El día lunes 22 de mayo, en el Liceo de San Miguel aconteció una pelea entre estudiantes del establecimiento, y esta está significando la expulsión de alumnos involucrados mediante la ley aula segura.
Ante esta situación y la poca transparencia del proceso que se estaba llevando a cabo, el día de ayer los estudiantes llevaron a cabo una votación, en donde el 64% del estudiantado prefirió la opción de entrar en paro como medida de protesta.
El petitorio que expone el centro de estudiantes exige transparencia en los procesos y fomentar una mejor seguridad y convivencia en el establecimiento. Este en sí está bien, pero no transgrede la formalidad de mantener métodos represivos como lo es la ley aula segura.
Como estudiantes debemos de posicionarnos en contra de la utilización de la ley aula segura, pues esta es totalmente punitiva y no es la solución para mejorar la seguridad y convivencia en los liceos. Tal tipo de violencia suele tener un trasfondo aún más grande, el cual no se resuelve deshaciéndose de un estudiante al sacarlo de la institución y “reintegrarlo” en otra, en este tipo de casos se necesita tener un acompañamiento psicosocial activo, pues posterior a la pandemia y la crisis de salud mental que esta trajo, hay que hacer un análisis de la situación de los alumnos y por qué presentan conductas violentas.
En vez de avalar explícita o implícitamente la desvinculación a los estudiantes involucrados, se debe exigir la contratación de más psicólogos y personal capacitado para llevar tales casos. Esto en conjunto con instancias de conversación y reflexión en torno a la convivencia escolar.
¡Que no se siga evitando la crisis de salud mental en la juventud! ¡Fin a aula segura y todas las leyes represivas! | 
