A principios de 1971, el gobierno estatal había reducido el presupuesto de la Universidad Autónoma de Nuevo León como castigo por la decisión de profesores y estudiantes de establecer un gobierno paritario.

Ante esta situación, estudiantes del Politécnico y de la UNAM se solidarizaron y convocaron a una concentración, la primera después de la masacre de Tlatelolco en 1968.

El 10 de junio, mientras la manifestación avanzaba, jóvenes armados con varas, conocidos como Los Halcones, atacaron a los estudiantes. Descargaron balas y golpearon a todos los que se encontraban en su camino.

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Francotiradores en las azoteas y vehículos proporcionaron armas y apoyo logístico a los Halcones. La policía observó la matanza y detuvo a la fuerza a los sobrevivientes, y los halcones fueron a buscar a los sobrevivientes a los hospitales para matarlos.

Tras el ataque, las autoridades intentaron encubrir la masacre, negando la existencia de Los Halcones. Hoy, a 52 años de esta masacre, seguimos exigiendo verdad y justicia. ¡Ni perdón ni olvido!

¡Dinero para educación no para la guardia nacional!

¡Alto a la violencia contra las mujeres y las disidencias sexogenérica!

¡Viva la lucha obrera en Francia!