En cuenta regresiva hacia el 24, día en que finaliza el plazo para la presentación de las listas y candidatos, la derechista ex ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, completó su fórmula presidencial con la elección de Luis Petri como su precandidato a vice.
Petri es un exdiputado y referente del radicalismo mendocino. Fue parte de la Cámara Baja entre 2013 y 2021 por Mendoza. Durante ese período estuvo al frente de la Comisión de Legislación Penal en Diputados. Allí, durante 2017, fue quien estuvo a la cabeza de la reforma del Código Penal que endureció penas, entre ella, la prisión perpetua que pasó de un cumplimiento mínimo de 35 años a uno de 50.
Durante 2018, su blanco fueron los derechos de los inmigrantes. Presentó un proyecto para prohibir que los extranjeros accedieran a la salud y la educación públicas en Argentina. El texto del proyecto proponía "establecer un régimen para aquellos extranjeros no permanentes a fin de afrontar los costos de los servicios".
En plena crisis de Rosario por el narcotráfico este año, Petri no desaprovechó la ocasión para alentar las clásicas recetas de mano dura, reivindicando al autoritario presidente de El Salvador Nayib Bukele. Pidió "hacer como en el Salvador", sin sonrojarse al reivindicar un Estado de excepción permanente, que viola derechos humanos, encarcela indiscriminadamente y tortura.
En junio, Petri compitió contra Cornejo en Mendoza como parte de la interna para gobernador. Allí a pesar de haber perdido, desde el ala dura del PRO, consideraron que el ex diputado había tenido una buena performance. Fue por entonces en que los equipos de Bullrich comenzaron a evaluarlo como uno de los posibles precandidatos a vice, al igual que los radicales Maximiliano Abad y Luis Naidenoff.
La elección de Petri debe leerse como una apuesta de la precandidata represora a integrar a su fórmula a alguien del radicalismo con un perfil que reafirme el suyo propio y no uno que complemente con alguna otra característica. Un condimento derechista a un plato con el mismo sabor, que busca quedar lo más indiferenciada posible al ultra liberal, Javier Milei.
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