Manolo Jiménez Salinas es el candidato de la “Alianza por la Seguridad”, ese monstruo de tres cabezas que han representado el PRI, el PAN y el PRD en la historia contemporánea de nuestro estado y país y que, ahora, no les ha quedado de otra que oficializar que son la misma defección.
Recientemente, varias investigaciones periodísticas han sacado a la luz, que la familia del candidato ha levantado en la ciudad de Saltillo un “cártel” inmobiliario con el amparo del poder del estado.
Mientras Jiménez Salinas era presidente municipal de Saltillo (2018-2022), se otorgaron 18 permisos de construcción para las empresas inmobiliarias que posee su familia: Jiménez Bienes Raíces, de su tío, recibió ocho permisos; Verjip Constructores Inmobiliarios, de sus padres y tíos, obtuvo seis; y la empresa JISA Bienes Raíces, de la cual él es gerente, adquirió cuatro.
Además, Manolo posee la empresa Urbanizaciones y Desarrollos Inmobiliarios Dimasa, de la cual tiene el 50% de su participación. Estas empresas fueron beneficiadas por el gobierno priìsta de Rubén Moreira, mientras Manolo Jiménez era diputado local del mismo partido.
Las investigaciones periodísticas señalan que la Plataforma Nacional de Transparencia, arroja que JISA Bienes Raíces fue parte del Padrón de Proveedores de la Secretaría de Fiscalización y Rendición de Cuentas de Saltillo en 2017. Mientras que de 2016 a 2019 la misma empresa se encontró en el Padrón de Proveedores de la Universidad Autónoma de Coahuila, en un claro caso de tráfico de influencias.
Manolo Jiménez, heredero del moreirismo
Como se observa, el ex munícipe encabeza un cártel inmobiliario protegido y construido con la complicidad de las más altas esferas políticas del estado. Manolo Jiménez claramente significa la continuación de la impunidad, el avance de la gangrena en cada esfera pública bajo la órbita del estado.
Este personaje representa a la elite parasitaria regional, esa que ha sido responsable de las matanzas como la de Allende, de la megadeuda estatal, de las tragedias en las minas de Pasta de Conchos y el Pinabete, del desfalco en las arcas públicas, de la evolución de la policía estatal como autentico cartel del narcotráfico, y muchas más tragedias para el pueblo trabajador coahuilense.
Se trata de un fiel representante de la corrupción priista, pupilo destacado de la hamponeria moreirista y aliado fiel de los empresarios, que indirectamente se ha beneficiado con las disputas internas de Morena en Coahuila y el descontento entre sus militantes tras la elección de Armando Guadiana.
Y es que de cara a las elecciones presidenciales de 2024, las elecciones en Coahuila y el Estado de México son claves, tanto para el PRI que busca mantener sus últimos bastiones político-electorales, como para el Morena que busca consolidar su poder político y electoral en estados históricamente priistas.
Como hemos señalado en notas anteriores, desde La Izquierda Diario Coahuila consideramos que ningún candidato a gobernador, ofrece una salida real y de fondo a los problemas más acuciantes del estado. Ninguno propone desconocer el pago de la deuda pública del estado, la más grande del país; ninguno plantea una solución real al problema de la policía estatal, que ya ha cambiado de nombre varias veces por sus altas violaciones a los derechos humanos; ninguno propone la renacionalización de AHMSA, la cual es la única salida que tienen sus trabajadores y familias ante la grave crisis económica y social que se está viviendo en Monclova y sus alrededores.
Es urgente que trabajadores, estudiantes, maestros, campesinos y amas de casa en Coahuila y el resto del país, comencemos a discutir sobre la necesidad de una alternativa política propia e independiente de la derecha y de la 4T. Si tienes acuerdo con esta perspectiva, escríbenos y súmate al proyecto de La Izquierda Diario en Coahuila.
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