La suegra de la mujer desaparecida y esposa de Emerenciano Sena pidió hablar con los fiscales. Dio indicios que contradicen lo que su hijo contó a un cura amigo. Acusaciones cruzadas en una familia cuyo poder e impunidad fueron alimentados por el gobierno de Capitanich. Para más confusión, apareció Burlando. Patrocinará a la familia de Cecilia junto a Pierri, Arrejín y Briend.
Marcela Acuña, una de las principales imputadas y detenida en la causa por el presunto femicidio de su nuera Cecilia Strzyzowski, declaró en el mediodía de este miércoles ante el Equipo Fiscal Especial (EFE) de Resistencia integrado por Jorge Cáceres Olivera, Nelia Velázquez y Jorge Gómez. Según se informó, fue la misma mujer quien pidió declarar, tal como lo habían hecho un día antes su esposo Emerenciano Sena y uno de los hombres de confianza de la pareja, Gustavo Obregó.
Como se sabe, los tres están detenidos en la causa por “homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas”. Y en la misma situación están César Sena (esposo de Strzyzowski e hijo del matrimonio), Fabiana González (esposa de Obregón) y la pareja de caseros de un campo de los Sena conformada por Gustavo Melgarejo y Griselda Reinoso.
Este martes, tras obtener información en la declaración indagatoria de Obregón, se hizo un rastrillaje en una zona del Barrio Emerenciano Sena, cerca de donde funciona la chanchería de la familia. Allí se encontraron, en un canal de agua, huesos triturados y un dije con forma de cruz que podrían pertenecer a la mujer de 28 años desaparecida.
Luego de declarar durante una hora aunque aparentemente sin responder preguntas, Acuña volvió a ser trasladada al Departamento de Violencia Familiar y de Género de la Policía de Chaco ubicado en la capital provincial. A la salida del móvil de la sede de la Fiscalía, vecinas y vecinos de la zona gritaban “¡asesina!”. Según algunas fuentes, la esposa de Emerenciano Sena estaría haciendo una huelga de hambre.
Pese al secreto de sumario impuesto en el expediente y al hermetismo de los abogados tanto de la defensa de Acuña como de la querella de la familia Strzyzowski, trascendió que la mujer habría declarado que vio “un bulto en la habitación” y supuso “que era un cuerpo”. Al mismo tiempo, habría afirmado que ella no tiene “nada que ver con el hecho” del que se la acusa, tal como declaró su esposo el martes. En ese marco, su coartada parecería ser despegarse del crimen y dejar como principal sospechoso a su hijo, César Sena.
Mientras esto pasa, y si bien aún sus declaraciones judiciales fueron muy escuetas, el hijo de Emerenciano y Marcela hace una acusación cruzada hacia su madre. Así se lo contó a un cura amigo. Se trata del sacerdote Rafael Del Blanco, quien luego de haber visitado “pastoralmente” a Sena en la cárcel, dio varias entrevistas a medios locales y nacionales. Según dijo, el joven de 19 años le relató que el viernes 2 de junio salió de la casa familiar, que “su mamá tuvo una fuerte discusión con Cecilia y que cuando volvió ya no vio a su pareja”. En ese sentido, Sena le habría dicho al cura: “Mi mamá no la quería, pero yo nunca me imaginé que esto podía llegar a este extremo”.
Entretanto, en otra causa vinculada a los manejos económicos y financieros de Emerenciano Sena y Marcela Acuña, la jueza federal chaqueña Zunilda Niremperger ordenó levantar el secreto fiscal, financiero y bancario de la pareja. Fue a solicitud del fiscal Patricio Sabadini, quien tiene a su cargo la investigación. El objetivo sería investigar el patrimonio de los turbios dirigentes sociales y determinar si cometieron “maniobras presuntamente ilícitas compatible con el delito de lavado de activos y/u otros de orden penal económico”.
Ante un caso tan complejo, plagado de versiones, rumores y tramas relacionadas con el poder, la familia de Cecilia Strzyzowski debe tener cuanto antes una respuesta certera del Estado para saber qué pasó con la mujer y quiénes son todos los responsables. Más aún cuando el apellido familiar está vinculado por toda la sociedad chaqueña con términos como “mafia”, “corrupción”, “negociados”, “poder”.
Por eso, pese al uso político que sectores de la oposición de derecha hacen del caso para limar al gobernador Jorge Capitanich, vinculándolo directamente como “cómplice” del crimen, es imposible desconocer que que en la extendida impunidad que los Sena supieron conseguir en los últimos años puede hallarse una de las causas que los habría llevado a pensar que un crimen tan atroz como el que se investiga se puede realizar alegre y gratuitamente.
Como ya se informó en otra nota, el mediático abogado platense Fernando Burlando llegó este mismo miércoles a Resistencia para sumarse al grupo de letrados que patrocinan a la familia de Cecilia Strzyzowski. Desde hace algunos días ya está integraddo a ese grupo el también mediático Miguel Ángel Pierri. Ambos tienen profunda relación con diversos sectores del poder político y económico y, aparentemente, aportarán su expertis al trabajo que ya vienen haciendo Juan Arregín y Gustavo Briend.
A la salida de una reunión con los fiscales, Burlando dijo que cree que la investigación va en sentido correcto y se abstuvo de cualquier crítica. Contrariamente a las declaraciones de la propia madre de la víctima, Gloria Romero, quien desde hace días manifiesta su desconfianza sobre cómo se desarrolla la causa. “Si estamos acá es para traccionar y ayudar a que se descubra totalmente la verdad”, dijo el precandidato a gobernador bonaerense por su partido unipersonal.
Strzyzowski fue vista por última vez el viernes 2 de junio a las 9 de la mañana ingresando a la casa de Emerenciano Sena y Marcela Acuña ubicada en Santa María de Oro 1.460 de Resistencia. Una de las hipótesis más firmes, según los fiscales, es que Sena, Acuña, su hijo César, González y Obregón fueron artífices directos en la desaparición y muerte de la mujer.