte conforman el Frente Atlético. Fundado hace 32 años, su ideología es de extrema derecha, algo que también se refleja en algunos de sus cánticos habituales.
Como mínimo, en activo, hay hasta nueve grupos ultras de extrema derecha que pueden entrar en campos de la primera división a "animar" a sus equipos. Es decir, prácticamente en la mitad de los estadios no hay control ninguno sobre estos colectivos.
Como decíamos Vinicius ha tenido que vivir en sus carnes estos ataques racistas, pero no es ni ha sido el único en sufrir estos episodios problema. Otros jugadores han sufrido ataques de este tipo por su color de piel: Iñaki Williams aguantó los gritos de "uh uh uh uh" (onomatopeya para imitar el sonido de los monos) por parte de la grada del Espanyol en 2020.
Le pasó mucho antes a Samuel Eto’o cuando detuvo el partido en la Romareda, campo del Zaragoza, después de recibir insultos racistas desde la grada durante buena parte del partido.
Wilfred Agbonavbare, portero nigeriano del Rayo Vallecano, sufrió cánticos racistas de la grada del Santiago Bernabéu: “Negro, cabrón, recoge el algodón”. Esas imágenes fueron grabadas por varias cámaras de televisión y no hubo ningún tipo de sanción.
Tres ejemplos que son parte de una lista enorme, muy larga, que valida las acusaciones de Vinicius hacia la LaLiga. Desde esta ponen el grito en el cielo, en especial su presidente Javier Tebas. Pero que clase de validez van a tener las palabras de un personaje que en su juventud militó en Fuerza Nueva y es votante declarado de Vox.
La Federación Española por su parte ha asegurado que se iniciara una investigación y se procederá a las sanciones, pero esto es una cantinela que se ha escuchado muchísimas veces sin llegar nunca a tener un impacto real.
Obviamente el discurso y el escenario cambia 180 grados cuando hablamos de grupos de idiología de izquierdas. Los Bukaneros, mítico grupo de apoyo del Rayo Vallecano (equipo insignia del barrio obrero de Vallecas) ha denunciado, especialmente en la última década, una persecución política y policial que no tiene precedentes si se compara con otros grupos. Solo en los últimos 6 años se ha procedido a la detención de mínimo, 6 integrantes de los Bukaneros.
Pero lo que pasa en el campo "no solo se queda en el campo" como se suele decir en la jerga futbolística. Lo sucedido en este encuentro de fútbol no es un caso aislado. En los últimos meses vemos como los casos de ataques verbales o físicos contra personas de diferente color de piel han aumentado peligrosamente.
El “discurso de odio e intolerancia” defendido por partidos como VOX, está calando cada vez más en la sociedad del Estado español. Partidos como PP y Ciudadanos adoptan este discurso racista y xenófobo, mientras que el gobierno “progresista” sigue aplicando políticas racistas como el mantenimiento de los CIEs, la criminalización del migrante y su política criminal en las fronteras. | 
