El presidente López Obrador comentó que se garantizó el suministro eléctrico en el país ante el aumento en el consumo debido a la tercera ola de calor que ha llevado altas temperaturas, incluso estando a la sombra.
“Decir a la gente que no se van a quedar sin luz, estamos pendientes, sabemos que aún con el calor más consumo de energía eléctrica. Tenemos reserva y todo esto se debe también al cambio, porque si hubiesen continuado los mismos entonces sí el precio de la luz estaría por las nubes y el mercado eléctrico manejado por particulares que sólo buscan la ganancia y en el caso extremo el lucro por eso es importante las empresas públicas”, puntualizó.
La ola de calor es producto del calentamiento global, el cual a su vez, es resultado de la explotación capitalista y de este modo de producción, mientras más calor haya más se va a gastar en energía por lo que tiende a agravarse el problema. La única solución es la planificación racional de la economía, el socialismo.
Por otro lado, Obrador celebró que la inflación sigue bajando luego del dato del Inegi que indica que disminuyó a 5.18% en la primera quincena de junio y aseguró que “esto es un logro”, además de que el peso sigue fuerte aún y con los factores externos que presionan la economía.
“Está bajando la inflación, este es de hoy (el dato), y pueden decir algunos ‘¿y eso qué?, ¿en qué me ayuda?’ Bastante porque tu ingreso te rinde más, es decir, hay menos carestía porque puedes estar ganando más ahora que está aumentando el salario, pero si la inflación está arriba compras menos, no te alcanza el ingreso, esto es un logro, aún con los factores externos, el peso sigue muy fuerte, está muy bien la economía, hay empleos y la gente está contenta”, dijo.
La inflación es una consecuencia de la inestabilidad económica que atraviesa el mundo en el marco de la guerra en Ucrania y las tendencias recesivas en algunos países. Si bien es importante que disminuya, esto no tiende a resolver las desigualdades ni a terminar con la pobreza, en el mejor de los casos logra palear esta situación, pero sin una nacionalización de los recursos estratégicos, México seguirá atado a la economía estadounidense y los niveles de pobreza y desigualdad no disminuirán. |