Las elecciones universitarias obligatorias para el claustro estudiantil del pasado 3, 5 y 6 de junio dejaron datos importantes para entender cómo se reconfigura el claustro estudiantil del Consejo Superior de la UNCO. En esta nota analizamos los resultados electorales de una elección que se da en el marco de una crisis presupuestaria y con altos niveles de expulsión estudiantil, producto de las dificultades económicas y sociales.
Algunas primeras conclusiones de la elección
Lo primero a tener en cuenta es la baja participación. 7.605 estudiantes sobre 18.271 en el padrón total de estudiantes del 2023: un 41,62%. En 2022 fue un 51,86% sobre el total de 18.114 estudiantes.
Por un lado, hay que señalar que, a diferencia del año pasado en que se elegían los cargos de rector y decanos, este año sólo se renovaba el claustro estudiantil. Por este motivo, las autoridades de la UNCO casi ni difundieron la elección. Además, en 2022 se realizaron en el mes de mayo y no en junio, que es el mes en que termina el cuatrimestre y se siente mucho más la dificultad de miles para sostener la cursada. Por otro lado, el hecho de que durante la pandemia muchas agrupaciones estudiantiles dejaron de militar (inclusive algunas que conducían centros de estudiantes), sin dudas afectó a la vida política y la participación estudiantil. Este aspecto, que colaboró con la casi nula vida política en el Comahue, muy lentamente va recuperándose.
El segundo es justamente quienes son las agrupaciones políticas que a partir de la siguiente sesión asumirán los nuevos puestos de Consejeros Estudiantiles.
La principal ganadora de la elección fue la Lista 1, compuesta por las agrupaciones Aluvión, Güemes y MEI, que consiguió 3 lugares en el Consejo Superior -dos más del que tenían- a partir de consolidarse en las facultades de Medicina y Ciencias de la Educación. Se trata de agrupaciones del ala pejotista del peronismo rionegrino, cuyo primer candidato fue Joaquin Berrud, quien fuera parte también de las listas del frente “Vamos con Todos” de Silvia Orne en las últimas elecciones provinciales, y además participaron del acto convocado por Cristina Fernandez recientemente en Buenos Aires. Con estas elecciones, dejaron en claro que su perfil político es subsidiario de una militancia centrada en la gestión y los servicios para avanzar en extensión y primacía dentro de las variables peronistas.
La otra agrupación que logra salir bien parada de la elección es Encuentro Comahue, un frente liderado por MILES, que también obtuvo 3 consejeros superiores. Durante muchos años MILES fue la agrupación peronista con mayor extensión en la UNCO y presidencia de la Federación Universitaria del Comahue. Sin embargo, el resultado no oculta un retroceso importante en facultades como la de Derecho y Ciencias Sociales (FADECS), donde pasaron de ser la primera fuerza política, a ubicarse terceros por detrás del Frente de Izquierda. De hecho, sólo pudieron sostener el liderazgo en la Federación Universitaria del Comahue (FUC), gracias a una alianza oportunista con las agrupaciones CEPA, El Colectivo (Mella + Cámpora) y La Felipe, votada en un Congreso fraudulento, vaciado y sin legitimidad.
Inclusive fueron felicitados por el burócrata sindical Quintriqueo, enemigo de la organización de sus trabajadores en ATE y de la lucha de los “elefantes” en el 2021. El actual resultado expresa que MILES puede “compensar” coyunturalmente sus retrocesos gracias a la extensión territorial que tiene, pero más profundamente sufre una crisis que, junto a su ligazón a la oposición de la actual rectora y ciertos sectores de la burocracia sindical, tampoco sale de las recetas de gestión y servicios.
El Frente Rodolfo Walsh también mantiene su lugar en el Superior, gracias a los lazos directos con las últimas dos conducciones del rectorado de la UNCo, aunque no le alcanzó para sostener los dos lugares que conquistó en 2023, cuando la gestión alentó su lista.
La agrupación que sufrió un duro revés fue la CEPA (PCR), haciendo su peor elección desde el 2015 hasta la fecha. Con solo 351 votos en toda la universidad, dejó atrás su extensión y el peso en la conducción de múltiples centros de estudiantes. Por su parte, La Felipe, agrupación universitaria apadrinada por el MPN -reciente perdedor de la gobernación de la provincia de Neuquén- mantiene su espacio, consolidándose en Economía, donde obtuvo dos consejeros Directivos y logró desplazar al APE, parte integrante del Frente de Estudiantes Independientes (FEI), de la conducción del centro de estudiantes. El FEI también perdió su representación en el Superior
Por último, la lista “El Colectivo” (Mella +Cámpora) mantiene también su espacio, haciendo una elección muy similar a la del 2022, y consolidándose en Derecho y Sociales de Fiske Menuko.
El Frente de Izquierda consolida su espacio
El Frente de Izquierda - Unidad obtuvo un 8,4% de los votos y renovó sus espacios en el Superior, en el Consejo Directivo de Derecho y Sociales y la totalidad de los y las consejeras en la Facultad de Humanidades. Y dimos un importante paso presentandonos por primera vez en el CURZA. Con una campaña a contracorriente, dialogando con cientos de estudiantes sobre la crisis presupuestaria y las grandes dificultades económicas para hacer frente al día a día, fue la única lista que habló de la realidad que se vive en la Universidad Pública y los responsables políticos de esta situación. De esta manera, hizo su segunda mejor elección desde el 2015 a la fecha, habiendo logrado unificar a toda la izquierda en un polo de independencia política, que pelea por la democratización del régimen universitario y en alianza con les trabajadores y el pueblo Mapuche.
A su vez, el FIT-U renovó su mandato en las elecciones a centro de estudiantes de Humanidades con el 72% de los votos, donde Florencia Beltrán de EnClaveRoja-Pan y Rosas fue reelecta como presidenta del CEHUMA.
¿Consejeres al servicio de gestionar los recortes o como herramientas de lucha?
En los últimos años podemos ver un claro avance de un perfil “de gestión” en las campañas electorales de la UNCO. Para responder a las problemáticas de las distintas facultades, sin cuestionar el recorte presupuestario del gobierno, las agrupaciones peronistas recurren a una estrategia de administración de recursos cada vez más escasos, en relación permanente con las autoridades de cada asentamiento y la sede central universitaria.
Esta lógica de militancia termina logrando adhesiones por parte de muches estudiantes porque ven que “por lo menos hacen algo” o porque resuelven parcialmente cuestiones cotidianas o informativas. Mientras tanto, los problemas estructurales crecen: la caída de la matrícula, la imposibilidad de sostener la permanencia hasta el final del cuatrimestre, las crisis edilicias, la suba del costo del transporte y el comedor, etc. Al final, aientan la resignación a aceptar lo que hay, y justifican todo el tiempo que es hasta donde se puede esperar de la universidad.
Pero no es menor que 5 de las listas (Aluvión/Güemes, Miles, CEPA, Rodolfo Walsh y El Colectivo) están referenciadas en el gobierno del Frente de Todos, con Alberto Fernandez, Cristina Kirchner y Sergio Massa a la cabeza de cumplir con los compromisos de ajuste con el FMI. Que fueron los impulsores del recorte presupuestario para la educación pública, incluyendo la Universidad. Que nada de todo esto sea parte de su discurso político es una forma de alimentar la pasividad del movimiento estudiantil. No se habla de la realidad, por ende no hay responsabilidades del ajuste que se vive en la UNCO.
En la UNCO no hay residencias para contener a estudiantes que no pueden pagar un alquiler de $180 mil en las cercanías de las facultades; ni becas integrales para que todos y todas puedan estudiar y nadie abandone; ni boleto estudiantil gratuito interurbano en Río Negro o para circular entre provincias. La gestión que hacen estas agrupaciones termina siendo la legitimación de las políticas de vaciamiento de cada gobierno de turno.
Así, en manos de estas agrupaciones, los consejos, los centros de estudiantes e inclusive la Federación Universitaria del Comahue (desconocida para la inmensa mayoría de les estudiantes), lejos de ser herramientas de lucha, se convierten en funcionales al ajuste. Si los responsables son invisibles, si la administración alcanza y la herencia es pesada ¿para qué luchar?
Y menos que menos, hablan de la perspectiva de transformación de la Universidad, ya ni de “patria grande” ni de ideas se proponen debatir. El consenso alrededor de gestionar los recortes tiene como consecuencia obturar cualquier debate sobre el rol social de la Universidad. Por esto, las autoridades avanzan sin problemas en convenios con multinacionales extractivistas de Vaca Muerta. Y a falta de presupuesto, los legitiman como vías de financiamiento deseables.
La izquierda, contra la corriente, se fortalece para enfrentar a los ajustadores
En la UNCO hay una enorme tarea frente a la indiferencia y la resignación que militan todas las agrupaciones peronistas. Y que es funcional a la derecha privatista, como Milei y compañía que tienen un programa para que la universidad sea cada vez más un privilegio para pocos. Esa derecha aparece en la tele y en las redes, porque por mucho que agite no puede hacer pie con agrupaciones estudiantiles. Pero eso no significa que no tengamos que organizarnos para enfrentarla, si logran avanzar.
La agrupación EnClaveRoja-Pan y Rosas, en el Frente de Izquierda - Unidad, desde comienzo de año planteó el enorme desafío de construir una alternativa opuesta a las agrupaciones que forman parte de aquel consenso de gestión y todo el arco político que hace de la Universidad pública una variable más del ajuste. Durante la campaña fue un eje central de la denuncia de nuestres consejeres y el CEHUMA al recorte presupuestario, el rechazo a decenas de estudiantes de sus Becas Progresar, los múltiples problemas edilicios que sufre la UNCo. Esta campaña, que impulsamos debatiendo política, debatiendo el rol de la universidad y la necesidad de que el movimiento estudiantil se ponga de pie, es sólo el comienzo.
Nuestra perspectiva es la de construir la fuerza social necesaria para enfrentar a los ajustadores. Por eso peleamos en la Universidad, en las calles y también en las elecciones nacionales, en las que seremos parte de las listas del Frente de Izquierda - Unidad que encabezarán Myriam Bregman y Nicolás del Caño. Y por ello también vamos a continuar poniendo nuestros lugares en los consejos como puestos de lucha en defensa de la educación pública. |
