La educación secundaria es obligatoria en Argentina desde el 2006, el acceso es libre y gratuito, pero la realidad de millones le es ajena a este derecho. Para empezar ya venimos mal con los jóvenes, la tasa de egreso a nivel nacional es del 54 por ciento, es decir, que apenas un poco más de la mitad de los estudiantes argentinos termina en tiempo y forma la secundaria. Gracias al trabajo y dedicación de los centros educativos para adultos el porcentaje aumenta al 68%, pero millones siguen quedando sin oportunidades.
Diversos especialistas identifican algunas de las principales causas de la deserción: la necesidad de aportar al hogar siendo adolescentes, como trabajar fuera o dentro del hogar, cuidar hermanos menores o hacerse cargo de otras cuestiones domésticas; problemas con las pautas que rigen en las instituciones y la baja confianza en las propias capacidades de aprendizaje. A esto se suma la falta de recursos en las escuelas para acompañar personalizadamente las trayectorias, un sistema de becas integrales u otras ayudas.
El plan FinEs nació hace más de 10 años para darle solución a estas problemáticas, pero se topó con su propia precariedad en el camino. Esta modalidad de programa es hija de la descentralización de los 90’s: los escasos fondos los pone Nación y lo implementa cada jurisdicción. Cuando surgen los problemas ninguno se hace cargo aunque, en realidad, los dos son cómplices de la precarización educativa.
Como venimos denunciando los docentes, el plan FinEs instaló un sistema donde la prioridad es la certificación a bajo costo y para ello nos quitaron el reconocimiento de docentes y nos consideran simples tutores. De esta manera vulneran nuestros derechos estatutarios e imponen contratos de cuatro meses, retrasos en el pago de meses, un régimen de trabajo sin puntaje, aguinaldo ni vacaciones pagas y diferenciaciones salariales a la baja.
En cuanto a las sedes donde se desarrollan las clases, no hay aportes del Estado para asegurar las condiciones ni los recursos (fotocopias, libros, útiles, computadoras, pizarrones). Por su parte el gobierno porteño profundiza la discriminación de los estudiantes del Plan FinEs, impidiéndoles inscribirse en el sistema de becas del nivel medio que reciben los estudiantes de Cens y Bachilleratos.
Este año el vaciamiento del FinEs se ha profundizado y están cobrando menos de la mitad del salario mínimo docente. Como si fuera poco, Larreta directamente empezó a cerrarlo negando la inscripción en 6 especialidades de FinEs Tec de la Ciudad de Buenos Aires.
La comunidad educativa, con docentes estudiantes y referentes a la cabeza, resisten y luchan por una continuidad del Plan FinEs con derechos. Para ello, vienen organizándose difundiendo la situación, impulsando petitorios, clases públicas y realizando dos paros con movilizaciones y corte de calle.
El primero de ellos fue el 17 de mayo cuando se congregaron en Palacio Pizzurno para pedir explicaciones en el Ministerio Nacional de por qué sólo aumentaba un 50% la partida para solventar los salarios de los docentes de FinEs en la Ciudad de Bs. As. Frente a la negativa a recibir una delegación, cortaron Callao y Paraguay durante más de una hora. Finalmente la coordinadora Nacional de Educación Permanente de Jóvenes y Adultos, Luisa Noemí Izaguirre, los recibió y aseguró que no había previsto ningún aumento de la partida por parte del Gobierno Nacional. Ese mismo día ingresaron un pedido formal de audiencia con el Ministro de Educación, que al día de hoy no ha sido respondido.
Las medidas de lucha continuaron el miércoles 31/5, que realizaron una Clase Pública con corte frente al Congreso Nacional por la continuidad con derechos del plan FINES: exigimos salarios y condiciones de trabajo dignas.
Allí Gustavo estudiante de tercer año del Plan FinEs nos contaba que “la economía está para atras, no llegamos a fin de mes y todo está muy caro. Ojalá se solucione el problema de los sueldos de los profesores del Plan y podamos sacar a los pibes de las calles para que puedan seguir estudiando”. Nicolas, también estudiante, agregó que “los maestros están cobrando la mitad del salario cuando trabajan dando mucho amor. Duele mucho ser de esta generación y no ser escuchados”. Finalmente Sebastián no señaló que “se le hacía muy difícil estudiar por trabajo, y este plan es con el que pude empezar a trabajar y estudiar”. En esa gran jornada se demostró que es la unidad entre docentes y estudiantes la que puede visibilizar los reclamos y conquistar los derechos docentes y estudiantiles.
Una vez finalizada la actividad, los concurrentes se dirigieron al sindicato UTE Ctera para pedir explicaciones de por qué si bien se había avisado a los dos sectores que componen la directiva (la mayoría Celeste y la minoría CTE) se negaron a participar de la actividad y sólo se limitan a sacar comunicados denunciando a Larreta de la situación del plan. Si bien fueron recibidos, se comprometieron a organizar una reunión específica que aún no le han puesto fecha. | 
