Este lunes y martes 29 y 30 de mayo se llevó cabo el proceso de legitimación del Contrato Colectivo de Trabajo (CCT) del cual es titular el Sindicato Único de Trabajadores de la UACM (SUTUACM), que consistió en una votación de la mayoría de los trabajadores. De ello dependerá si sus conquistas actuales se conservan con el “SI” (si es que las autoridades laborales lo validan) o, en caso de que hubiera ganado el “NO”, la contratación quedaría en términos individuales y se elimina el contrato colectivo.
La 2da opción, hubiese dejado en una situación de gran vulnerabilidad a las y los trabajadores, pues al enfrentar al patrón en lo individual, estaríamos en total desventaja contra él, y podría avanzar con mayor facilidad sobre nuestros derechos laborales.
Esto, podemos aseverarlo porque nuestras conquistas han sido atacadas de forma constante por todas las administraciones, al igual que la actual rectoría, que, encubriéndose en un discurso de “defensa de la universidad”, ha buscado recortar prestaciones, mantiene salarios miserables para la gran mayoría de las y los trabajadores, ha precarizado cada vez más nuestras labores, el presupuesto no se usa para dotarnos de los elementos necesarios para sostener nuestras instalaciones, la represión y persecución se hace cada vez más descarada, y ya se desmanteló uno de nuestros planteles, el Magdalena Contreras, para que fuese usado por la actual jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum, para hacer uno de los planteles de su nueva institución, la Universidad Rosario Castellano (antes instituto), una universidad en la que, todas y todos sus trabajadores, carecen de derechos laborales y sindicales y son denominados Becarios, igual que en los programas sociales, mostrándonos claramente, que ese es su verdadero proyecto.
Frente a este panorama es importante la conservación de nuestros derechos, en particular del CCT, pero no puede quedarse solamente en eso, y la razón es que, los derechos laborales y educativos en México, han sido trastocados fuertemente por la aplicación de las medidas neoliberales desde hace décadas, a lo que se suma en la UACM, la política de las diversas rectorías, incluida la actual, de buscar que esos derechos vayan a la baja. Lo que también está signado por el incremento de la inflación de los últimos años que ha mermado enormemente el poder adquisitivo de la clase obrera en México, y en nuestra universidad no hubo excepción.
Sigue y aumenta la exclusión de ciertos trabajadores
Como hemos explicado antes, la nueva Ley Federal de Trabajo de la 4T obliga a todos los sindicatos a realizar votaciones para legitimar sus CCT, bajo el discurso de promover la libertad y democracia sindical, pues, según repiten desde el gobierno con entusiasmo, se garantiza el derecho de libre afiliación, la autonomía de los sindicatos y la prohibición de todo acto de injerencia en su vida interna.
Sin embargo, y más allá de las frases populares que utiliza, la propia legitimación representa una intromisión a la vida sindical, porque ha sido la Secretaría del Trabajo la que directamente vigila esos procesos.
Por otro lado, existen amplios sectores de trabajadores que siguen excluidos del CCT, y por tanto, del proceso de legitimación. Es el caso de las y los profesores de asignatura (o externos) que no han sido tomados en cuenta para nada en todo este proceso, los cuales siguen sometidos a la completa inestabilidad laboral, bajísimos salarios, casi nulas prestaciones, sin derecho a la afiliación sindical y sin representación de la misma.
En realidad, la Reforma Laboral del Morena no ha cambiado sustancialmente las condiciones de los trabajadores del país, ya que tanto la precarización laboral, las burocracias sindicales y los abusos patronales siguen ahí.
De hecho, la propia 4T ha dado continuidad a la precarización laboral, que abarca no sólo la UACM, sino instituciones públicas de gobierno, ya que desde principio del sexenio (2019) hubo despidos en las secretarías de Agricultura, Comunicaciones, Función Pública; así como el SAT, IMSS, Comisión Nacional del Agua e ISSSTE, con el principal propósito de ahorrar 150 mil millones de pesos. Y tan solo en la UNAM, persisten más de 40 mil profesores sin derecho a una plaza y en total precariedad.
En la CDMX, se le siguen negado los derechos laborales a las y los trabajadores de la cultura comunitaria que participan en PILARES y otros programas sociales, a pesar de que el gobierno local se jacta de que la capital del país, es la “ciudad de los derechos”.
Una sola lucha para vencer
Entonces, desde nuestro punto de vista, lo que sigue después de la legitimación del CCT del SUTUACM, es que los diversos sectores de trabajadores que componen a la universidad se organicen unidos, instalen de forma permanente el método de asambleas por plantel y generales, para que las demandas de todos converjan en una lucha unitaria por defender el proyecto educativo de la UACM, para que tanto los trabajadores sindicalizados mejores sus condiciones de trabajo, así como que los no sindicalizados puedan acceder a esos derechos, así como las y los estudiantes puedan contar con más y mejores condiciones de estudio.
En dichas asambleas será clave que las bases hagan respetar sus mandatos, definiendo que los representantes sean rotativos para que nadie se perpetúe en ese rol y todxs hagamos la experiencia, así como revocables por decisión de la asamblea cuando no cumplan con lo que las bases les hayan mandatado, garantizando que cada trabajador y trabajadora pueda expresar su opinión libremente sin que exista la posibilidad de represalias.
Opinamos que, en ese sentido tendría que dirigirse la base trabajadora, siendo que es la única forma de democratizar nuestro sindicato, para que realmente se transforme en una herramienta que nos permita conquistar mejores y mayores prestaciones, desterrar la precarización de las escuelas, y detener el hostigamiento laboral que muchos compañeros y compañeras señalan por parte de sus superiores.
Pero, para mejorar nuestras condiciones, será necesario pelear por un mayor presupuesto para la UACM, lo que podremos lograr movilizándonos unidos junto a las y los estudiantes, de forma independiente del gobierno y el resto de los partidos del régimen.
La conquista de mayor presupuesto es fundamental, porque nos brindará los recursos que se requieren para cubrir todas nuestras demandas y las del estudiantado, lo que implica cuestionar la administración de la jefa de gobierno que prefiere aumentar los salarios de los policías y sus pertrechos, en lugar del de las y los trabajadores de la educación y la salud, lo que representa una gran contradicción para un partido y una funcionaria que, según sus discursos, dicen ser progresistas. |