El Frente Renovador llevó adelante su Congreso este sábado por la tarde en el estadio Arenas de Tortuguitas, Zona Norte del conurbano bonaerense. Sergio Massa hizo su discurso de cierre del evento, por el que fue creciendo la expectativa por definiciones a lo largo de una semana plagada de rumores de rupturas y profundización de la crisis interna del Frente de Todos de cara a la presentación de listas a las elecciones presidenciales, el próximo miércoles 14 de mayo.
El ministro de Economía comenzó por reivindicar su rol dentro del Frente de Todos, ubicándose como el que “hizo patria” al asumir su cargo “poniendo el cuerpo” frente a la crisis que desató la renuncia de Guzmán -su antecesor- en el 2022. No solo reivindicó haber garantizado la aplicación del ajuste diciendo que “había que tener un criterio de austeridad fiscal, y cerramos el año con números incluso mejores del que propio FMI pronosticaba”, recortando jubilaciones, planes sociales y aplicando tarifazos que recayeron sobre las grandes mayorías. También le habló a las patronales del campo recordando cómo fue “a abrazarlo para intentar de contenerlo frente a la sequía”, refiriéndose al "dólar soja" que le permitió una transferencia millonaria de recursos públicos a las agroexportadoras que accedieron, para hacerse de dólares en las reservas que poco duraron.
En ese trayecto no escatimó palabras al reivindicar a Cristina Fernández de Kirchner, por su "generosidad" y "humildad" al haber propuesto su incorporación al Frente de Todos en el 2019, como "la dirigente que en ese momento más votos tenía" y "corriéndose a un costado", para reafirmar como una decisión correcta la unidad definida y mantenida los últimos cuatro años.
¿PASO en el Frente de Todos?
“Que nadie se haga la víctima” expresó sobre los cruces que hubo durante la semana entre el ala albertista del Frente de Todos y el Frente Renovador. “Creemos que el mejor camino es la unidad”, dijo insistiendo con una candidatura única del espacio porque “someter a una fuerza de gobierno a una división, a una pelea, es confundirle a la gente el rumbo”, pero “si se decide que haya PASO, ahí vamos a estar”. Así ahuyentó los rumores crecientes sobre la posibilidad de una presentación de listas dividida, que aísle a Scioli, formando una nueva alianza electoral entre el massismo, peronismo, y kirchnerismo. La insistencia en la precandidatura de Daniel Scioli por el momento obligó a Massa a aceptar el escenario de competir en las PASO, el cual venía rechazando desde hace meses, para ubicarse en carrera por ser el precandidato que cuente con el apoyo del resto del peronismo, gobernadores y la bendición de Cristina Kirchner. Una campaña que buscó instalar desde su vuelta de China esta semana y coronó con su discurso esta tarde.
Apuntó directamente contra Scioli sin nombrarlo al decir que “otros que se pasean como candidatos sin responsabilidad”, en la misma tónica que otros referentes del Frente Renovador habían declarado en los medios durante la semana, para deslegitimar la competencia con Scioli y las pretensiones de Alberto Fernández. “Todavía estamos gobernando y tenemos responsabilidades”, concluyó, quizás haya que contar dentro de esas responsabilidades el ajuste y la represión, ya que al lado de Massa estuvieron los gobernadores Mariano Arcioni de Chubut y Gustavo Saénz de Salta, que vienen de reprimir brutalmente los reclamos de los docentes en sus provincias por mejoras salariales.
En la competencia por la oferta electoral de quién ajusta mejor, dirigió dardos a la oposición diciendo que “Juntos por el cargo está dando un espectáculo dantesco”, en alusión a la interna feroz desplegada entre Bullrich-Macri y Larreta, y “otra que habla de dolarización, que habla de libertad (…), detrás lo que está es ajuste con represión. Tiene razón Carrió.” Si faltaban guiños a más sectores reaccionarios, la simpatía a la dirigente de la Coalición Cívica tampoco es casual. No hay dudas de que Milei o Bullrich encarnan propuestas de mayores ataques directos a los derechos humanos y sociales, pero las represiones en Salta y Chubut muestran que el ajuste no pasa sin represión, incluyendo al Frente de Todos.
Los costos electorales del ajuste
La potencial candidatura de Sergio Massa por el Frente de Todos -sea a presidente o en otro lugar de la lista- busca ganarse el apoyo de sectores del gran empresariado, de financieras y del FMI, compitiendo por el espacio electoral que propone un ajuste inevitable, una política que viene desarrollando todo el Frente de Todos con él a la cabeza el último año, apoyado por la vicepresidenta.
Por eso en su discurso buscó continuar los guiños y reaseguros a estos sectores, hablando de las bondades de “recursos” y “capital humano” que tiene Argentina para ofrecer al mundo, traducido en más extractivismo, mano de obra calificada barata y aumento de productividad en industrias como la automotriz, y profundizar el modelo de dependencia que fijan las patronales agroexportadoras. Nada dijo de cómo se recompondría el salario, ni el empleo con derechos, o bajar la inflación descontrolada que castiga principalmente a los sectores de menores ingresos. Quizás entendió el mensaje que dio Cristina Kirchner en el acto del último 25 de mayo cuando en referencia al conflicto con el campo del 2008 llamó a dar vuelta la página, así como su insistencia desde el año pasado de buscar un consenso incluso con sectores de la oposición para garantizar la gobernabilidad con ajuste.
Sin embargo, si las consecuencias del ajuste pesan y hacen bajar las posibilidades electorales del Frente de Todos, condinan especialmente la posible candidatura de un Sergio Massa que pasea cual mendigo por Estados Unidos, Brasil, China y cuanto país pueda prestarle dólares a Argentina para evitar una brusca devaluación o un salto caótico de la crisis económica. El "mérito" de Massa fue atar con alambres para que el gobierno intente llegar a las elecciones, pero no puede mostrar ni un solo logro para las grandes mayorías trabajadoras y populares.
Frente al conjunto de variantes electorales que proponen distintos modelos y tiempos para el ajuste y seguir beneficiando a los grandes empresarios y dueños de todo, la única lista en las elecciones que se propone enfrentarlo es el Frente de Izquierda Unidad, con candidatos como Myriam Bregman y Nicolás del Caño, y cientos de trabajadores, mujeres, referentes de luchas democráticas y de la juventud en todo el país. |