Repasamos con Santiago cómo a partir del esfuerzo colectivo de redactores, reporteros y editores, La Izquierda Diario se ha ganado un lugar entre los medios de impacto nacional y ha desempeñado un papel destacado en la cobertura de diversos procesos y luchas en el territorio porteño. Apunta, entre otras, la pelea por el pase a la carrera profesional de enfermería, como parte de la problemática de la salud pública en el país, que La Izquierda Diario ha seguido de cerca y en cada etapa de este proceso y ha sido fundamental para mantener a la opinión pública informada ante el silencio de los grandes medios.
Además, durante el primer año de la pandemia desempeñó un papel importante al recibir y transformar cientos de denuncias anónimas en noticias sobre patronales que no cumplían con los protocolos, especialmente en supermercados, y esto permitió que fueran visibilizadas.
¿Cuál es el panorama de los medios en la zona o distrito? ¿En qué se diferencia La Izquierda Diario de los grandes medios?
En la Ciudad de Buenos Aires la presencia de medios replica básicamente la situación a nivel nacional. Existen diarios que reflejan una línea editorial oficialista (de la Ciudad) y otros referenciados en el peronismo porteño. Un ejemplo es el peso que tienen medios locales pertenecientes al grupo Octubre (Página/12), fundado por Víctor Santa María quien es a su vez presidente del PJ porteño y secretario general del SUTHER. Alguien a quien alguna vez, Horacio Rodríguez Larreta, según Horacio Verbitsky, definió como la persona con la que tiene que consensuar las leyes.
La redacción CABA de La Izquierda Diario se ha ganado un lugar entre los medios periodísticos con el esfuerzo de un pequeño grupo de redactores, reporteros y editores, una estrecha relación con el equipo de la banca en la Legislatura porteña y una red consolidada de corresponsales en escuelas, en hospitales, en supermercados, en el subte, ahí cuando surge un reclamo progresivo, una toma de una escuela o una incipiente organización contra el avance del extractivismo urbano, por ejemplo. Un diario militante hecho por militantes que intenta mostrar la realidad desde abajo. Las penurias que viven millones y las peleas que dan quienes dicen basta. Que apuesta que los trabajadores, vecinos, mujeres y jóvenes se organicen.
Esta mesa periodística que funciona sin pausa interviene en el debate público, arma con argumentos a las y los militantes y simpatizantes, desenmascara a los personeros de este régimen disfrazados de periodistas independientes, pero también a los dirigentes peronistas, de la oposición de derecha y ultraderecha. La actividad del partido pasa por esas manos antes de ir a las pantallas de millones de personas. Cada militante y simpatizante tiene en el periódico un mapa detallado de la actividad del partido. Trabajadores de la salud, del subte, docentes, estudiantes, vecinos, etc. tienen una voz amplificada en la portada de La Izquierda Diario. En cada lugar de trabajo o de estudio hay un potencial corresponsal que tiene a su servicio esta herramienta de la clase trabajadora y el pueblo pobre.
¿Qué destacarías de las últimas experiencias que vienen llevando adelante?
El periódico ha jugado un rol destacado en la cobertura de determinados procesos que se dieron y se dan en el territorio porteño. Por ejemplo, la pelea por el pase a la carrera profesional de enfermería del año pasado. Cubriendo día a día cada asamblea, cada acción, denunciando cada represión o resaltando cada personalidad que apoyaba estuvo La Izquierda Diario. Más atrás en el tiempo, durante el primer año de la pandemia, por ejemplo, La Izquierda Diario era el receptáculo de cientos de denuncias sobre patrones que no querían adherirse a los protocolos, sobre todo, en supermercados. Transformar esas denuncias anónimas en noticias les dio una voz e hizo que los grandes medios tuvieran que referirse al tema. Otro ejemplo fue el de una denuncia que enviaron un grupo de trabajadores de una famosa cadena de pizzerías con varias marcas presentes en la turística avenida Corrientes que prácticamente fueron tomados de rehenes por los dueños durante los festejos del campeonato mundial de Qatar y, a puertas cerradas, los mantuvieron a la expectativa de poder abrir unos minutos. Tuvo miles de visitas.
Sin embargo, un gran ejemplo del lugar que puede ocupar este periódico se está dando en estos momentos. Las y los trabajadores del subte se encuentran en un plan de lucha contra el cancerígeno asbesto y por la reducción de la jornada laboral. Con cada medida de fuerza, con cada comunicado de prensa del sindicato se activa el coro de los grandes medios para calumniar a esos trabajadores, para encubrir a la concesionaria y al Gobierno porteño. Han llegado al punto de negar fallos judiciales en vivo. Pero, allí está La Izquierda Diario para desenmascararlos, para cubrir cada minuto del conflicto, siendo una plataforma para que la pelea se multiplique.
¿De qué maneras La Izquierda Diario puede ayudar a organizarnos en los lugares de trabajo, de estudio o en el barrio?
En esta redacción realizamos la cobertura de la actividad parlamentaria en la Legislatura porteña del bloque del FITU en general y de nuestra compañera Alejandrina Barry, en estos momentos legisladora, en particular. En un recinto en el que el oficialismo porteño tiene mayoría automática, en la que los liberales de Milei corren por derecha a Larreta y el peronismo por izquierda (a pesar de haber sido garante de una gran cantidad de leyes que
permitieron negocios inmobiliarios ante los cuales hoy posan de adversarios) tenemos la ardua tarea de darle voz a la izquierda, pero sobre todo a los vecinos, los trabajadores, las mujeres y la juventud. Los proyectos de declaración o de leyes, los pedidos de interpelación a funcionarios presentados por nuestros representantes en el recinto todos en apoyo a las peleas que se dan en la Ciudad como la de los enfermeros por el pase a la carrera profesional o de residentes y concurrentespor salario o el paro de los trabajadores de Página/12 o para rechazar la persecución del gobierno porteño a las familias de los estudiantes que realizaron tomas en contra de que los mandan a trabajar gratis en horas de claseo para denunciar el negacionismo explícito de los defensores de la dictadura del partido de Milei tienen en La Izquierda Diario una plataforma para ocupar un lugar en el debate público.
Me parece interesante mencionar un ejemplo del rol que puede jugar el periódico en la organización en los lugares de trabajo. Durante la pandemia, cuando Larreta pretendía exponer a trabajadores de la educación y alumnos al contagio y los docentes daban una gran pelea apoyados por la comunidad educativa, a nuestros camaradas docentes sus propios compañeros les comentaban que las familias se enteraban de las medidas de fuerza porque leían La Izquierda Diario.
Durante la campaña electoral del 2021 realizamos la cobertura de la actividad pública de nuestra compañera Myriam Bregman quien fue electa diputada nacional en un hecho que marcó la conquista de una nueva banca en el distrito por la izquierda desde principios de siglo. Este año vamos a redoblar los esfuerzos.
¿Cómo sumarse a La Izquierda Diario? ¿Quiénes pueden escribir?
Como explicaba más arriba, quien quiera visibilizar un conflicto o realizar una denuncia tiene en La Izquierda Diario una herramienta a su disposición. Puede contactarse a través de nuestras redes o nuestros referentes públicos como en cada una de las agrupaciones presentes en lugares de trabajo o estudio.
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